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Me había despertado por la alarma que no paraba de sonar. La apagué medio adormilada y me levanté de la cama para comenzar mi rutina. Llevaba una semana y media trabajando en la comisaría, me conocía bien los códigos, las calles, a los agentes y a los criminales reincidentes, como Rogelio y Segismundo por ejemplo.

Me dirigí a la ducha y una vez terminé me sequé el pelo y fui al armario a coger ropa. Una sudadera ancha gris, unos pantalones vaqueros azul claro rotos y unas deportivas blancas. Cuando terminé de vestirme fui a la cocina a desayunar un café cargado, últimamente no dormía muy bien, me habían tocado varios turnos nocturnos seguidos y cuando dormía me atacaban pesadillas terribles que me obligaban a no poder dormir de nuevo. Desde que me llegó aquel mensaje recuerdos de mi pasado me atacan constantemente y provocan que este mas despistada.

Cuando terminé el café cogí el movil, las llaves del coche y las de casa y conduje hacia comisaría. Aparqué en el parking reservado para los agentes y entré por la puerta de comisaría saludando a mis compañeros que entraban de servicio y a los que salían. Ese día a Greco y a mi nos tocaba turno de día así que lo mas seguro es que patrullaríamos juntos. Ivanov que salía de servicio pasó a mi lado revolviéndome el pelo mientras bostezaba, yo esbocé una sonrisa y me despedí con la mano de el. Una vez entré en servicio me dirigí a los vestidores y me puse el uniforme guardando mi ropa en una bolsa de deporte en la taquilla. Pasé por armería para coger todo mi armamento, allí me encontré a Greco y juntos salimos a buscar un patrulla para hacer un poco de vigilancia hasta que empezasen a saltar códigos. Ibamos hablando de cualquier cosa mientras escuchábamos música tenue en el coche. Hubo un momento del día en el que saltaron dos códigos 3 a la vez y tuvimos que dividirnos los agentes que estábamos en servicio, y en radio. Greco y yo fuimos a la licorería donde había otro patrulla con dos agentes. Nos acercamos a la puerta y nos cedieron a nosotros la negociación alegando que ellos no sabían, Greco les mandó a hacer perímetro mientras yo discutía con los atracadores.

-Vamos a ver, no me puedo quitar la camiseta a cambio de un rehén.-suspiré frustrada ya que me lo habían pedido cuatro veces.

-Deje de molestar a la señorita o rompemos negociaciones.-Greco esta vez intervino intentando que hicieran caso. Al parecer a el si que lo respetaban ya que empezaron a tomarse la negociación enserio.

Acabamos de negociar habiendo aceptado un segundo y medio, nada de trucar el coche y nada de pinchos. Greco se subió al patrulla de conductor y yo de copiloto, empezó la persecución después de que los atracadores pitaran y nosotros contáramos un segundo y medio. Esta situación no duró mucho ya que los perseguidos se estamparon contra una farola y les detuvimos en el momento. Les subimos al patrulla y les leímos los derechos, cuando llegamos a comisaría les procesamos y les metimos en las celdas.

El día siguió así, entre códigos 3, persecuciones, vendedores de droga y peleas en garaje central que acababan con puñaladas. Me dirigí cansada hacia los vestuarios, cuando entré vi que Greco también se estaba cambiando con la misma cara de cansancio que yo.

-¿Vas a casa después de salir de servicio?-yo le miré y asentí en señal de respuesta.- Parece que te vas a dormir al volante, si quieres te llevo.

-No hace falta, aguantaré hasta casa, además, mi casa te queda muy lejos de la tuya, tu vives en el norte y no quiero que por mi culpa des mas viaje, estarás muy cansado y podría pasarte algo.- le hablé sin mirarle mientras me ponía la ropa con la que había venido.

-Te puedes venir a mi casa si quieres, así mañana volvemos juntos, nos toca el turno de día otra vez así que venimos directos y patrullamos juntos.- yo me giré a mirarle una vez cambiada.

The Arsonist ~SpainRpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora