The Arsonist ~SpainRp

𝟘𝟘𝟜

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Esta mañana me desperté extrañamente bien, no había gente dando gritos en casa, ni caceroladas y tampoco había nadie que me tirara de la cama. Supongo que ahí había dos cuestiones importantes:

1. No hay nadie en casa.
2. No estoy en la cama.

La primera la comprobé cuando me levanté del sofá y llamé a los dos orangutanes que tengo como amigos, pero nadie me respondió. Genial la casa para mi sola, podría hacer lo que quisiera, sin embargo, no tenía ni idea de que hacer.

Decidí darme una ducha y vestirme para luego dar un paseo por la ciudad. Entré en mi habitación y saqué del armario lo que me pondría después dejándolo en la cama, una camiseta ancha con la palabra "Giants" estampada en granate, un pantalón vaquero ancho algo roto y unas converse negras con uno calcetines militares algo altos. Me metí al baño y me dí una ducha, me sequé el pelo y lo dejé al natural, al salir me vestí con lo que había elegido, cogí mi móvil y salí de casa. Por suerte los chicos habían sido tan amables de dejar una copia de las llaves en la encimera de la cocina.

Cuando salí a la calle decidí ir andando hasta el centro de la ciudad, las tiendas y por ahí, por si había algo interesante que ver/hacer. Mientras iba andando pensé que no estaría de más comprarme un coche, además está en la lista mental de "cosas por hacer" que me hice antes de mudarme a Los Santos. Ocupé mi mente en pensar que coche me iba a comprar, y es que había varias opciones y soy muy indecisa con este tipo de decisiones.

Cuando llegué a la calle de las tiendas desocupé mi mente para fijarme en los escaparates. No había nada de mi estilo así que decidí seguir caminando para conocer mejor la ciudad y así entretenerme de paso. Llegué a una calle con una joyería y decidí entrar por curiosidad. Mala idea. Al poco rato de estar dentro mirando las diferentes joyas que había entraron unos tipos enmascarados y vestidos de negro con armas en la mano, la demás gente, que eran unas dos personas, entraron en pánico al ver a los sujetos. No parecían unos ladrones de poca monta, ya que una joyería es un sitio en el que hay que saber atracar, además la posición del local no favorece en nada a los atracadores. Metieron a rastras a otros dos rehenes, imagino que para la negociación.

Los tipos estaban rompiendo las cristaleras de escaparate para robar cuando sonaron las sirenas de la policía.

-Qué lápidos los picoletos-habló un tipo enmascarado con un marcado acento asiático.

-Parece que no tienen nada mejor que hacer-comentó otro enmascarado.

-Claro, cómo no atienden denuncias..-el tercer enmascarado tenía un voz suave, bastante peculiar.

No tardaron en agruparse dos en la puerta y los demás de vigilantes de los rehenes, en la puerta por la parte de fuera se colocaron dos policías que no pude distinguir debido a que tenía a los dos atracadores en medio.

-Venga vamos a hacer la negociación rapidita capullos-al oír esa voz ya no necesité ver quien era, los inconfundibles insultos del superintendente se hacían oír en todo el local.

-Lelagese colbatitas- el hombre con acento asiático se dirigió al superintendente.-Pol el plimel lehen quielo que me quites al picoleto del tejado.

-Un rehén y el 15% del botín, estamos negociando por un tirador- el superintendente parecía que sabe lo que hace.

-Mmm, el 15% es mucho, dejémoslo en el 10- habló el otro atracador en la puerta.

-Está bien.-uno de los encapuchados que estaba cuidando de los rehenes agarro a uno por el brazo y se lo llevo por la puerta. Ellos continuaban con la negociación, pero yo había dejado de prestarles atención debido a que había un enmascarado que tenía su vista fijada en mi, lo pude apreciar ya que solo llevaba una bandana tapándole la mitad de la cara. Tenía unas peculiares rastas rubias, pero no me fijé mucho en su apariencia por que su mirada me empezaba a incomodar.