The Arsonist ~SpainRp

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Me estaban llevando al hospital en ambulancia, a mi parecer era una medida exagerada pero viendo mi estado decidieron que era mejor. La niña no se separó ni un momento de mi así que convencí al Doctor muerte de que la dejara venir conmigo. No tardamos en llegar y los médicos que iban conmigo dentro bajaron la camilla y se abrieron paso rápidamente entre la poca gente que había a esas horas de la mañana. Una vez llegamos a una habitación procedieron a bajarme de la camilla para subirme a la cama de hospital y empezar a atenderme desde ahí. Me pusieron puntos, me desinfectaron las heridas y me hicieron pruebas y análisis para comprobar que no tuviera daños internos, cuando terminaron de hacerme todos los análisis me pusieron una vía en le brazo.

-Intenta no moverte mucho o abrirás los puntos.- el doctor muerte me dedicó una sonrisa y salió de la habitación para comprobar que las pruebas y análisis estuvieran en orden.

Habían permitido que la pequeña se quedara en un silla al lado de mi cama. Estiré mi mano vendada para tomar su pequeña manita que descansaba encima del colchón. Ella levantó la mirada al sentir mi tacto y pude comprobar que todavía tenía lagrimas acumuladas en los ojos. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que la niña aun llevaba el camisón y de que nadie le había hecho un chequeo medico para comprobar que estuviese bien. Apreté el botón al lado de mi cama para llamar a una enfermera la cual no tardo en aparecer.

-¿Todo bien señorita Koslova?- yo le dediqué una sonrisa.

-Yo estoy bien pero me gustaría que le hiciesen un chequeo a la pequeña y que le trajesen ropa.- la enfermera me devolvió la sonrisa y se acercó a la niña con intenciones de llevarla a otra sala para hacerle el chequeo.

La pequeña asustada se encogió en la silla y apretó aún mas mi mano que seguía sosteniendo la suya.

-¿Sería mucha molestia que la revisaran en esta habitación?- la enfermera me miró y pareció entender lo que pasaba.

-Ningún problema en seguida viene el doctor muerte a atenderos.- le dediqué una ultima sonrisa y se fue por la puerta.

-¿Como te llamas pequeña?- dirigí mi vista hacia la pequeña sentada a mi lado.

-Me llamo Violet.- su voz era dulce y usó un tono casi inaudible.

-Pues encantada de conocerte Violet, soy Sophya.-le dediqué una sonrisa que pareció tranquilizarla un poco.- No tienes que tener miedo, no dejaré que te pase nada malo.

Ella me miró y pude notar un brillo de alegría y esperanza en sus ojos. Estaba segura de que la pequeña lo había pasado muy mal y no estaba dispuesta a que nadie le volviese a hacer daño. Estaba perdida en mis pensamientos cuando el sonido de la puerta me devolvió a la realidad. Al girar mi mirada pude ver al Doctor muerte entrar con una sonrisa.

-Hola preciosa.- se encaminó hacia la silla de la pequeña niña que me miró buscando seguridad, yo le asentí con la cabeza y le sonreí con ternura.- Voy a hacerte un chequeo ¿está bien? Si hay algún lugar que te duela en específico me lo dices y te reviso.

La niña asintió con la cabeza tímidamente y el doctor muerte comenzó a comprobar que todo estuviera en orden. El verdadero problema llegó cuando le levantó el camisón y pudimos ver como tenía grandes cardenales en las costillas y el abdomen, eran iguales que los míos así que supuse que eran el resultado de las patadas que le propinó su padre antes de que yo interviniera. El doctor le tomó especial atención a esa zona y se giró a mirarme preocupado.

-Vamos a tener que hospitalizarla y dejarla en observación, no tienen buena pinta los moretones y si le propinaba palizas más a menudo ha podido causarle daños internos graves.-yo asentí asimilando lo que ya había cruzado mi mente en más de una ocasión desde que estaba aquí.