Desde que tiene uso de razón, Midoriya Izuku ha visto algo que la gente normal no puede.
Él, a su corta edad de 4 años se percato que todas las personas a su alrededor tenian un extraño hilo rojo atado a su meñique. A medida que fue creciendo, quiso...
Mientras Midoriya hablaba con su madre un chico de cabellos bicolores se encontraba en el baño de hombres lavándose la cara con un sonrojo algo notorio y algo nervioso...
—¿Por qué me siento agitado? Antes no me pasaba esto con Midoriya...—se dijo algo confundido—Pero...sus ojos me estaban mirando tan fijamente...y era como si brillaran como auténticas esmeraldas... —dijo para nuevamente para lavarse con agua su cara y después salir de el baño.
El de cabellos bicolores se dirigió hacia la biblioteca sentándose en un lugar específico comenzando a leer en silencio mientras cada cierto tiempo miraba la hora de su celular, ya habían pasado 15 minutos y el bicolor preocupado se levantó de su asiento dirigiéndose hacia la puerta dispuesto a buscar a su amigo peliverde cuando de pronto abren la puerta cuando a el heterocromatico le faltaban dos pasos para llegar viendo a aquel peliverde que lo encontró con la mirada al instante ya que estaban frente a frente.
—Lamento mucho la demora Todoroki-kun—dijo el peliverde para seguir a su amigo quien se dirigió al asiento en el que estaba antes sentándose a su lado.
—¿Por qué tardaste tanto Midoriya? —pregunto el bicolor sacando su libro.
—Mi mamá me llamó por teléfono y estaba hablando con ella—dijo bajando su tono mientras sacaba su celular en conjunto a sus audífonos.
—¿Se encuentra bien? Es algo raro que te llame cuando estas en la escuela—le pregunto mientras sacaba otro libro y lo dejo frente a su amigo en la mesa.
—Si...ella solo...quería saber cómo me estaba yendo en la escuela y que trabajara en otro lugar—dijo para ponerse un audífono.
—¿Por qué? ¿Qué paso con su trabajo? —le pregunto con sospecha.
—P-Pues... ¡La transfirieron! D-Digo en su trabajo le dijeron que la iban a transferir a otro lugar de trabajo y a otra oficina y así lo hicieron—dijo algo nervioso el pecoso, pero pasándole el otro audífono con una sonrisa un poco forzosa.
—Sabes que se cuándo mientes ¿verdad? —dijo para levantar una ceja y tomando el audífono—Y si te dijo algo más me gustaría saber que es, claro si se puede.
—No, no me dijo nada más Todoroki-kun tranquilo—dijo mientras colocaba una lista de reproducción de música y comenzar a leer el libro.
—Tan tierna las canciones como siempre...al igual que tu... —susurro para luego comenzar a leer con la canción "Adore You".
—¿Mmm? ¿Dijiste algo Todoroki-kun? —pregunto el peliverde sin respuesta, al haber visto a su amigo tan concentrado en su libro decidió no molestarlo más.
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Terminaron las clases del día y todos los alumnos de esa prestigiosa escuela salían animados ya que solo faltaba un día para poder empezar un fin de semana, pero no era cualquier fin de semana ya que la semana siguiente tendrían un campamento toda la clase A, era emocionante el hecho de pensar en estar 3 días con todos tus compañeros de clase...y a la vez...inquietante
