Una relación entre un plebeyo y un príncipe podría acabar mal, muchas veces todo lo puede el amor, aunque hay ocasiones donde gana el odio.
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"Espero que un día tú puedas aterrizar en una tierra que te
envuelva en una cálida y suave brisa, yo seré esa brisa que te proteja hasta que llegue ese día".
Los días parecían dolerle cada vez menos a Jungkook, cada segundo, cada minuto y cada hora pasaba rápidamente para el ya que estaba muy ocupado haciendo las tareas que su madrastra tenia para el. Yoongi y Hoseok habían quitado una carga de ese peso diario que sentía, incluso Jungkook se sentía amado, pero su hogar ya no lo parecían más, aquellos días con su padre siendo felices ya solo eran recuerdos para el, ya no sentía la calidez que su padre emanaba por su cuerpo, ni la alegría que se sentía cuando su padre estaba en su hogar, ya todo estaba en su memoria, pero sabía que su padre lo acompañaba día a día en su corazón, ya que el siempre pensaba ≪Se fuerte Jungkook, resiste un poco más≫ Y claro que debía ser así porque el joven estaba seguro de que encontraría un lugar que se sintiera como un hogar para el. Porque hay un lugar en el mundo donde todos nos sentimos seguros, donde realmente puedes ser tú, solo es cuestión de buscar donde o en quien se encuentra ese cálido lugar. Aún pensando eso Jungkook se sentía cansado más físicamente que mentalmente, su madrastra le pedía más de lo que podía dar, si realmente el joven de 17 años estaba acostumbrado a hacer tareas domesticas, no estaba tan familiarizado en hacer todo por si mismo, y eso le cansaba cada día más. Estaba pensando en escapar todos los días pero no quería lastimar a sus hermanos mayores, se habían tomado mucho cariño como para alejarse, pero Jungkook no quería esa vida, ni si quiera sabía a donde iría, donde viviría y como viviría, pero estaba seguro que cualquier lugar era mejor que donde se encontraba parado, ese lugar que fue su hogar por años.
—¡Jungkook! ¡Jungkook!- Gritaba cada vez más fuerte Joohyun para llamar la atención de el joven. Jungkook corrió hacia el salón donde se encontraba su madrastra. Entrando hizo una pequeña reverencia y entrelazó miradas con Joohyun.
—¿Crees que eres tan importante como para llamarte tantas veces? No tienes tan cosas que hacer para tardarte tal tiempo.- Comienza a decir con una mueca de desagrado en su rostro.
—Lo siento Madam, me encontraba haciendo una de las tareas que me ordenó.- Contesta con honestidad y vuelve a hacer una reverencia disculpándose.
—¿Como siquiera te atreves a dirigirme la palabra? No eres más que un sirviente en esta casa, ni si quiera eres una persona más, ¿has visto tu reflejo Jungkook? Pareces una abominación que no debió de existir en este mundo, ¿no te has preguntado para que vivir sin un propósito en el mundo? No llegaras a ser nadie ni ahora ni nunca, me encargare que no seas mejor que mis primogénitos, ¡Nunca podrás salir de tu sufrimiento!-
Jungkook no sabía que decir, llevaba días con esa sensación de ser nada en el mundo, pero que alguien se lo dijera le dolía más.
—¿Porqué es así madrastra, qué le he hecho para que disfrute del tratarme de esta manera? Le tiene que ser suficiente el que mi padre haya fallecido y yo sea el único que sufrió eso, ¿No le basta? Dígame que quiere de mi, dígame cuanto quiere que sufra para terminar eso.-
—Jungkook date cuenta que el mundo no será bueno contigo, no será bueno con alguien de tu clase, y menos viéndote de esta manera tan desagradable, cada trato que te otorgo, es el que merece alguien de tu clase.- Termina diciendo con una sonrisa mientras le da la espalda y camina a pasos cortos alejandose de el. Jungkook no espero nada y corrió, corrió lo más rápido que sus pies le permitían, y en cada paso se sentía mal consigo mismo, ≪¿en serio el mundo es así de malo?≫ Pensaba él en cada paso que daba mientras las lagrimas corrían de sus grandes ojos. Hasta que sus pasos pararon porque no sabía hacia donde iba, no tenia un lugar seguro, no tenia un amigo con el cual desahogarse. Jungkook se encontraba en bosque cercano a su pequeño castillo como siempre lo llamó el, se sentó en el pasto verde y sintió con sus manos la calidez que este emanaba al tacto, cerro los ojos y su llanto poco a poco cesaba. Y en un momento Jungkook sintió como su cuerpo se relajo. ♕ Jungkook sintió un suave movimiento que lo hizo abrir sus ojos. —¿Se encuentra bien?- Pregunto una voz grave, que para Jungkook sonó muy dulce. Jungkook no quería abrir sus ojos, ya que se encontraba muy cómodo pero esa persona seguía moviéndolo sin dejarlo descansar. Poco a poco Jungkook se acostumbró a los rayos de luz que indicaban que el sol aun seguía presente. Mientras eso pasaba el extraño lo miraba preocupado por encontrarlo sentado en el suelo sin nadie que lo acompañe. Jungkook de inmediato acomodo su postura y se puso de pie e hizo una pequeña reverencia a la extraña persona que lo había despertado.
—Lo siento mucho, yo solo estaba amm, descansando o algo así.- Comenzó a explicar el joven un poco avergonzado.
—No se preocupe, me preocupe un poco de ver a una persona descansado aquí en un lugar lejano del reino.- Jungkook cruzó miradas con la persona que se encontraba parado enfrente de él. —Mi nombre es Taehyung, un gusto conocerlo.- Dice mientras hace una reverencia y le sonríe cálidamente a Jungkook.
