RuedaS •|Si quieres te puedo llevar|•

Ca¶ítulo |15

(Regalito anticipado para los lectores💃✨)

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La mañana siguiente, todo siguió bastante igual. Visité a Lucas y sí, me moría de vergüenza al ver la camilla y estando a su lado me urgía el hacer lo que imaginaba anteriormente y estaba tan ansiada que hasta dudaba de si mi mirada me delataría, así que solo mantenía el contacto necesario para que no notará mi calentura.

No quería que pensara mal de mí aunque la imagen no me la quita nadie.

Fue entonces, el otro día a ese que volví a visitarlo. Obviamente con la mente más limpia, o eso creo. En qué la habitación al entrar estaba más llena que los días pasados; eran al rededor de tres enfermeras, la doctora que ya medio acostumbraba ver salir de esta habitación cuando llegaba y su madre que al verme llegar, sonrío con un asentimiento y yo por supuesto saludé de la misma manera y me senté en un banquillo un poco alejada del lugar que redondeaba a mi precioso Lucas y que no podía ver por estar rodeado de gente, obviamente, se notaba que tendría que esperar y no me quejo.

Eran alrededor de las 4 de la tarde y mi emoción engrandeció cuando ya note que le terminaban de quitar las últimas bendas.

La doctora celebraba su pronta recuperación y su madre estaba al mar de lágrimas. Todavía relucían pares de moretones por su cuerpo de tonalidades un poco más suaves a comparación de cuendo entro aquí pero moretones igual, aún así la madre no dudo en ningún momento de acercarse a Lucas y pues yo por mi parte mantuve distancia con la sonrisita que me daba Lucas y sus ojitos brillantes que fijos en mí mientras la abrazaba lo cual me hacían sentir en ambiente.

Dado el momento hermoso la doctora llamo a la señora Adams  y la llevo a las afueras de la puerta dejando está aún abierta. 

Lucas al ver a su madre afuera sonrío aún más como forma de decirme que me acercara pero soy precavida, aunque no les niego que de acercarme lo haría hasta... Si mejor lo dejo solo ahí en mis pensamientos. Mejor esperaría el permiso de su madre y me acercaría sin chistar.

Me comunicaba con Lucas por mientras, con miradas. No había notado el televisor viejo hasta  que con su musiquita me movía para entretenerme a mí y a Lucas en un balanceo suave y muecas glamorosas que solo daban risa.

Pero la risa se me apagó un poco al escuchar, más menos lo que decía la doctora. Para disimularlo seguí obligando a mi cuerpo a moverse y mover un poco el banquillo hacia trás, casi me caia, pero valió la pena hacer reír a Lucas.

- Es demaciado fuerte señora Adams-. La doctora estaba tomandole las manos mientras lo decía. Y aquí no dudo de eso que dicen de que podemos hacer muchas cosas a la vez, me sentía así como cuando veía dramas asiáticos con un ojo en lo que hacian los actores, otro en los subtítulos y peor en este caso hasta mi audición divida, una al compás de la televisión y otro en sospecha de que decían.- Si está hubiera sido la segunda vez me desvanceria-. Eso como último y se fue.

Ya notado que se acercaba su madre volví completamente a menearme como maraca en joropo, pero ya Lucas sospechaba de que algo andaba hasiendo.

- Pasa Joh, no te quedes ahí-. Me decía la madre al entrar buscando su bolso.

Me pare para acomodar el banquillo y dejé mi bolso en el piso. Todavía no daba la señal.

- Saldré por un rato-. Ahí estaba, reí interna.- te agradecería mucho que te quedarás por hoy con Lucas no sé si podré volver a tiempo pero cualquier cosa, Lucas llámame-. Dijo para él mirándolo sería pero burlona.

Con gusto respondí interna.- No se preocupe-. No me moví hasta que ví a la madre salir, y fue en ese momento que me di la libertad de como si esa habitación fuera mía.