El Secuestrador Misterioso.

La cruel realidad.

- Por favor!!!, díganme qué todo fue un sueño.- susurro sin abrir los ojos.- Tiene que ser un error yo solo soy Magnus Bane, no me raptaron y no soy un príncipe, por favor díganlo.

Estaba acostado en una superficie plana, no sabia donde se encontraba, no quería abrir sus ojos y darse cuenta que lo que leyó era cierto, sabia que se había desmayado por que estaba acostado y tan solo hace unos momentos estaba de pie.

- Magnus, ¿ Estas bien?- pregunto Izzy. El nego sin abrir los ojos. Le dolía mucho la cabeza y ni siquiera había terminado la carta... tampoco era como si quisiera terminarla pero había algo que le atraía hacia ella. La tenia sujeta con su mano mientras la otra era sostenida por alguien.

- Me duele la cabeza- susurro.- ¿Podría alguien traerme agua.?

Abrió los ojos y se topó con los de Jace. Este le dio una mirada con pena y sonrio.

- Lamento todo esto Magnus, pero si lo que dice Alec es verdad , debemos ir, el rey está secuestrado... tu padre....

- No- grito con angustia.- Eso es mentira, mi padre es Asmodeus, y valentine lo tiene secuestrado... si... el los tiene...

- Aquí está el agua.- hablo Clary, el se incorporo, estaba en una sala enorme, no sabia donde era. Se sentía mareado, tenía que ser mentira todo lo que decía Alec, su papá no podía ser el rey, el no podía ser un príncipe, no podía ser... Su papá, su ser más amado, no pudo haber mentido así de grave. De nuevo los ojos de Magnus se llenaron de lágrimas lágrimas. ¿ Cuando se iban a acabar más mentiras?.

-Por favor, díganme que todo es mentira. Que solo es un mal sueño.- suplico de nuevo, quien lo tenía de la mano la apretó fuerte y fue cuando se percató que era Max quien lo tenía, le sonrio con cariño.

-¿ Estas enojado, Magnus?- pregunto haciendo un puchero.

- No por supuesto que no peque.- le mintió, más mentiras... se quejó.- Solo necesito dormir, ¿ Y rafa?.

El se encogió de hombros mientras se subía a la cama donde lo tenían, se acostó al lado suyo.

- Necesitas pensar- hablo Izzy.- Cuando estés bien vendremos.

- No quiero hablar con nadie por ahora.- dijo, estaba temblando y si no fuera por Max se sentiría solo y engañado.

- Si necesitas algo nos avisas- pidió Clary.

- Por supuesto galletita.- dijo sin ánimos.- Lo haré.

- Magnus, Seelie te estará vigilando de vez en cuando, si deseas hacer llegar algo a nosotros puedes decirle a ella.- no había notado que ella estaba sentada en un sofá, alejado de todos. Ella asintió en reconocimiento.

- ¿ Donde está Rebecca?- pregunto él.- Quisiera hablar un poco con ella.

- Esta tomando un baño, pero si quieres puedo decirle que apenas acabe baje a verte.- se ofreció Simón.

- Si por favor.- hablo el.

Todos asintieron y se fueron uno detrás del otro, al final solo quedó el con Max a su lado. El niño no dijo nada, se mantuvo jugando con su mano pero sin decir ninguna palabra. Quería ser como Rafa, pequeño e inocente, sin entender las mentiras de los demás, estar rodeado de gente que no le miente, o al menos el piensa que así es. Que todo sea mentira, rogaba en una oración, que sea una equivocación.
En parte nada tenía sentido, su papá siempre fue atento con el, no puede decir que amoroso por que en realidad su papá no lo era, pero si lo escuchaba, hablaba con el, lo trataba bien y lo consentía, ese era un padre que todos anhelan, ¿ por que iba a mentirle diciendo que era su padre?. Sacudió la cabeza, necesitaba aclararse no hacerse más enredo.