𝟘𝟘𝟟

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Me desperté por la luz del sol que entraba por la ventana y daba directo a mi cara. Me removí molesta en la cama y volví a cerrar los ojos intentando conciliar el sueño de nuevo. Estaba a punto de volver a dormirme cuando la puerta de la habitación se abrió, dejé de intentar dormir para ver quien entraba en la estancia, cuando vi que era Ivanov me levanté de golpe quedando sentada, al realizar ese movimiento tan brusco la cabeza me empezó a doler de sobremanera. Cuando el dolor se volvió soportable me tomé el tiempo de inspeccionar la habitación mientras Ivanov buscaba ropa en su armario.

-¿Que hago en tu casa?- le pregunté con la voz ronca, y al momento me arrepentí de hablar ya que mi garganta dolía increíblemente.

-Te traje anoche, estabas muy borracha y no encontrabas a Gustabo ni a Horacio así que decidí que te venías conmigo para que no te pasara nada.- el me respondió aún buscando ropa en su armario. De repente se giró y me miró sonriente.- Tienes abajo el desayuno preparado, también te dejé un vaso de agua y un pastilla para el dolor de cabeza.

Yo le dediqué una sonrisa agradecida y el se metió al baño de la habitación, pero pareció acordarse de algo ya que se asomó a la puerta para hablarme.

-Puedes buscar en mi armario algo que ponerte, yo tengo que ir a comisaría a trabajar si quieres te llevo a algún sitio, o si prefieres puedes quedarte. Estas en tu casa.- me sonrió y se volvió a meter al baño.

Salí del todo de la cama y me di cuenta de que no llevaba la ropa de anoche, sino que llevaba puesta una camiseta negra que me iba grande. Me encaminé hacia el armario para buscar algo que ponerme, cuando me acerqué vi una sudadera negra que parecía ancha y un pantalón de chándal negro que seguramente me quedaría enorme. Me quité la camiseta y me puse la ropa que había que había escogido y como imaginé me quedaba enorme. En ese momento me di cuenta de que no tenía zapatos a parte de los tacones de anoche, si Ivanov me llevaba a comisaría podría llamar a los chicos con el teléfono que hay allí. Me puse los tacones y me acerqué a la puerta del baño para después llamar, escuchando un "pasa" del otro lado. Sin pensarlo más entré y me encontré a Ivanov con unos pantalones negros estilo militar puestos y sin camiseta. Me sonrojé levemente por estar invadiendo su privacidad y por que el chico no estaba nada mal, aunque siendo policía no me extrañaba. El pareció darse cuenta de mi incomodidad y se puso una camiseta negra que tenía al lado.

-Perdón, no sabía donde había otro baño y tampoco me apetecía entrar por error donde no debo.- mi voz seguía ronca y rasposa pero me dolía menos al hablar.

-No hay problema.- el me dedicó una sonrisa y procedió a lavarse los dientes.

Yo me acerqué al lavabo, que era bastante grande y entrábamos bien los dos. Me miré al espejo notando el desastre que eran mi pelo y mi cara. Me lavé el rastro de maquillaje que me quedaba y me acomodé el pelo con los dedos, cuando decidí que estaba decente salí del baño para dejarle privacidad al comisario y que el pudiese terminar de arreglarse, cuando salí de la habitación vi que había varias puertas y unas escaleras que daban al piso inferior que se veía gracias al diseño de la casa que creaba una especia de pasillo-balcón para llegar a las escaleras. Cuando bajé no me costó ubicar la cocina ya que en la planta baja solo se encontraban esta y una sala de estar con unos ventanales con vistas a toda la ciudad.

Me acerqué a la cocina sentándome en una silla enfrente de la barra dónde había colocado un desayuno que se veía increíble. Unas tortitas con arándanos y caramelo por encima además del vaso de agua y la pastilla que me había mencionado antes. Primero me comí las tortitas y después me tomé el medicamento, unos segundos después de haber terminado Ivanov bajó las escaleras y se acercó a mi con una sonrisa.

The Arsonist ~SpainRpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora