Sólo Tú (AnaObi/ObiKin) [Traducción] <Queerocracy>

Capítulo 22: El fantasma.

Resumen: Los rebeldes formulan un plan.

Hubo gritos y mucho dolor. La ira y el terror se mezclan espeso en el aire como gas dioxis, tóxico y sofocante. No entendían por qué estaba sucediendo esto, qué los había condenado a todos y cada uno de ellos al cruel destino de su sable de plasma enojada que crepitaba como fuego azul justo.

Pasaron destellantes visiones de muerte y fuego. Arena. Calor. Un mar de estrellas indiferente a los mortales debajo de él. No se sentía como un sueño, más como un recuerdo borroso distorsionado por el tiempo y no la verdad completa, pero uno podía sentir su presencia enterrada debajo. Había algo allí, algo maligno, fuera de la vista pero flotando; influir y corromper. El verdadero maestro de la miseria. Un grito de guerra Tusken flotó en el aire, antes de que el sueño cambiara, se transformó en oscuridad.

Las estrellas pasaban nadando, como torpedos de iones de cegadora luz azul-blanca. Apareció una figura en la sombra que sujetaba un antiguo sable de luz con ambos puños levantados en lo alto. El Primordial se levanta de su reposo meditativo. Pero eran dos manos diferentes sosteniendo una hoja, dos cuerpos diferentes se fusionaron en uno. La díada es un linaje, una herencia... Invocamos a las dos... muchas voces comenzaron a susurrar al unísono, llegando desde más allá del dominio celestial antes de que algo interviniera. La cosa maligna que permanecía en las sombras de esos viejos recuerdos. De repente, hubo ojos rojos poseídos por los Sith abriéndose en el negro, como la nave malformada en Dagobah, seguidos de una carcajada y un rayo de la Fuerza disparado hacia los cielos.

Obi-Wan se despertó sobresaltado en la cama con un tirón como si acabara de romper la superficie del agua bajo la que se había estado ahogando. Anakin, respondiendo instintivamente a la angustia emocional de Obi-Wan, se lanzó fuera de la cama, el sable de luz llamó a su mano y se encendió.

- ¡Está bien! Fue... solo un sueño... - Obi-Wan trató de enviar energía tranquilizadora hacia Anakin, pero estaba más que un poco nervioso por el... ¿sueño?

No le habían parecido las visiones que había recibido justo antes de su viaje a través del tiempo, pero no pudo evitar preguntarse qué estaba tratando de decirle la Fuerza aquí. Cuanto más intentaba aferrarse a algo tan efímero como un sueño, más se deslizaba como arena fina entre sus dedos.

Miró a Anakin y sus ojos no pudieron evitar ser atraídos por los pantalones de tiro bajo que llevaba, exponiendo la V afilada de sus oblicuos, las crestas de su abdomen proyectadas en crudas sombras por el brillo de su espada azul.

- Vuelve a la cama, tengo frío - se quejó Obi-Wan, temblando exageradamente. La maldición de refugiarse en el espacio significaba que Obi-Wan a menudo tenía frío sin su fuente de calor del tamaño de Anakin.

El resplandor azul que bañaba la habitación se desvaneció cuando la cama se hundió y Anakin se recostó junto a Obi-Wan, su sable de luz cayó a los pies de la cama.

- Yo también he tenido sueños - susurró Anakin, descansando contra la cabecera de la cama en una posición vertical, tirando de Obi-Wan a su regazo -. No puedo describirlos del todo, están distorsionados y revueltos. Pero se siente como si algo estuviera tratando de acercarse...

- Yo también lo he sentido. Lo resolveremos.

- Te amo - jadeó Anakin, presionando un beso en su corona.

Obi-Wan miró al hombre de arriba -. Y yo a ti, querido.

El brazo de Anakin se deslizó alrededor de su cabeza para acunarlo y se inclinó para capturar los labios de Obi-Wan en los suyos. Fue un beso suave y reverente, su mano izquierda acariciando suavemente su barba. Una lengua se deslizó dentro de la suya y la recibió con gusto.