04 - 𝐋𝐀 𝐂𝐀𝐑𝐓𝐀

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"Te quise, claro que lo hice. Y te quise bien. Ojalá tú hubieras hecho lo mismo conmigo. Todos merecemos estar con alguien que esté dispuesto a querernos como en verdad merecemos. Aunque tenga que esforzarse. El amor no se regala y ya está. Hay que mantenerlo vivo, feliz. Hay que alimentarlo de momentos, de historias. De besos de esos que encienden hasta el alma y nunca, jamás, dejar que caiga en el vacío de la rutina.

Cuando sales con alguien te comprometes a ello. Si no, ¿para qué hacerle perder el tiempo a la otra persona? Peor aún, ¿para qué jugar con su amor?

Ama como quieras que a ti te amen, siempre. Incluso intenta dar de ti un poco más. Al menos esa es mi forma de ver el amor, ojalá la tuya hubiera sido igual.

Dueles como nunca antes nadie había dolido.

Quizá me entregué demasiado a ti, pero es que soy así, no sé amar de otra manera que no sea dando siempre todo lo que tengo.

Al menos tengo la conciencia tranquila. No puedes reprocharme que no lo intenté. Y... a pesar de todo, ¿por qué soy yo la única que está mal? Te veo sonreír y duele. No porque no quiera que seas feliz, sino por la indiferencia que demuestras hacia todo lo que tuvimos.

O quizá no.

Tal vez esto sea solo un reflejo más de lo que tuvimos juntas. Un corazón roto, pero solo el mío. El tuyo sigue entero, no te preocupes, nunca llegaste a arriesgarlo en nuestro amor.

Ojalá una mañana me levante y ya no duelas. Abra los ojos sin miedo a olvidar tu rostro, me arranque del sueño de tus labios y cuando me mire en el espejo, ya no haya dolor en mis ojos.

Ojalá dejarte atrás. No te mereces doler así. Nunca hiciste lo suficiente para ganarte este derecho y, aun así, has conseguido doler más que ningún pasado.

Pero no importa. Supongo que algo aprenderé. Pensaré en ti como una lección más de la vida, una piedra en el camino que me ha hecho tropezar, pero que no ha conseguido que no me vuelva a levantar.

Jamás podrías conseguir eso.

Con afecto

Lalisa Manoban."

Jennie Pov's

Terminé de leer la carta que Lisa había hecho luego de haber salido del baño. Ahora me encontraba sentada frente a ella, estábamos en su oficina, ella se guejaba cada dos minutos por el dolor de sus manos.

Hablando de dolor.

Al leer la carta pude percibir el dolor que guardaba dentro, pude sentirlo y no había cosa que me colocará más triste que ver a personas sufrir por malos amores.

Lisa parecía ser una mujer seria y arrogante pero en el fondo sé que es un alma tierna y solitaria. En busca de cariño y apoyo. No ha tenido buenas experiencias como yo las he tenido pero le haré entender que a pesar del resultado que su relación le dejó, debe confiar y conocer a personas, no todas somos igual.

—Mamá...—un sollozo me hizo alzar la vista, Lisa estaba hablando por teléfono—... es que... mamá, ¿puedes dejar de regañarme? Sabes que he sufrido bastante con mi ruptura con Hyuna y mi rutina se basa en esto, en sufrir por algo que no volverá jamás...

Lo que ella necesitaba era salir de la zona de confort y me encargaré de eso.

Supongo que su zona de confort es estar de bar en bar, así que algo diferente debo conseguirme.

Debe ser algo que no llame demasiado su atención, pensara que me gusta... bueno... es atractiva y... ¡Vamos Kim, dejate de cosas! Creo que ir a un parque de diversión es una buena opción, ahí no hay alcohol y todo es más divertido que estar siempre en un bar. Lo digo por experiencia propia.

Los bares no son de mi gusto, pero si del “Manhattan” hablaremos. Ese bar es uno de los más famosos en todo Orlando, mi padre es dueño de un bar, también es famoso pero “Manhattan” supera la expectativa. Desde pequeña he tenido un sueño y es ser dueña de una tienda de moda y mi proyecto está en marcha pero ahorrar dinero ha sido una lucha. Mi padre sólo me ayuda con con 55 dólares cada semana y los gastos para cada cosa que quiero hacer, sobrepasa ese valor.

Y cantar en este bar, es la oportunidad perfecta para poder ahorrar lo suficiente...

End of Jennie's narration

Luego de terminar la llamada con mi madre, supuse que era el momento adecuado para conocer a mi empleada. Que desde que llego sóloe ha cuidado.

Ella tenía la carta que anteriormente yo había escrito. Eso me había ayudado a sacar todo lo que he llevado dentro desde la ruptura, algo en mi descanso luego de haber terminado de escribir.

Jennie parecía sumida en sus pensamientos, así que sólo me puse a revisar su hoja de vida.

«23 años...»

Vaya es joven. Claro, era de esperarse.

«Nacionalidad coreana... nacida el 16 de enero...»

Termine de leer sus datos y por lo visto, su padre es el dueño de “Mojitoʼs” al centro de Orlando. He escuchado que es un bar muy interesante y más por su especialidad: mojitos; se dice que son los mejores de toda la ciudad.

En fin... será mejor que empiece a preguntarle...

—Y... bien, cariño ¿Hace cuanto te dedicas a cantar en bares?—dije, abrí mi laptop y la mire.

Ella salió de su pensamiento y me miró.

—Está es mi primera vez, mi padre... bueno él nunca estuvo de acuerdo que cantara en su bar, decía que no quería que hombres morbosos me miraran.—explicó con una sonrisa.

Su sonrisa tenía algo, algo que le daba un vulco a mi corazón y a mi estómago.

—Espera un segundo...—le pedí a lo que asintió, rápidamente llame a Rosé por el teléfono que se encontraba justo al lado mio—. Rosie, ¿me puedes hacer pasar dos cafés con alguna tostada?

«Claro, Liz; Mimi va en unos minutos»

Colgué y mire de nuevo a Jennie.

—No es necesario que pidas algo para mi, yo ya he comido algo.—dijo, insegura.

—Tengo, no sé ¿un poder? De ver cuando la gente me miente y puedo asegurar que tú, pequeña castaña, me estás mintiendo.

—Lisa...

—Comerás antes de empezar los ensayos. El bar abre a las seis de la tarde y cierra a las tres de la madrugada—su cara de pocos amigos me hizo reír nasalmente—. Recortare tu horario, de alguna manera debo agradecer todo lo que he has hecho por mi, esta última hora. Además de recortar tu horario, subiré tu mensualidad y tu quincena, normalmente es de 400 dólares mensual y de 200 la quincena, la tuya será de 600 dólares de mensualidad y 300 dólares de quincena ¿alguna pregunta o duda?

—¿Mi horario empieza a que hora?—preguntó.

—Empieza las 7:30, los treinta minutos serán de preparación; acabará a las 12:40 de la media noche.

Jennie me sonrió y parecía querer decirme algo más...

@All Love.

LOVE MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora