Capítulo 4

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De verdad necesitaba el amor de Giselle. Necesitaba ir a su despacho no solo para entregarle lo que olvidó en casa, pero también necesitaba tener sus brazos alrededor de mí diciéndome que todo irá bien. Su dulzura es tan buena como su sensualidad. Esta mujer es una diosa que me vuelve loco, pero también me hace sonreír cuando nadie puede hacerlo.

Después de que me secase las lágrimas y de que me hablase en un tono muy tranquilo y dulce, no pude controlarme. Me acerqué tanto a ella mientras quería jugar conmigo. Se alejaba de mí, pero sabe perfectamente que no se puede escapar de su hombre. Por fin pude besarla cuando su espalda chocó contra el cómodo asiento.

Mis manos buscaban algo y ella, como de costumbre, me ayuda a encontrar lo que siempre busco. Coge una de mis manos y la acerca hacia su feminidad. Rozo esta deliciosa parte con la yema de mis dedos y un pequeño jadeo sale de sus labios, deteniendo así nuestro beso.

Error. Ahora todo se va a descontrolar más porque puedo ver su rostro sin besarla. Muevo mi mano encima de su pequeña ropa interior mientras su mano está alrededor de mi muñeca. Estoy a punto de introducir mis dedos debajo de esta prenda, pero Giselle tira de mi mano deteniéndome.

—¿Qué ocurre? —pregunto susurrando mientras mi voz suena distinta. Esta es la voz que le vuelve loca. 

Niega después de morder su labio inferior cerrando sus ojos al escuchar la voz que le encanta.

—¿Escondes algo? —hago otra pregunta, pero no hay respuesta. Lo único que encuentro son sus grandes pupilas mirándome y su labio inferior entre sus dientes.

Muevo mi mano y me deshago de su agarre. Por fin puedo introducir mis dedos debajo de su tanga de color blanco.

—¿Qué es esto? —pregunto mientras muevo lentamente mis dedos con mucha facilidad gracias a su humedad. No responde, solo muerde su labio inferior sin parar cerrando sus ojos. Espero unos segundos para que responda, pero no paro de mover mis dedos lentamente debajo de su prenda.

—Si paras de tocarme y no dices absolutamente nada, contesto tus preguntas —dice por fin y paso mi lengua por mis labios. Al abrir sus ojos, se encuentra con su futuro marido tocándola. Paro de mover mis dedos y la miro sin parar. Levanto una ceja dando una señal de que puede hablar—. Verás, cuando entras en mi despacho, inmediatamente mi cuerpo sufre cambios como ya ves —sonríe de manera tímida—. Este está acostumbrado a tener un poco de diversión en mi despacho.

—¿Me estás diciendo que siempre vengo a tu despacho para tener sexo? —pregunto con una cara bastante seria para ver su reacción.

Lleva un dedo a su labio inferior y lo aparta cuando muerde su labio.

—¿Sí? —dice muy tímida.

No lo voy a negar. Está en lo cierto. Siempre vengo a su despacho después de decirle alguna mentira a las recepcionistas, explicándoles porqué vengo a visitar a mi futura esposa. Que si le tengo que entregar dinero, que si le tengo que dar un ramo de rosas por algún día "importante" en nuestras vidas, etc. Pero solo vengo por una cosa en especial. Vengo para buscar a mi increíble diosa.

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¡Hola!

Lo siento. No he actualizado porque he estado algo ocupada estos días. Pero eso sí, tengo capítulos escritos desde hace días así que espero que pronto los pueda publicar.

De nuevo, perdón por desaparecer.

Espero que os siga gustando mi historia.

Gracias por seguir leyendo 

work |zayn malik|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora