Capitulo XI

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Mis ojos se fueron abriendo muy lentamente, sentía como si me estuviese levantando de una resaca, mi cabeza daba vueltas, mis ojos ardían, mi garganta se sentía seca y sentía un enorme dolor en todo el cuerpo.
Cuando me pude acostumbrar a la luz mire mi alrededor; en efecto tenía una resaca, toda el departamento estaba destrosado, botellas vacías, mugre y demás cosas, me pare como pude del piso y mariado me dediqué a intentar limpiar la casa, sabía perfectamente que no había nadie, se suponía que era cuarentena, y dudo que mi yo de 20 o 21 años sea tan imprudente, cuando termine de acomodar todo agarre el celular que estaba en la mesa, unos cuantos mensajes del grupo de vecinos quejándose por el ruido y nada más, la fecha fue lo único que necesite para darme cuenta de mi estado y mi edad, tenía 21 y era 5 de septiembre del 2020 ovio, un horroroso sábado, luego de eso fui a la cocina y tome un vaso de agua, ¿y ahora qué hago?; lamentablemente no puedo hacer nada con esta resaca que cargó, solo me dediqué a tirarme en mi sillón a mirar la tele.

El sonido del timbre me despertó; me había dormido, me levanté con peresa y abrí la puerta, una mujer de pelo negro y con lentes me observo del otro lado, paresia muy enojada.
-hola, ¿qué se le ofrece?-pregunte aún sabiendo que solo se venía a quejar.
-mire usted muchacho, los ruidos y la música no dejaron dormir a nadie, mi esposo y yo tenemos que trabajar y no pudimos pegar el ojo por su culpa-dijo sacándose los lentes y dejando ver unas enormes ojeras, yo intente sonreír.
-lo lamento son unos días difíciles, que tenga un bien día-le dije y le serre la puerta en la cara, no estaba en las condiciones ni con el mejor humor como para liderar con una loca vecina enojada, suspire cansado y me dirigí a la cocina arrastrando los pies, al abrir la heladera no encontré más que unas tres rebanadas de pizza frías, las tome y mientras entendía la tele me dediqué a masticar.

[...]

Luego de una larga siesta, porque que más se puede hacer, ¿no?; salir, no, ¿entonces?; nada más que dormir y estar con los celulares. Me senté en el sillón y me estire como pude, justo al instante un mensaje me llegó, era de Instagram, "wow que app más vieja", pensé, solo eran etiquetados de fans, lidear con eso no es, por ahora, mi problema volví a apagar el celular.

Estos van a ser días aburridos, pero como dijo el de las cartas por lo menos ahora no era nada malo, y aún mejor, no tendré que verle la cara a nadie, aunque pensándolo bien desde que dejé las batallas de freestyle no me veo casi nunca con los demás competidores, por ende no me veo más con valen.
































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"𝙀𝙣 𝙀𝙡 𝙏𝙞𝙚𝙢𝙥𝙤" »𝙒𝙤𝙨𝙖𝙣𝙞« ✓ʷᵒˢᵗᵉᵛᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora