Capítulo 7

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El silencio reina en mi coche y la tensión en el ambiente es enorme.

No quiero ni mirar a Giselle por el numerito que ha montado en la discoteca. Seguramente todo el mundo se dio cuenta de que algo pasaba entre nosotros. Quería colocar una mano sobre su boca y así callarla mientras la arrastraba fuera del local.

Pero esto no pasó. Cuando se "cansó" de gritarme, nos pudimos ir. El imbécil de Samuel reía al vernos y solo quería reventarle la cabeza contra la barra y romperle los dientes. Se está pasando y no encuentro la situación graciosa.

—¡Joder, Zayn! ¡Joder! —comienza de nuevo Giselle gritando en el coche. Estamos a punto de llegar a nuestra casa y todos los vecinos escucharán nuestros gritos. Genial...

—¿Qué pasa, Giselle? ¿Por qué te pones así?

—¿Por qué me pongo así? El maldito tío me dice que se va en una puta semana y sin previo aviso. ¿Qué mierda te pasa en la cabeza?

—¡Ya basta, Giselle! —golpeo el volante una vez que aparco mi coche—. El alcohol se te ha subido a la cabeza y me estás montando este numerito.

Todo se queda en silencio y se escucha un golpe bastante fuerte. La mano de Giselle acaba de chocar contra mi mejilla y siento un gran ardor en esta.

Apago el motor del coche y cojo mis pertenencias. Salgo del coche dando un portazo y camino rápido hacia la puerta de mi casa, pero el sonido de sus tacones es más rápido que el de mis zapatos.

Cierro mi coche con el mando inalámbrico y entro en casa. Subo las escaleras y tiro mi cartera, mi móvil y mis llaves en una de las estanterías de mi habitación. Me quito la ropa rápidamente y me quedo en bóxers. Me meto debajo de las mantas y escondo mi rostro debajo de estas.

Aprieto mis ojos y hago todo lo posible para no sollozar. Sé que Giselle está cerca de nuestra habitación. Todavía escucho sus tacones, pero también su voz.

—Me voy a duchar —dice y cierra la puerta del baño que está en nuestra habitación.

Cuando hace esto, mis lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas como si fueran un río lleno de miles de litros de agua. Sollozo sin darle importancia a que me escuche. Comienzo a temblar entre lágrimas y abrazo un poco la almohada.

Bienvenido humor de mierda.

work |zayn malik|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora