•||🔥||•Los días habían pasado lentos y ya llevaba semana y media en el hospital, hace unos pocos días el doctor me había permitido los paseos tutelados y los realizaba con la persona que estuviese de guardia o con la visita, aunque de vez en cuando me acompañaba el Doctor muerte para ver que tal caminaba y que tal iba la recuperación de mis costillas. Todavía llevaba unas aparatosas vendas en el torso y eran notables algunas magulladuras en mi rostro y manos pero me encontraba bastante mejor que los primeros días. Actualmente me encuentro hablando con el doctor y con el superintendente al lado sobre el alta médica que me van a dar hoy. Por desgracia tengo que estar vigilada por alguien constantemente lo que significa que Horacio y Gustabo no se van a separar de mi bajo ninguna circunstancia, hecho que me causaba bastante agobio ya que en el hospital no había podido estar sola ni un solo momento y cuando saliese tampoco iba a poder disfrutar de libertad.
-Entonces, tienes que tomarte estas pastillas cada 12 horas y estas otras cada 4 horas.- yo asentí desinteresada.
-¿Has escuchado algo de lo que te ha dicho muñeca?- el superintendente me sacó de mi pequeña ensoñación, sin embargo, volví a asentir sin interés alguno.- Esta claro que no nos has hecho ni puñetero caso y como no me fio de que te tomes las pastillas ni de que Mortadelo y Filemón te lo recuerden te vienes conmigo.
Yo me giré sorprendida hacia Conway que me miraba serio, por el giro tan brusco que realice noté un pinchazo de dolor en las costillas poniendo una mueca de dolor y llevando mi mano hacia la zona adolorida.
-No hagas movimientos tam bruscos o volverás a empeorar las heridas y contusiones.- el doctor muerte me miraba cansado.-Recuerda cambiarte las vendas a menudo.
Yo tan siquiera hice gesto alguno de aprobación ya que seguía mirando atónita al superintendente.
-¿Tengo monos en la cara supernena?- alzó una ceja irónico.- Me da igual que no estés de acuerdo, te vienes conmigo.
-No puedes obligarme.- le miré desafiante.
-Por supuesto que puedo.- me devolvió la mirada.
-¿Y por qué? ¿Por que eres el superintendente de esta ciudad?- le miré burlona.
-No.- me dedicó una sonrisa ladeada que me descolocó.- Por que soy Dios muñeca.
La pose que tenía, la profundidad de su voz y la sonrisa que era dirigida hacia mi provocaron que me quedara estática unos segundos, cuando me di cuenta de lo que estaba pasando sacudí mi cabeza ligeramente. Era increíble lo atractivo que era este hombre cuando se lo proponía, que pena que tenga 80 años.
-Lo que usted diga viejo loco..- susurré mirando al suelo.
-Ignoraré lo que me has llamado por que para tu suerte hoy tengo los cojones católicos, igualmente no me cabrees ¿entendido muñeca?- le ignoré completamente y me levanté de la cama con ayuda del doctor, y justo en ese momento entraba Horacio por la puerta con una bolsa en la mano.
-Te he traído ropa limpia de casa.- yo le dediqué una sonrisa agradecida.
Horacio se acercó a la puerta del baño mientras el doctor muerte me acompañaba hasta el mismo. Una vez dentro Horacio cerró la puerta y me ayudó a sentarme en el WC para después sacar la ropa de la bolsa y ayudarme a ponérmela. El conjunto constaba de una sudadera negra con rosas rojas en las mangas, un pantalón negro roto a la altura de las rodillas y una botas negras con suela alta. Se nota que Horacio ha elegido mi ropa ya que yo hubiese escogido un chandal cualquiera, me ayudó a peinarme haciendo un moño desordenado y al acabar me levanté del wáter con su ayuda. Salimos juntos de la habitación encontrándonos con Conway y Gustabo esperando en la habitación.
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The Arsonist ~SpainRp
Fanfiction"𝕀,𝕧𝕖 𝕒𝕝𝕨𝕒𝕪𝕤 𝕝𝕚𝕜𝕖 𝕥𝕠 𝕡𝕝𝕒𝕪 𝕨𝕚𝕥𝕙 𝕗𝕚𝕣𝕖" 🔥SpainRp series🔥 Spainrp x female oc Todos los derechos reservados©