afrontando la verdad

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Los llevaron a lo que parecía ser un molino, Alec conocia a la perfección el lugar, como para saber que estaban en tierra Subterranea. Era malo, muy malo, ahi no tenía para nada de ventaja.

Estaban lejos de tierras nefilim. Y era muy probable que su hermana no supiera su ubicación actual, ya que no había avisado nada, tampoco es que él supiera. Los tenían amarrados a unos postes de madera, los tenían amordazados   de pies y manos. Todo el rato Magnus estavo inconsciente, ya hasta le empezaba a preocupar que algo le hayan echo,  y el llevaba mucho rato despierto, viendo que podía hacer, viendo si había algún error para poder liberarlos. Pero aún así estaba muy preocupado por Magnus, le hablaba y el no respondía a ninguno de sus llamados, intento por horas pero nada.

La puerta se abrió y dio paso a un chico de cabello plateado, lo reconocio era el mismo que los había encontrado, y el mismo que parecía el líder. Había algo en el chico que lo hacia ponerse muy nervioso, sus ojos y su mirada tenían algo muy oscuro impregnados, como si se tratara de una sombra.

- Ya estás despierto, su majestad.- le llamo el, se inclinó en forma de burla, de una manera exagerada. ¿Como sabía el eso?. Le chico camino  o hasta el y le quito la mordaza de un tirón, con odio.

- No sé de qué hablas.-  fue lo primero que dijo haciéndose el indiferente.

- ¿Ah no?.- perruno mientras se río.- Crees que no eh escuchado de la inteligencia de su majestad. ¿ El príncipe Alexander Litghwood?. , nada menos, ¿ quien te viera así? , sucio, y con las ropas desgarradas

- ¿ Como te enteraste?, ¿ Quien eres?.- dijo entre dientes, algo escondía ese chico.

Sonrio astutamente y llamo a alguien. Apunto a un bulto que estaba cubierto con una gran manta.- Ellos me han sido útiles.- Eran Ragnor y Catarina.-Sabia que estaban cometiendo traición pero aún así me hice el tonto y los seguí, luego los vi en aquel claro y me enteré que vendrían hacia aquí, y lo de después no fue realmente difícil, solo use... mis habilidades.

- Maldito! - dijo sacudiendose en la silla. No los conocía muy bien, pero si sabia que gracias a ellos dos, el y Magnus estaban ahí hoy en dia. Además si Magnus se da cuenta va a sufrir, ya no solo su padre estará en peligro, si no también sus amigos, y otros más que están en garras de Valentine.

- Vaya, me han dicho que uno no debe portarse asi cuando es el futuro de la nación, me han insistido eso en cada clase que eh tomado estos días- negaba con el dedo como su el fuera un niño.- Eso esta muy... muy mal por parte tuya, te escuchas muy mal educado, ¿ Que diria Robert de esa palabra?

Alec no quería afrontar el significado de esas palabras, no podía ser. Esto se estaba volviendo peor cada vez más.

- Si Ligthwood, ahora soy el descendiente al trono de los subterráneos.- sonrió malevolamente.

- No puede ser. Eres Sebastián Morgenstern - susurro con horror.
Había escuchado sobre el, y no eran precisamente bonitas historias, para nada, el es cruel y despiadado. Muchos sabían que no era buena idea meterse con él , era extraño por que el cometía cada atrocidad y no era detenido por alguien, aún que era lógico por que su papa siempre a tenido gente dentro del castillo. Y le podía proporcionar seguridad aunque no siempre estuviera con el.

- Príncipe.- corrigió con la mano.-¿ Ahora somos del mismo rango no crees?? Sera divertido.

- Por supuesto que no- grito con asco.- Tu solo eres un usurpador, yo soy legítimo y eso es algo que jamas podrás corregir asi que jamas seremos del mismo rango.

- Como sea.- dijo con una sonrisa como si no lo hubiera insultado. Estaba rezando por que Magnus no despertara ahora y escuchara toda la verdad, no quería pelear con el y estaba muy seguro que el se enojaria por otra mentira o más bien por otra verdad que no fue contada. Solo podía pensar en lo mal que hizo, pero el se lo busco, magnus muchas veces le pregunto quien era realmente y siempre se negó a contarlo. Además en aquellos montos , de huir, no sería bueno que le contara, ¿pero qué podía hacer si ellos ya lo sabían?. El único pensamiento desgraciado que tenía era ese mismo , de todas y cada una de las veces que Magnus le pidió decir la verdad, ser honesto.... se sentía miserable consigo mismo.

El Secuestrador Misterioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora