Sólo Tú (AnaObi/ObiKin) [Traducción] <Queerocracy>

Capítulo 19: Familia.

Resumen: Anakin y ObiWan conocen a la Rebelión.

El Fantasma se acercó a la Flota Rebelde reunida más allá del Borde Exterior del espacio Imperial, una enorme flotilla a la deriva en un mar de estrellas. Obi-Wan había encontrado una portilla a través de la cual podía vislumbrar cómo se veía la rebelión cuando se acercaban. Era una tripulación abigarrada de barcos, sin uniformidad de diseño o función, la mayoría ni siquiera barcos militares. No se parecía en nada al poderío militar de la República ni a los separatistas con su vasta flota de buques de guerra. El desequilibrio de poder entre el Imperio y los rebeldes se manifestó dolorosamente ante los ojos de Obi-Wan. Esta fue una rebelión forjada por fuerzas dispares que trabajaban por un objetivo común, romper los lazos del malvado Imperio que había esclavizado a la galaxia a pesar de todas las probabilidades. Con solo mirar a la flota, supo que estaban severamente superados en armamento y en número, pero aun así lucharon.

El Fantasma se acercó al barco más grande de la flota, un barco capital designado como Hogar Uno. Parecía de diseño calamari, si la memoria de Obi-Wan le servía bien. Cuando entraron en el hangar, Obi-Wan fue a ayudar a Anakin desde la bahía médica hasta la bodega de carga. Ninguno de los dos habló con el otro, por lo que fue un asunto incómodo y silencioso cuando Obi-Wan trató de ayudarlo a bajar la escalera solo para terminar siendo aplastado. Quería gritarle, decirle que tenía toda la fe del mundo en él, que se preocupaba como un maestro de guardería demasiado inquieto. Pero Anakin, ahora libre de su agarre, corrió al lado de Ahsoka, balanceándose contra algunas cajas de carga e ignorando firmemente la dolorosa presencia de Obi-Wan.

Todos estaban ahora reunidos en la bodega de carga para el aterrizaje, ansiosos por reunirse con la Rebelión. Bueno, todos excepto Maz Kanata, que parecía cansada y desinteresada. Cuando Hera aterrizó, las puertas de la bahía se abrieron y la rampa se extendió hacia un amplio hangar. Fueron recibidos de inmediato por un escuadrón de rebeldes de aspecto no tan amistoso con sus blásters apuntados directamente al vientre de la bodega de carga.

- Whoa, whoa, ¿qué es esto? - Zeb demandó, de pie frente a su tripulación -. Todos somos amigos aquí.

- Voy a ser el juez de eso. ¿Dónde está el Jedi llamado Anakin Skywalker?

Alguien se abrió paso a través del escuadrón de rebeldes, una mujer con un vestido ajustado de cuello alto del color de los mares tormentosos que casi parecía estar girando y formando crestas sobre el vestido. Su cabello castaño estaba enrollado en un halo trenzado alrededor de la coronilla de su cabeza y, paradójicamente, sostenido en sus brazos había un rifle bláster E-11, que apuntó a Anakin cuando él dio un paso alrededor de Zeb -. Ese sería yo.

- Esposenlo y llévenlo al bergantín - ordenó la mujer.

El caos estalló cuando la tripulación Fantasma se opuso a tal trato de Anakin, demostrando cómo podía hacerse amigo de casi cualquier persona a pesar del desorden exacerbado de un humano que era.

- ¡Esto es muy innecesario, princesa!

- ¡Ha demostrado ser un amigo y un aliado!

- ¡Karrabast! ¡Estás cometiendo un error!

Incluso Chopper gorjeó enojado, los aguijones paralizantes apuntaban amenazadoramente al rebelde más cercano. Los guardias no se inmutaron mientras avanzaban y esposaron a Anakin, un poco más rudo de lo necesario en su estado de curación, que tenía a Obi-Wan a punto de intervenir, cuando la princesa volvió a hablar: —Toma su sable láser. Y me aferraré a la tuya también por ahora, Obi-Wan Kenobi.