08 - 𝐍𝐎 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐑𝐎 𝐀𝐌𝐎𝐑𝐄𝐒 𝐀 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀𝐒

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—Hyuna...—la miré indiferente.

Por primera vez, no hay dolor al mirarla y eso se le debe a ella... a Jennie. Hyuna me miraba con una sonrisa cínica, parecía estar loca. Se acercó poco a poco a mi hasta que quedó a centímetros de mi cara. Yo no me moví, no serviría de nada, podía sentir varias miradas pero era lo de menos; ella se veía vigorosa y eso me colocaba nerviosa.

—¿Esperas a alguien, muñeca?—me preguntó.

—Sí, espero a mi novia.—dije tratando de safarmela.

—Oh, vaya... sí que no pierdes el tiempo ah, debe ser una perra callejera...

Apreté mis puños con rabia, Jennie no era mi novia pero tampoco voy a permitir que hablen así de ella y menos Hyuna. Tenía un mal presentimiento y cuando digo que es malo es porque lo es.

—Cállate, que no quiero empezar a hablar de perras, no quiero herirte.—dije sinceramente. Ella me miró desafiante, no supe cómo ni cuando sus labios presionaban los míos, me tenía agarrada por la nuca, impidiendo moverme o alejarme.

—Lisa...—su voz retumbó en mis oídos y supe que ya la había cagando.

Me separé bruscamente de Hyuna y mire a Jennie quién tenía los ojos llenos de lágrimas y su labio inferior temblaba. Salió corriendo del lugar, yo miré a Hyuna quién sonreía victoriosa. Me acerqué sin nada de sutileza, la mire desafiante.

—Te quiero fuera de mi vida para siempre, me entendiste ¡para siempre, idiota!—todos en aquel restaurante me miraron y yo explote—. ¡¿Qué mierda miran?! ¡¿Les debo algo o qué?!

Todos apartaron la mirada apenados y otros la apartaron con rabia. Salí del lugar hecha fuego, cuando estuve en la entrada vi que Jennie caminaba errante por la acera.

Corrí y la tomé del brazo.

—Déjame.—dijo safandose fácilmente de mi agarre.

—Jennie... déjame decirte que sucedió, por favor escúchame...—me puse delante de ella haciendo que detuviera el paso.

Su maquillaje estaba corrido por las lágrimas, mire su cuerpo y su vestimenta la hacía ver sexy, tenía un buso color rojo con un cinturón de “MOUSSY”, un short negro y sus botas hasta los muslos.

La tomé de la cara y la obligué a mirarme.

—No quiero que me expliques lo que yo vi con mis propios ojos, Lalisa.—dijo apartando la vista.

—Iremos a mi casa y aún que no quieras te diré lo que realmente pasó.

Ella no se negó y se dejó llevar. La monte en el auto, el trayecto fue realmente incómodo, ella normalmente toma mi mano mientras manejo o me habla de su día, ahora sólo mira por la ventana mientras sus lágrimas bajan por sus regordetes mejillas. Me sentía culpable. Sabía que sucedería y aun así no tuve la valentía de separarme de Hyuna, no por querer besarla, solo quedé en shock al sentir sus labios con los míos. Dirigí mi mano al muslo de Jennie ella se sobresaltó y como era de esperar apartó mi mano con cierta brusquedad, dejándome muy claro su evidente enojo.

[...]

—¡Yo te quiero! ¡¿Acaso no te das cuenta?! ¡Lisa, estoy enamorada de tí y tú sólo te besas con otras en la que se suponía que era nuestra cena!—mis ojos se abrieron ligeramente al igual que mi boca ante su declaración. Ella lloraba desconsoladamente en mi cama mientras me gritaba.

—¡Ya te lo dije! ¡Ella me besó, yo ni siquiera me moví, me quedé paralizada! ¿Tanto cuesta creerme?—dije—. ¡Yo también te quiero...! Pero no es fácil, no quiero salir con otra herida...

Sentí como el llanto de Jennie se detuvo y sus botas sonaban mientras caminaba. Alcé la vista y me encontré con su mirada. Se abalanzó a mí. Yo la abracé por la cintura y lloré.

—¿De verdad me quieres?—dijo en mi cuello.

—De verdad te quiero.—dije con la voz temblorosa.

Ella se incorporó y me miró, apartó los mechones de cabello que se pegaban a mis mejillas debido a las lágrimas, se acercó un poco más y junto nuestras frentes, mire sus ojos y ella los míos.

Cortó la distancia y un beso lleno de amor empezó.

Quiéreme cuando ni yo misma sepa cómo. Cuando los miedos estén ganando la batalla y las dudas me aprieten el alma. Abrázame hasta que olvide que están ahí. Y entonces, no me sueltes. No me dejes caer porque tengo miedo de no poder levantarme.

Quiéreme entonces, en mis peores momentos, pues te prometo que en los buenos haré que todo haya merecido la pena. Sé que no debería pedirlo, pero tengo miedo de perderte igual que a otras personas que se fueron en el pasado. Todo son promesas de infinito hasta que llegan los malos tiempos. Entonces, las palabras se las lleva el viento y los hechos demuestran que ni el amor era tan fuerte, ni ellas tan sinceras.
Quiéreme de más allí donde otras personas no supieron, donde la suma tornó en resta y supuso el final del amor. Ya he sufrido demasiado por quienes no querían darlo todo, o quizá simplemente no sabían. A veces, a la hora de la verdad, hay quien no es capaz de sacar de dentro el 100% y prefieren guardar parte de sus reservas para sí. Es entonces cuando te das cuenta de que aquella frase de “en el amor, siempre hay uno que ama más”, cobra sentido. Eras tú, como siempre. Y una vez más te duelen tan dentro que te cuesta hasta respirar.

Quiéreme bien, no pido tanto. Quiéreme como todos merecemos ser queridos. Sin reservas, sin condiciones.
Quiéreme como yo te quiero.
O si no, no me quieras.
No quiero perder el tiempo.
No quiero más amores a medias.

Me separé por la falta de aire y acune su rostro.

«Nuestro primer beso...»

—No sabes lo feliz que me haces...—me dijo.

—Te digo lo mismo yo...

Sabía que necesitaba tiempo para pensar y ella lo tenía que saber.

—Lisa...

—No, Jennie, tengo que decirte algo...—suspiré y me dirigí a la cama, nos sentamos—. Necesito tiempo, te quiero, te quiero con toda mi alma, pero yo quiero pensar, quiero estar 100% segura de que si estaremos juntas, no saldrás herida y que yo tampoco salga herida.

—Yo no te haré..—la interrumpí.

—Sé que no lo harás, yo tampoco lo haré, pero quiero que me des unos días para pensarlo y estar segura de todo.—le dije más como una súplica.

Ella sonrió y se acercó peligrosamente a mí, me tomó de la nuca de me acercó a sus labios. El dulce sabor de su saliva invadió mi sentido, no supe cómo ni cuando su lengua empezó a jugar con la mía, era una hermosa sincronía.

Y ahí sentí lo que siempre había sentido desde lo sucedido con Hyuna.

Miedo.

@All Love.

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