𝚆𝚎 𝙰𝚐𝚊𝚒𝚗𝚜𝚝 𝚃𝚑𝚎 𝚆𝚘𝚛𝚕𝚍 || 𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

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"Vamos a llegar derrapando y un poco borrachos, burlándonos del traje negro de la muerte"

-David Sant

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El trato había sido claro. No juegos y no tonterías.

Una vida por otra.

La ciudad vista desde arriba se veía tan pequeña, le gustaba imaginar que todos los habitantes de esa asquerosa ciudad eran solo insectos insípidos e inferiores que no merecían respirar el mismo aire que él. Hombrecillos tristes y gente pobre, demasiado proletariado para él.

Un pacto que debía ser cumplido, un intercambio que debía acontecer.

En cuanto Pogo había tirado del gatillo del arma en la boca de Emilio y con ello se había llevado su vida, a la mafia no le quedo otra que defender a su hombre caído, Yun a nada de pegarle un tiro a aquel rubio que se había cargado a al menos tres de sus compañeros, sin embrago; en cuanto unas asestadas palabras salieron de su boca, se lo pensó de ultimo momento junto al resto de su "familia".

—La cabeza del viejo, por la del calavera.

Ciertamente la propuesta no le convencía al principio, pero replanteándose mejor, sería un trato justo, quien podría poner en bandeja de plata a Jack Conway que no fuera su amante, y a decir verdad, nada de esto habría pasado si Jacob no les hubiera encomendado atrapar a la zorra del superintendente, tan solo para huir como rata tras saber de lo que Gustabo... o Pogo era capaz. ¿Lo hizo por miedo, o en realidad ese fue su plan desde el inicio? Esa incógnita solo podía ser respondida una vez le dieran a Pogo lo que quería, su plan era sencillo: "Llevadme con el calavera, entonces Conway deberá venir a por mí, allí lo cogéis".

Algunos se mostraban tan escépticos como él, pero la verdadera pregunta era ¿Quién estaba traicionando a quien?

Sí, Gustabo podía amar profundamente a Conway, pero Pogo... todos sabemos que no. Pogo no es Gustabo. Y haría lo que estuviese en sus manos con tal de salvarlo.

El helicóptero en donde era transportado a la zona en donde la mafia sabía de la ubicación del calavera, descendía poco a poco en un área semi desértica, casi a la altura de Paleto, pero ciertamente era un lugar más insólito, solo unas cuantas casas de madera y bares de mala muerte se arrebolaban.

Pogo hizo una mueca de asco ante la inspección del sitio, sin duda no era su lugar favorito.

—Me cago en la puta, ahora mis zapatos se llenarán de tierra. —dijo molestó.

—Deberías comunicarte con Conway. —Nadando se aventuró a interrumpir sus quejas, mientras el rubio le lanzaba una mirada furtiva y feroz.

—Llamaré al viejo en cuanto vea al calavera. —el Chino, Armando y Culebra se miraron entre si con seriedad, y en cuanto Yun asintió, el de barba se encaminó con dirección hasta una pequeña cantina a unos metros, un lugar parecido al Yellow, quizá incluso una replica del mismo.

—Él no es tonto, sabe que vienes con nosotros, y me ha dicho que solo uno de nosotros entre a verle... suponemos que ese eres tú. —dijo Armando a un lado de Pogo, y en ese momento una gran sonrisa se le dibujo en el rostro. Todo estaba saliendo a pedir de boca, y se puso mejor en cuanto su objetivo dejo de ser movido por la venganza, su interés se volvió más grande cuando el llamado del poder se intensifico; pues si para alcanzar dicho nivel tenía que acabar con dos de los hombres más poderosos de Los Santos, lo haría sin pestañear.