CON MI CRUSH

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En la secundaria ya se siente la presión para hablar de sexo y p*rno, mis compañeros muchas veces se burlaban de mi por ser algo afeminado y "santo" (que siempre la gente ha pensado eso de mi cuando no saben que soy más p*to que Linday Lohan) pero un día toda la clase salió ha un ejercicio menos 3 de los chavos más problemáticos y yo que decidí quedarme para ver qué decían; uno era dos años mayor que nosotros, era de buen cuerpo y moreno; otro era blanco, algo inflado y chaparro y mi Crush, era delgado, de piel como "quemado", guapo de cara, de mi altura y con vientre plano; en eso empezaron a hablar de porno y de si ya tenían pelos en el p*ne; el primero se bajó algo el pantalon (cabe decir que estábamos en círculo y yo ya estaba bien caliente) y dejo ver una mata de vello que el mismo nombro "la selva lacandona"; el blanco dejó ver que era lampiño sin ningún vello pubico y mi Crush dejó ver unos cuantos pelos creciendo; yo bien orgulloso enseñe que si no era la selva, ya casi le llegaba a lo que todos se asombraron; justo en ese momento mi Crush se bajó el pantalón y dejo ver todo su miembro pero llego una compañera y se subió de nuevo el pantalón.
Conforme fueron llegando los demás compañeros yo estaba impaciente por lo que había visto y le dije a mi compañero que saliéramos un momento, lo lleve hacia abajo de las escaleras y le dije que si me lo podía mostrar de nuevo, él accedió y yo también le mostré el mío, después nos regresamos al salón y no logré volver a sacar el tema.
Esto pasó cuando tenía 12 años e iba en primero de secundaria, que por cierto yo iba por la tarde.
Al empezar segundo año da la casualidad que la maestra de la última hora nos dejaba ponernos donde nosotros quisiéramos y es que todavía en segundo año teníamos que compartir asiento con un compañero, yo hice de todo y al final me pude quedar hasta atras en una esquina junto a mi Crush y en horario donde se oscurecía rápido; fue ahí cuando mi Crush aprovechaba y "de juego" se sacaba su p*ne cada vez que podía y me lo mostraba; para su edad era ya grande, circuncidado, de su tono de piel y ya con algo de vello. Un día me agarro la mano y me hizo masturbarlo a media clase, después me escribió en un papelito si quería ir a su casa, yo acepté.
Fuimos a su casa, llegamos y resulta que su habitación estaba en el segundo piso que en ese momento estaba en construcción y como ya estaba todo oscuro no y era todo en obra negra la única luz que entraba era la de la luna por una de las ventanas, el se bajó el pantalón y se acostó en la cama, me pidió que se la "jalara" lo que empecé de inmediato. Mi corazón latía a mil por hora, no había ventanas, puertas, ni lámparas; no podíamos hacer ruido y el aprovecho para decirme que me sentara encima de él; accedí a hacerlo pero tan pronto como me senté, empecé a sentir un horrible dolor, a lo que intenté pararme pero él me agarró e intento metérmela a la fuerza; obviamente no se pudo y aunque entro la puntita dolió tan fuerte que agarré fuerzas y como pude me levante y me fui.
Los siguientes días pasaron con él y yo tocándonos en clase y masturbandonos mutuamente; hasta un día que decidimos ir atrás de la cancha de fútbol y tome la iniciativa de hacerle un oral para poder seguir "jugando", él seguía queriendo c*germe pero yo me negaba y solo lo dejaba hacerlo "por encima".
Un día fue a mi casa sin que yo lo invitara, le dije a mi madre que saldría a comprar unos materiales para la escuela y me lo lleve antes de que lo vieran. Nos fuimos a un salón de eventos que estaba cerca de mi casa y con unas escaleras dando a la calle, desde ellas podías ver mi casa y casi toda la calle, empezamos a hablar pero no tardamos en calentarnos y se la empecé a m*mar; su sabor era diferente de mi mejor amigo, era más neutral, ni tan salado, ni tan dulce, cosa que le dije. Después terminamos juntos y nos fuimos corriendo de allí.
Esa fue la última vez que hicimos algo, después de eso me dijo que ya no quería hacer nada y me escribió una carta diciéndome que me había utilizado como gente que vivía en su vecindad lo había utilizado a él. Unos días más tarde se cambio de casa y de escuela y solo le veía de vez en cuando. Hoy está casado y tiene un hijo.
Gracias a esta experiencia me anime a llevarme más con mis compañeros masculinos para poder ser parte de su grupo y tal vez poder ver muchas más v*rgas; cosa que pude hacer con otros 4 compañeros y con uno fue todavía más que eso.
La siguiente parte tratar de mi último año de secundaria y mi primer año de preparatoria...

Solo una vez +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora