#5 Angeles de piedra

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Estoy en este lugar cuando necesito un trabajo, siempre es por las noches en el mismo centro de juegos donde me divierto moviendo palanca los y botones hasta que llega alguien y se detiene junto a mi poniendo una moneda en la maquina apartando un turno, apariencias. Me detengo a observarlo y me cuenta lo que necesita, siempre de manera discreta.

Esta vez una mochila callo frente a mi dejándome ver un montón de dinero

-Que rica estas mamasita... el jefe sabe elegir bien a sus putas, para lo bien que te paga.- murmuró un tipo acariciando mi cadera y bajando su mano hasta mi glúteo ese tipo estaba bailando en el límite de una linea muy delicada susurrando esas cosas detrás de mi, estaba muerto.

Tomé su mano y le di un giro que lo hizo caer de rodillas gimiendo de dolor.

-No te atrevas a tocae de nuevo o morirás.- Murmure, había llegado un trabajo, sin embargo había llegado mal.

Unos aplausos se escucharon en la consola de un lado, mire enfurecida

-Lamento que mi hombre sea un poco irrespetuoso, en realidad apenas lo contrate, puedes matarlo.- hablo otro ¿el jefe tal vez?, un rubio más alto, mi humor empeoró, el no estaba valorando la vida de quien se supone te protege... Me falto al respeto, pero el podía protegerlo, excusarlo

-A la mierda.- dije caminando a la salida.

-Requiero de ti para traerme algo, algo que en realidad me pertenece.- Dijo casi de inmediato tomando lo controles del juego donde estaba hace un momento

Gire para mirarlo por fin su tamaño me hizo levantar un poco la cabeza, me percate de que tenía el cuerpo fornido y una piel bronceada, en su rostro habia unos ojos muy azules y una sonrisa con dientes perfectos, nunca lo había visto, ni recordaba haber trabajado para alguien así de joven.

-Me confundes.- Aclare y seguí mi camino, llevar y traer paquetes no era lo mio.

Dispuesta a irme a casa, subí a mi moto pero aquel rubio me alcanzo e hizo algo que realmente me sorprendió, su brazo rodeo mi cintura y con la otra mano tomo de mi rostro y me obligó a verlo quizá ante la vista de los demás parecería un beso y unos novios enamorados, yo no permitía nunca ese contacto, me dedicaba incluso a algo estrictamente profecional pero el dijo algo que me impidió moverme

-Es a ti a quien busco, se que llevas diferente ropa y cabello, de hecho esos lentes te quedan genial pero se que eres Sakura Ha...

Tome su camisa y lo empuje hasta un callejón

-¿Quién eres tu?¿Como sabes eso?.-amenace apuntando con mi arma su cabeza, nunca nadie había dicho mi nombre

-Me presento, me llamo Naruto Uzumaki Soy alguien nuevo por este rumbo, pero se muy bien lo que hago en este negocio, me han contado mucho de ti muñequita, y requiero de tu suerte y habilidades.- murmuró muy coqueto -. Hay un tipo que me robó la mujer que más amaba ademas robo parte de mi negocio solo quiero todo de vuelta...

-¿Estas seguro que sabes hacer tu trabajo en este negocio? No estas pensando con la cabeza correcta.- respondí quitando el seguro a mi arma "Naruto" no me estaba dando mucha confianza y con ello la información que quizá tendría sobre mi además me habían hecho enfurecer en menos de 10 minutos

Los ojos de Naruto se pusieron serios, y recupero el porte de alguien que va al grano.
-No, quiza pienso con la cabeza que me gustaría tener dentro de ti, pero eso no importa, tu solo debes aceptar, destruir el negocio de mi enemigo y traerme de vuelta todo junto con la cabeza de mi mujer, mi hombre allá tiene la mitad del dinero que te pagare, el resto ya lo sabes.-

-No traeré su cabeza solo porque te dejo por otro...- alegue pero el me interrumpió de inmediato

-Lo se muñeca, y es por eso que te digo que mi mujer no era una santa, ella maneja un negocio donde roba niñitas como tu y las vende, las prostituye o las mata, ya conoces eso.

Bien, Naruto me tenia a su disposición, no es que el fuese un santo, pero me estaba dando la vida de alguien que, definitivamente jamás perdonaría.

-¿Cómo sabes?...

-¿Tu nombre?- me interrumpió volviendo a tomar una sonrisa vanidosa- mi contacto, Kakashi, me lo dijo, el te entreno ¿No es así? Al menos una persona debe saber todo sobre ti pequeña...

Kakashi era la única persona en este mundo al que podía acudir, el me rescató de el peligro y me enseñó a defenderme, fue el quien me dio mi nombre. Un tipo unos años mayor que yo y que vive a las fueras de la ciudad, siempre ocultando su rostro y con el cabello gris sobre la cara. Hace tanto que no lo veo...

Mis pensamientos fueron interrumpidos por los brazos de Naruto cambiando mi posición, acorralandome entre la pared y su cuerpo, mi arma apunto a su abdomen en señal de advertencia

-Dijo que eras de su propiedad chiquilla, es una lastima, es como un padre para mi, así que no puedo imaginarmelo sobre ti- Se apartó un poco- ¿Entonces que decides?

-... Bien-

-Genial, vamos te daré todo lo que necesitas.-

***

Era esto una broma ¿Verdad? Naruto Uzumaki me estaba tratando como una estúpida inexperta, que facilidad era llegar y dar un maldito tiro.

-No sabes nada Sakura- Alegó molesto el mientras se preparaba para atacar cuerpo a cuerpo frente a mi.

-¿Quién te dio el derecho a llamarme por mi nombre?- Estaba en mi límite, preparándome para probarle que no era una inexperta en combate, este trabajo me estaba llevando demasiado tiempo, ataco con una patada que esquive fácilmente y seguí con un puño directo a su mandíbula, pero también la esquivó, era bueno peleando

Después de unos minutos el cruzó una de sus piernas entre las mías y me hizo caer pecho tierra, sostuvo mis brazos por mi espalda, había perdido

-Eso fue demasiado fácil- murmuró en mi cuello

-Porque no solo me dices que territorio te quito y ya, no hay necesidad de que trates de entrenarme, lo demás ya es más fácil.- dije tratando de liberar mis brazos, se estaba tomando mucha confianza sobre mi

-Tu no entiendes aún mi plan, quiero que ese maldito sufra, y eso se debe planear adecuadamente, no así como así.- su voz era odio puro incluso apretó su agarré sobre mi

-Estas más enamorado de ese tipo que de la mujer que...

-No me hables de esa puta.- Interrumpió y entonces me soltó cómo si yo quemará, era un tipo demasiado extraño

Entonces lo entendí todo y sonreí cuando sus ojos azules se encontraron con los míos

-Estas frustrado ¿Es eso? Ninguna otra mujer te satisface, vaya eso sí que es un notición

-Hoy sales a tu primera misión princesa, vas a ir a este hotel está noche eliminarás a este tipo- Me entrego una carpeta donde se podía ver un hombre de tez blanca, cabello y ojos negros.- Será su primer advertencia.

-Bien.- afirme leyendo la carpeta

-Vamos hay que preparar todo.-Naruto extendió su mano para ayudarme.

Al final

Ella es alguien muy hermosa, de buen porte y de pocos amigos, pocas sonrisas y pocos sentimientos, para ella es mejor estar sola pues sólo así no hay preocupaciones.

Tampoco habla de más, te responde lo que necesitabas saber, no cuenta de su vida, y no sabrías nunca si tiene padres, hermanos o a alguna familia a la cual recurrir y proteger.

Tampoco sabrías su verdadera identidad, pues a veces lleva el cabello de distintos colores y maneras.

Su nombre junto con su paradero siempre es distinto, y lo único con lo que la reconoceras son por sus enormes ojos color jade, tan brillantes e incitantes, hay vida en ellos o si tu lo prefieres, muerte; sus ojos te juzgarán por tus pecados y ella te dará el castigo merecido.

Pero yo te diré su verdadero nombre, su verdadera identidad.

Un ángel.

Un demonio.

Sakura Haruno.

Una sicaria de respeto

One Shot Multi Saku [AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora