Cap 5

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Me levanté por la mañana emocionada porque ¿mi nueva amiga? ¿conocida? venia a mi casa / mansión por lo que una vez me levanté rápidamente, puse mi cuarto en orden, aunque la verdad es que no había mucho que ordenar. Fui a mi escritorio poniendo mi último dibujo del traje en el corcho. Explicación rápida, arriba de mi escritorio tengo un corcho para colocar cosas con chinchetas y allí tengo puestos los diseños de todos los trajes y sus características, así como materiales. Fui al baño y me aseé para luego ponerme una sudadera blanca con orejas de gatito que me venia por encima del ombligo y de manga larga, luego me puse unos vaqueros negros simples y unas botas del mismo color. Fui al baño ya vestida donde me peine el pelo dejándome lo suelto, para luego bajar a la cocina y prepararme un desayuno un tanto ligero. Cogí mi teléfono y le mande un mensaje con la ubicación diciendo que me habían dado permiso y ella enseguida me contesto que ya venia.

Fui corriendo al gimnasio para comprobar que esta todo en orden. Efectivamente el ring estaba impoluto, el saco de boxeo estaba en su sitio y sus repuestos en su sitio, las pesas estaban en orden y las armas para practicar estaban en sus respectivas fundas colgadas en la pared. Suspiré de alivio y salí de casa para dirigirme a la verja para esperarla.

Paso un rato y vi llegar a Mina, quien parecía un poco cansada. Rápidamente abrí la verja dejando que pasara.

-No me habías dicho que vivías en una mansión- dijo ella recuperando el aire después de su carrera.

-No se me ocurrió- dije riéndome un poco- Anda ven- le dije caminando hacia la entrada de la mansión.

Abrí la puerta y me dirigí hacia la cocina para servirle un vaso con agua fría.

-Gracias, lo necesitaba- dijo ella al terminarse el vaso a lo que yo lo cogí y rápidamente lo fregué con un movimiento de dedos.

-Creo que aun no te he dicho cual es mi quirk, controlo el agua-dije al verla mirando lo rápido que el vaso se había limpiado y secado- Aun así normalmente utilizamos el lavaplatos- dije riéndome.

-He traído la ropa para cambiarme y hacer ejercicio- dijo Mina sonriéndome.

-Ven vamos- le dije mientras salía corriendo hacia mi cuarto con ella siguiéndome por detrás. Una vez llegamos a mi cuarto cerré la puerta y me giré a verla- ¿Normalmente haces ejercicio?- le pregunto.

-Bueno, me gusta le baile y es algo a lo que le dedico mucho, ademas de que practico defensa personal- dijo ella.

-De acuerdo, no te recomiendo que intentes seguir mi ritmo- le dije riéndome y guiñarle un ojo mientras sacaba mi habitual ropa deportiva.

Ella se metió en el baño mientras yo me cambiaba poniéndome un top deportivo, en realidad no hago deporte sin un top deportivo, unos pantalones cortos cómodos de deporte y unas botas deportivas. Oí como me preguntaba si ya estaba lista a lo que le dije que ya podía salir. Llevaba un top deportivo negro, unos pantalones negros deportivos y unas zapatillas deportivas.

Le hice un gesto para que me siguiera y después de caminar un poco llegamos al gimnasio.

-Wow, es enorme- dijo Mina sorprendida.

-Puedes hacer lo que quieras, sin miedo, pero trata de no lastimarte. Yo correré más tarde- dije mientras iba al saco de boxeo colocándome los guantes. Antes de empezar a golpear el saco de boxeo me puse a estirar y vi como Mina iba a hacer lo mismo, decidiendo empezar a practicar golpes sin nada- Por cierto, no te preocupes por lo que haga, tenemos a alguien contratado para reparar todo, ademas, esto esta aislado así que nadie oye lo que pasa aquí dentro- dije sonriendo de lado.

-¿Que vas a hacer?- dijo ella intrigada.

-Cuando hice mi examen derribé a varios de un golpe, si bien el agua me potencia mucho la fuerza, tiene que haber algo que potenciar- dije sonriendo.

-¡¿Los destruiste de UN golpe?!- dijo ella parando de hacer lo que estaba haciendo.

-No a todos pero si a algunos, el agua es muy versátil después de todo- dije yo encogiéndome de hombros- Por cierto, te recomiendo que te alejes un poco más de mi- dije sonriendo sabiendo que podría perder el equilibrio por mi culpa.

Ella cumplió y empecé a repartir golpes rápidos al saco de boxeo, este enseguida no puedo soportarlo más y salió volando a la pared creando una grieta. Sin perder el ritmo cogí un repuesto y empecé a practicar mis piernas esta vez. Cuando volvió a caer roto cogí otro.

-Mi madre cree que tenemos que deberemos tener algún antepasado mi padre y yo que fuera muy fuerte- dije al verla mirándome en shock- La verdad no me he molestado mucho en saberlo- dije encogiéndome de hombros restando le importancia. 

Estuvimos un rato tranquilamente y en relativo silencio si cuentas los golpes que sonaban. Luego de dejar los sacos, los cuales los rotos los deje en una esquina amontonados, me dirigí hacia las pesas poniendo un peso adecuado a mis músculos y empece a hacer pesas, así cincuenta repeticiones. Una vez terminado eso me puse a hacer otras cincuenta flexiones y abdominales respectivamente. 

Cuando ya había terminado haciendo mi rutina apareció mi padre haciéndose una coleta alta vestido con una simple camiseta de tirantes negra que marcaba sus músculos, unos pantalones deportivo y sus zapatillas. 

-Hasta que llegas dormilón- dije sonriendo de lado, lanzando le sus guantes de boxeo.

-¡¿Tu padre es Tsunami?! Eso explica muchas cosas- dijo Mina parando de levantar unas pesas que había cogido.

-Oh, bienvenida, espero que no te incomode que me ponga a hacer ejercicio- dijo mi padre riéndose, obviamente había olvidado que Mina venía a pasar el día.

-No, no, es su casa- dijo Mina sacudiéndose enérgicamente.

-Me agrada- me susurro mi padre con un guiño- ¿Quieres que peleemos en el ring pececito?- me dijo en voz alta con una sonrisa burlesca.

-¿Eso que oigo es un desafío?- dije sonriendo de lado- ¿Vale utilizar nuestro quirk?- le pregunté a mi padre entrando al ring.

-No queremos asustar a tu amiga, ¿no crees?- dije el recordándome que esas peleas eran mejor mantenerlas en privado por que todo aquel cerca podía resultar dañado.

-Claro- dije y nos pusimos en posición de combate.

Rápidamente empezó una divertida danza de puñetazos y patadas, siendo esquivadas el 98% de los golpes. Cuando vimos que seguíamos en pie los dos después de diez minutos nos pusimos más serios, golpeando con más fuerza y más rápido. En un descuido mi padre me cogió y sin cometer el fallo de la última vez que peleamos, esta vez si me dejo sin salida.

-Jaque mate- dijo el con una sonrisa.

-Fanfarrón- dije sacando le la lengua mientras me levantaba.

-Wow, eso fue increíble- dijo Mina y juro que pude ver estrellas brillando en sus ojos.

-Gracias- dijimos mi padre y yo al unísono sonrojando nos levemente, obviamente en público nunca se habían contemplado ese estilo de batallas en mi padre.

-Bueno ya va siendo hora de que os duchéis, no es bueno sobrecargar vuestro cuerpo-dijo mi padre con una sonrisa. 

-Te ensañaré la ducha, ven- dije guiando a Mina hasta mi cuarto. Le preparé todo mientras cogía su ropa a lo que ella me agradeció. Cuando ella ya estaba dentro cogí mi ropa y lo que necesitaba, y me fui a otro baño de la mansión para bañarme. 

Rápidamente termine y me vestí con ropa cómoda.

El resto del día paso rápidamente, poco después comimos pechugas de pollo teriyaki y algunos mochis.

Por la tarde estuvimos jugando algunos videojuegos y bailando hasta que Mina se tuvo que ir a su casa.


Palabras: 1294 

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Pechugas de pollo teriyaki: Pechugas de pollo glaseadas al teriyaki con una salsa casera hecha con jengibre, piña fresca, cebolla, miel y salsa de soja, entre otros ingredientes.

Mochis: Pastel japonés hecho de un pequeño grano de arroz glutinoso.

Conjunto de Mina arriba

Siren (bnha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora