Filthy Lucre (Ryden)

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Ryan estaba arrodillado en el piso del baño con los pantalones todavía alrededor de los tobillos cuando alguien golpeó la puerta con enojo. No había escuchado a nadie entrar al baño, pero tampoco había estado escuchando realmente. Ese orgasmo, después de casi un mes sin sexo, había sido otra cosa.

Los ojos oscuros de Brendon se fijaron en él desde arriba y se llevó la esquina del labio inferior a la boca con los dientes.

"Vaya", susurró. "Arrestado."

El estómago de Ryan subió al centro de su pecho. Sabía que lo estaba haciendo a propósito. Brendon no podía no sabe cómo puta caliente que estaba. Estaba jugando con el personaje que pensaba que todos esperaban de él, pero Ryan no era tonto, sabía más que eso. Brendon tenía que ser consciente del efecto que tenía en él: toda esta ridícula falsa inocencia, morderse los labios y orgasmos culpables. El tipo probablemente fue criado católico o algo así, pero Ryan sabía que Brendon disfrutaba ser una puta. Quería sacudirlo, besarlo, lamerlo, consumirlo por completo . Quería ascender desde la punta de los dedos de los pies hasta los mechones más largos de su cabello oscuro. Quería poseerlo, hacerlo completamente suyo.

Había estado fantaseando con él durante el último mes, con sentir la lengua de Brendon en cada uno de sus orificios, y supuso, viceversa. Pagaría un buen dinero para obligar a la cocaína a subir el culo de Brendon con la lengua y escucharlo gemir. Joder, Ryan ya se estaba poniendo duro de nuevo. Si no hubiera sido por el segundo golpe fuerte que interrumpió su línea de pensamiento, habría puesto a Brendon sobre sus manos y rodillas en el piso mugriento del inodoro y habría metido la boca entre sus nalgas. . Nunca quiso acorralar a nadie tanto como de repente quiso acorralar a la hermosa prostituta frente a él.

Brendon se pasó la mano por el pelo y lo miró con una ceja levantada. "¿Vas a querer compañía esta noche?" preguntó, su voz apenas un susurro por encima de la música que aún temblaba a través de las paredes.

"Sí", respondió con una sonrisa. "Cinco de los grandes".

La boca de Brendon se curvó hacia arriba en el borde y luego Ryan vio cómo sus dedos se cerraban alrededor de la cerradura y la retiraban de repente, abriendo la puerta y dejándolo en el suelo, con los pantalones alrededor de los tobillos, su polla todavía semidura entre las piernas.

Los ojos de Ryan se encontraron con el extraño que estaba parado encima de él, un hombre alto y sólido vestido todo de negro. Él debe haber parecido un estado total para el tipo - encogido en algún retrete de mierda con los pantalones bajados. Probablemente su cara todavía estaba enrojecida por el orgasmo, podía sentir su cabello pegado a la frente por el sudor y rápidamente se puso de pie, tirando de sus pantalones mientras el extraño empujaba el cúbico contra él.

Te das cuenta de que la solicitud es ilegal, ¿no? Debería llamar a los malditos policías , amenazó el hombre, agarrando la muñeca de Ryan y arrastrándolo bruscamente fuera del puesto. "Chicos como tú", escupió, "deberían estar encerrados, chupar pollas por dinero en efectivo, eres jodidamente asqueroso".

" Hey! "Ryan gritó, indignado por el hecho de que había sido confundido con la prostituta. Intentó abrocharse el cinturón sin mirar, con el ceño fruncido mientras miraba al hombre. "¿Quién diablos crees que eres? Vete a la mierda de aquí. ¿No sabes que yo soy ? escupió, encogiéndose silenciosamente ante su cliché. En un intento por recuperarse de su vergüenza, señaló a Brendon que estaba junto a él contra el fregadero. "¡ Él es el imbécil!"

Los ojos del hombre miraron lentamente al chico que no hace mucho tiempo afirmó que era el mejor polvo que había tenido; acababa de tirar por completo al hermoso e impecable joven debajo del autobús. La voz del portero se suavizó sarcásticamente. "Oh, Brendon follando a Urie. Lo siento, no te reconocí sin tu boca llena de polla. Todavía me debes dinero, hijo de puta."