Filthy Lucre (Ryden)

24

A la mañana siguiente, Brendon regresó a casa cuando salió el sol.

Después de caminar con Jon y Joe durmiendo, entrelazados como si Brendon no existiera, como si fuera de alguna manera natural, trató de llamar a Ryan Ross y cuando Ryan Ross no respondió, Brendon pasó el resto de la noche. Ofreciendo mamadas de veinte dólares a los trucos sucios que recogió en la esquina de la calle, pensando todo el tiempo en la cara rota de Jon y la fea sonrisa de Marc Willis.

Brendon llevaba casi cincuenta horas sin dormir y hacía horas que había comenzado a sentirse tembloroso y débil. Se sentía como un zombi, el caparazón de un humano cuyo cuerpo era simplemente un recipiente. Cuando empujó la puerta, Jon levantó la cabeza aturdido de la cama y lo saludó con un gruñido de decepción.

Oh. Pensé que eras Joe. Salió a tomar un café" —murmuró Jon, hundiendo la cara en la almohada. Todavía estaba amoratado e hinchado, con un brillo púrpura oscuro alrededor del ojo izquierdo. Marc Willis realmente se había ido a la ciudad con Jon. El cabello de Jon era largo y le caía sobre las orejas, pero Brendon podía ver los mechones más cortos en la parte posterior de la cabeza, donde ese hijo de puta le sacó parches en el cuero cabelludo. A Brendon le ponía enfermo pensar que alguien podía disfrutar infligiendo tanto dolor a alguien, pero no anulaba el hecho de que Jon y Joe se estaban juntando cuando pensaron que Brendon estaba de espaldas. Esa comprensión dolió más que cualquier golpiza.

"Siento mucho decepcionarte", mordió Brendon, quitándose la chaqueta y tirándola al sofá. La almohada y la manta que Joe había estado usando estaban cuidadosamente dobladas sobre su brazo; obviamente, pasaron toda la noche en su cama juntos, abrazados, cálidos y cómodos mientras Brendon hacía trucos en la sucia esquina de la calle.

Jon ignoró su pequeña burla. "Joe dijo que probablemente podría conseguirme algo de codeína, ya sabes, para el dolor. Joe dijo que ese hijo de puta probablemente me rompió las costillas, y bueno, no hay nada que puedas hacer por las costillas rotas" —bufó, luchando por levantarse del colchón. Sus brazos estaban débiles, incapaces de sostener el peso de su cuerpo, pero Brendon no dio un paso adelante para ayudarlo.

Brendon nunca había recibido una paliza tan fuerte como la de Jon, pero sabía lo que se sentía al recibir una paliza con un truco como ese: te duelen los músculos durante días, te sientes débil y no solo físicamente, sino también emocionalmente. Fue como ser atropellado por un camión. Cuando finalmente se incorporó, los hombros de Jon se hundieron por el esfuerzo; Brendon ya sabía que estaría en la cama durante días con esas heridas. El hecho de que Joe fuera a ser el que los besara mejor dejó un sabor amargo en la parte posterior de su garganta.

"Joe juega a ser médico, ¿verdad? "

"Bueno, alguien tiene que hacerlo".

El silencio flotaba en el aire como un mal olor, no mencionado y no bienvenido y ninguno de los dos dijo nada más. Había tantas preguntas que Brendon quería hacer, tantas por qué y dónde y durante cuánto tiempo ... Las partes más oscuras de él querían saber si ya habían follado en su cama y qué hizo Joe para que Jon se corriera. Tal vez no follaron, tal vez hicieron el amor, ¿lo único que Brendon había estado tan desesperado por compartir con Jon y tal vez Joe se le había adelantado? Tal vez Joe llamó a Jon su bebé mientras se movían el uno dentro del otro, la mejilla de Jon presionando tiernamente la palma de la mano de Joe mientras lo acariciaba hasta el orgasmo. Después, cuando ambos bajaron de su clímax, tal vez ambos se rieron de Brendon por quedarse tanto tiempo después de que Jon hizo obvio que no quedaba amor entre ellos.

"¿Qué está pasando entre ustedes dos?" Preguntó Brendon finalmente. Los ojos tristes de Jon lo miraron, un feo moretón negro coloreando su cuenca izquierda.