Capítulo 18

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Voltron: Legendary Defender (junto a los personajes) no son de mí propiedad.

Dante Torres (original character) es de mí pertenencia.

Está historia es mía para que ustedes disfruten.

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El sonido retumbando en el cuarto despertó a aquel universitario. Dante se levantó poco a poco gruñendo y observó quien era la persona que había interrumpido su hermoso sueño.

Al darse cuenta que era la madre de Lance, dejo de sentir enojo para luego sentir terror. No había mujer más aterradora que la madre de Lance. Atendió rápidamente con las manos temblando.

—¿Ho-hola?

—Tenemos que hablar seriamente.






El muchacho de piel morena salía derrotado de su instituto. Suponía que Pidge y Hunk lo esperaban en la esquina para irse juntos a su departamento, pero Lance no tenía ni idea de que aquel argentino lo esperaba al frente del establecimiento con una camioneta que decía a gritos lo caro que es.

Los compañeros de Lance se quedaron embobados por la belleza del argentino y muchos otros por lo hermoso que era el automóvil.

Dante, se quitó sus lentes de sol dejando al descubierto sus ojos bicolores, observó atentamente a su mejor amigo y sonrió divertido.

—¡Lance, por aquí! —lo llamó al verlo.

Todos se giraron a ver al nombrado, y Lance se sintió tan avergonzado que no quería avanzar, ¿Por qué demonios la mitad del colegio lo veía? ¡El deseaba desaparecer en ese mismo momento!

Tragame tierra, pero házlo ya.

—¡Vine a buscarte! ¡Vamos a un lugar especial! —anunció aún alzando la voz.

¿Lugar especial? ¡¿Qué demonios?! Pensó histérico. Eso se podría llegar a mal interpretar.

El argentino seguía llamándolo en voz alta. Lance dió zancadas hasta él y tapó su boca con sus manos.

—YA. CÁLLATE. —Demandó el cubano.

Dante sonrió divertido, había conseguido lo que quería. Fastidiar a Lance luego de un día cansador.

¿Que pasa mí amor? ¿Nos levantamos del lado equivocado de la cama? —dijo en español. Lance notó que Dante estaba caliente, y no de la rabia, sino de otra cosa. Lance podía notarlo por su tono lujurioso.

—No te pudiste acostar con Shiro hoy, ¿Eh? —Dante respingó—. Por favor, no te desquites conmigo —suspiró agobiado.

La sonrisa divertida de Dante desapareció.

—Escuché que Shiro se anda acostando con otros —chilló, unas lágrimas de cocodrilo aparecieron en su rostro.

—¿Y eso es un problema? —preguntó confuso. Que él sepa, Dante y Shiro no son nada.

—¡Claro que sí! ¡El desgraciado no me invitó!

Lance sentía que su mandíbula se le iba caer al suelo por culpa de su amigo descarado.

De acuerdo, él definitivamente no estaba preparado para esta conversación.

—Creo que me voy a enfermar... —dijo Lance mientras llevaba su mano en la frente.

—¿Corona? —Dante le ofreció un poco de cerveza y Lance empujó suavemente su mano—. Cierto, eres menor. A veces se me olvida, ¿Oye es ilegal hablarte sobre mis problemas sexuales? Cómo eres menor de edad...

Mi vecino, Lance // KlanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora