Disonancia - Changlix

🌱 Capítulo 19

Pasó todo el fin de semana comiendo helado y viendo películas de terror. Sabía que fue un cobarde al huir, en especial ahora que Felix lo necesitaba; pero simplemente no podía. Recordar el beso y pretender que nunca había sucedido, era demasiado para él, no podía fingir.

El lunes fue al campus e hizo todo lo posible para evitar cruzarse con Hyunjin o con Felix, no quería agobiarlo con su vida amorosa, cuando el otro tenía miles de cosas en qué pensar y estaba seguro que la vida amorosa del ambientalista no estaba mejor que la suya.

Ese mismo día, logró llegar a casa a salvo, pero con un sentimiento extraño alojado en su interior. Ya tenía los  ojos repletos de lágrimas cuando tocaron la puerta, soltando una maldición frotó sus ojos para luego abrir la puerta, recibiendo la visita de la última persona que espera ver.

—¿Changbin? —su primo se dejó caer en el sofá, tenía los ojos rojos y unas enormes ojeras — ¿Cómo sabes dónde vivo?

—Te seguí —dijo con simpleza, se sacó la chaqueta y acabó acostándose en el gran sofá mientras encendía el televisor —Me quedaré aquí unos días, creo que sabes la razón.

Y así fue como Changbin acabó ocupando su sofá, se negaba a volver a su hogar ya que todo le recordaba a Felix, no quería ir a casa de Seungmin porque este lo iba a interrogar y un hotel era simplemente deprimente.

"Prefiero estar contigo, aunque también me traicionaste".

Su rutina era simple, se turnaban para hacer el desayuno, iban a la universidad, en las tardes solían jugar ajedrez y pedían delivery para la cena. Una rutina que funcionaba para ambos, ninguno hacia preguntas, mantenían sus mentes ocupadas e ignoraban el hecho de que ambos apestaban fingiendo que estaban bien.

Minho movió su reina acabando con la torre del contrario, calculando sus movimientos para para hacer un "jaque mate", cuando el timbre sonó —Debe ser el pollo frito, te toca pagarlo — Changbin se levantó con pesadez y caminó hasta la puerta, tomando su billetera en el trayecto —¡No olvides la propina! ¡Ese restaurante siempre nos sirve  bien!

—¡Tienes visita! —escuchó la puerta cerrarse de un golpe y Changbin cruzó la sala, lanzándose en su sofá y cubriéndose de pies a cabeza con una manta.

—¿Quién...?

—Minho —se detuvo en frío, dejando caer el alfil que tenía en las manos encima de su rey. Arruinando la partida. Dio una gran bocanada de aire y fingió una sonrisa.

—Hyunjin, es bueno verte —su corazón estaba latiendo a mil por hora, pero lo ignoró junto al cosquilleo en la boca de su estómago —Debiste llamar antes, como verás tengo visita.
       
—Espero que Chan tenga razón.

Minho frunció el ceño y retrocedió al ver al mayor acercarse rápidamente, casi corriendo. Este hizo a un lado el tablero, dejando caer todas las piezas al suelo y antes que el bajito pudiera regañarlo por ello; tomó su rostro y juntó sus labios. Fue un simple roce, no obstante, el corazón de Minho explotó y siguiendo sus instintos, abrazó a Hyunjin con fuerza.

Changbin asomó su cabeza, para ver la escena, observando al par con el ceño fruncido —Ew...

—Me gustas —declaró Hyunjin —He estado perdidamente enamorado de ti desde la primera y única vez que llegaste tarde al salón.

—N-no es posi... —le dio otro beso, interrumpiéndolo.

—Es probable que haya sido igual o incluso peor que Seungmin. Te admiraba a la distancia, siempre lo he hecho —no podía ser cierto. ¿Estaba soñando? ¿Le estaban tomando el pelo? Hwang Hyunjin, enamorado de él ¡Debía ser producto de su imaginación! Bajó la mirada, pero el contrario lo tomó por la barbilla, alzando su rostro —Todos estos años siempre has sido tú Min. Me preguntaste porqué estaba con Miyeon, bueno, salí con ella para olvidarte y porque soy un grandísimo imbécil que tenía miedo. La primera vez que soñé contigo entré en pánico, me aterró la idea de sentirme atraído por un chico. Creí que estando con ella me olvidaría de aquellos pensamientos hacia ti, pero fallé.  Luego ella se enteró que me gustaban y amenazó con contarle a mis padres  sobre ello. —las pupilas de Hyunjin se oscurecieron y lamio sus labios antes de continuar —Pero nada de eso importa ya, no seguiré engañándome Minho.

—Y-y-yo

—No tienes que responderme ahora, puedes pensarlo.

—¿Perdiste la cabeza? —soltó entre dientes. Tal vez Chan se había equivocado, no era la reacción que esperaba. ¡Debía estar feliz! ¡No a punto de asesinarlo!

—Min, lo lamento —aflojó su agarre y mordió sus labios para contener las lágrimas.

—¡¿No pudiste hacerlo antes?! Por tu culpa me metí en graves problemas —miró de reojo a Changbin antes de continuar, para no dañar a su primo se puso de puntitas y murmuró el resto —Me dejé manipular por Lix por tu culpa, si acepté ayudarlo en la mitad de sus locuras fue  porque ello significaba pasar tiempo contigo.

—Así que... —esta vez fue él quien se vio interrumpido por los labios del mayor. Sonrió entre besos y abrazó a su Min.

  —Vayan a la puta habitación, hay personas aquí —Minho le sacó el  dedo medio a su primo, pero terminó separándose de Hyunjin.

—Ignoralo.

—Vivo aquí y está es mi habitación, si quieren reconciliarse haganlo fuera de mi vista —Hyunjin vio a Changbin volver a cubrirse con la manta y suspiró.

  —Bin —el aludido gruñó, pero no hizo movimiento alguno. Tomó la mano de Minho y se sentaron en el sofá contiguo —Creo que te debo una disculpa —Changbin se volteó dándole la espada, pero Hyunjin continuó. Iba a seguir el ejemplo de Chan y ayudar a su mejor amigo —Debí contártelo, pero quise que fuera Felix quien lo hiciera. Confieso  que traté convencerlo para abandonar ese estúpido plan, pero Lixie es la persona más testaruda que conozco. Sus ideales gobiernan por sobre sus sentimientos y... sentido común... —la mitad del rostro del más pequeño de estatura apareció por sobre la dichosa manta —No estoy justificándolo, sé que hizo una estupidez, pero tiende a hacer  estupideces para cumplir el juramento que le hizo al planeta cuando éramos unos críos.

—Oh... Creo que lo recuerdo —añadió Minho —¿No fue aquella vez que evitó que cortaran ese árbol? —Hyunjin asintió ante la mirada curiosa de Changbin. El castaño moría por preguntar de qué hablaban, pero su orgullo hacía que su boca se mantuviera cerrada. Felizmente su primo lo notó y le sonrió —Felix se encadenó a un árbol por días. Hubieras visto la situación, gran cantidad de policías, periodistas y personas se reunieron alrededor de Felix. ¡Incluso llegó el alcalde! Al final sucumbieron ante Lix y no talaron el árbol, poco después se supo que dicho árbol tenía más de 500 años y decidieron protegerlo de forma legal —para ese momento, Changbin estaba sentado en el sofá con las piernas cruzadas en forma de indio y una expresión de sorpresa en el  rostro —Quise ser como él, fue tan valiente.

—Pero estúpido, acabó en el hospital por un bajón de azucar; el tonto estuvo sin probar bocado durante todo su tiempo de calidad con el árbol para no tener que ir al baño. La mayor parte del tiempo no piensa en las consecuencias.

—Bueno, no me interesa —fingió indiferencia y se levantó —Me voy.

—Espera —tomó su teléfono y buscó unas fotos, tal vez no podía convencerlo de perdonar a Felix, pero podía abrirle los ojos en cuanto a la compañía de su padre.

—¿Ahora qué?

—Deberías darle un vistazo a los documentos —Changbin frunció el ceño, pero Hyunjin le tendió su teléfono —Creo que las cosas te quedarán más claras si le das un vistazo a las fotos. No te estoy obligando, depende de ti leerlas o no, me da igual.

—Si estas haciendo esto para hacer quedar bien a Lee, no va a servir.

—Lo hago porque mereces saber la verdad y sí, también lo hago por Felix. Cada una de sus acciones son por una buena razón —se levantó aún sosteniendo la mano de Minho —El plan original era convencerte para que fueras tú quien obtuviera los documentos, de esa forma Felix quedaría impune si los atrapaban. ¿Por qué crees que cambió de idea?

Se alejaron a paso firme, desapareciendo por las escaleras. Changbin se quedó viendo la pantalla un largo rato. Mantenía una rostro impasible, pero dentro estaba teniendo una batalla. Soltó un grito de frustración y encendió el teléfono, iba a darle un vistazo. Confiaba en su padre, estaba completamente seguro que no encontraría nada grave o al menos, eso creía.