𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓲𝓮𝔃

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Notas:
¡Un capítulo corto!

Nuevamente, si notas algo extraño con el formato, no dudes en decírmelo. Estoy publicando esto rápidamente.






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Todos los días, Louis se despierta con un mensaje de Harry deseándole buenos días. Todos los días, sin falta, revisa su teléfono tan pronto como abre los ojos y ahí está, esperándolo en la pantalla de bloqueo, y su corazón da un salto al verlo. No es nada excepcional, es solo un regreso a sus viejos hábitos, a lo que solían hacer todas las mañanas cuando estaban saliendo, pero el regreso de la rutina hace que Louis se sienta mareado con emociones que no puede nombrar. Todo lo que sabe es que, por primera vez en meses, espera despertarse para poder ver el nombre de Harry en la pantalla de bloqueo.

Es patético.

Louis nunca responde; todavía no está listo para iniciar una conversación. Es suficiente, por ahora, saber que Harry está pensando en él y perseverando a pesar del silencio proveniente de Louis.

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Una mañana, aproximadamente dos semanas después de encontrarse con Harry, Louis se despierta con dos mensajes. El habitual de Harry, al que sonríe culpable durante un rato, y uno de Perrie.

¡Traigamos de vuelta la noche de karaoke! ¡Esta noche! ¿Estás dentro?

Louis responde con un par de emojis para indicar que está dentro antes de salir de la cama y dirigirse a la ducha, preparándose rápidamente para su primer turno. Odia el turno de brunch los fines de semana; está lleno de gente desagradable con resaca, de su edad a lo que le recuerda que él también podría ser desagradable y tener resaca si no tuviera que estar en el trabajo.

La promesa de una noche de karaoke lo ayuda a pasar el día, al menos. Recibe un mensaje de Perrie durante su descanso  para decirle que invitó a un par de amigos a unirse a ellos, lo cual está bien. Todo está bien. Cuantos más, mejor, especialmente cuando eso significa que Louis tiene más gente de la que reírse mientras arruinan canciones en el escenario.

Sale del trabajo justo antes de la hora de la cena y apenas tiene tiempo de correr a casa para ducharse del olor a comida y cambiarse antes de tener que salir corriendo por la puerta una vez más, sabiendo que Niall y Perrie ya estarán allí para asegurar la comida. Por lo general, Niall trae amigos de la universidad, todos estudiantes de música molestos que en realidad son talentosos para cantar y hacen que todos se sientan mal, pero son amigos de Niall, por lo que es difícil odiarlos, comparten su personalidad molesta y entrañable.

Cuando es Perrie quien invita a sus amigos, entonces Louis generalmente termina llorando por una bebida rosada en el baño mientras le cuenta la historia de su vida a cualquiera que lo escuche. Teniendo en cuenta que actualmente está viviendo la confusa experiencia de que su ex sea reintroducido en su vida, Louis se alegra de que sean los amigos de Perrie los que vengan.

Louis se detiene en la barra para pedir, y elige el hotdog más  grasoso del menú, con ríos de queso derretido y trozos de cebolla y otras cosas indescriptibles apiladas, junto con una botella entera de vino. Será esa clase de noche; ya puede verlo.

Se apresura a subir las escaleras en la parte trasera del bar y empuja la puerta de la habitación privada para abrirla, cerrándola detrás de él. Coloca la comida en la mesa y se desploma en uno de los sofás negros, extendiéndose hasta ocupar la mayor parte.

"¿Que es eso?" Perrie pregunta, asintiendo con la cabeza hacia la botella de vino.

“Mi amante de la noche. Y no lo comparto. Ha sido una semana larga ”.

𝑺𝒄𝒊𝒏𝒕𝒊𝒍𝒍𝒂𝒕𝒊𝒏𝒈 (𝙻𝚊𝚛𝚛𝚢 𝚜𝚝𝚢𝚕𝚒𝚗𝚜𝚘𝚗 𝚃𝚛𝚊𝚍𝚞𝚌𝚌𝚒𝚘́𝚗)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora