Sunmi observó con curiosidad a su hijo, algo dentro de ella le decía que su hijo estaba metido en problemas o viviendo en una realidad alternativa mientras sonreía tontamente y jugaba con un mechón de sus verdosos cabellos.
— Escúpelo. ¿A quién te comiste? — Preguntó sin filtro alguno rompiendo la burbuja en la cual Jimin se encontraba. El menor observó con curiosidad el rostro de su madre para después soltar un pequeño suspiro soñador.
— No me comí a nadie todavía. — Se quejó enfurruñado ante la vil acusación de la mayor. La mujer rió divertida mientras negaba y tomaba asiento al lado del menor. El silencio de la casa les acompañó mientras las humeantes tazas de té reposaban sobre la mesa.
— ¿Entonces? ¿Qué es lo que tiene a mi pequeña víbora en otro mundo? — Cuestionó.
— Me gusta alguien. — Sunmi asintió divertida al ver el sonrojo por parte de su hijo.
— ¿Te gusta como presa, como juguete sexual o como algo serio? — El grito indignado de Jimin se escuchó por toda la sala mientras sin cuidado alguno lanzaba un cojín a la mujer. Sunmi rió divertida.
— ¡Estoy hablando algo serio, mamá! — Exclamó indignado. La mujer arqueó la ceja.
— Yo también estoy diciendo algo serio, todos los días vienes diciendo que alguien te gusta. — Exageró. Jimin deseó que de sus ojos salieran rayos láser para poder eliminar la sonrisa burlona que adornaba el rostro de la mujer.
— Es diferente ahora. — Protestó con un puchero. — Obviamente lo deseo sexualmente. — La mujer le observó conocedora de aquel detalle. Para nadie era un secreto que los omegas de su especie eran un tanto especiales o exóticos como calificaban a las boas, por ello tenían gustos extravagantes y eran lo contrario al sumiso modelo de omega que regía desde las alturas en la sociedad. — Pero también quiero que solamente sea mío. — Puchereó. — Siento su olor jodidamente adictivo envolverme cada vez que estoy cerca de él y sé que a él le pasa lo mismo. — Movió las cejas animadamente.
— ¿Entonces? — Inquirió Sunmi sin ver el problema en todo ello. Jimin suspiró sonoramente.
— Tengo miedo de que mi pequeña fama lo espante. — Expresó con la preocupación tiñendo cada una de sus palabras. — Pero en realidad quiero tenerlo en la palma de mi mano. — Susurró extendiendo su mano y mostrándosela a su madre. — Atraparlo. — Susurró decidido cerrando la mano. — Y preferiblemente encima de mi mientras me lo como a besos. — Mencionó con ánimo renovado mientras sus ojazos grises brillaban. Sunmi rió divertida besando la frente de su hijo.
— No tengo duda de que lo conseguirás bebé. — Animó. — ¿Qué especie es? — Jimin sonrió moviendo las cejas animadamente.
— Me saque el premio gordo, es un tigre. — Mencionó emocionado. — Un jodido tigre de bengala. — Suspiró soñadoramente mientras recordaba al pálido y el cálido tacto de su mano sosteniendo la suya mientras caminaron por el improvisado recorrido que Jimin le había dado al mayor por toda la universidad.
— Supongo entonces que dejarás los ligues semanales. — Jimin asintió sin sentir dolor por ello.
— Si quiero que ese gatito piense en mí como una potencial pareja, tengo que demostrarle que estoy comprometido con él aunque no seamos nada todavía. — Afirmó. — Además, desde que lo vi mi boa no ha sentido ganitas de nada con nadie, solo quiere enrollarse a YoonGi-hyung. — Expresó sonriente. Sunmi imitó la acción del menor mientras pasaba una mano por los hombros de este y lo atraía hacia ella.
— El amor, el amor. — Susurró divertida. — Trae ese gatito a casa cuando ya lo tengas atrapado, quiero conocerlo.
...
YoonGi gruñó cuando sintió el golpe en la mesa. Su ceño fruncido se detuvo en el alfa de la otra vez, el mismo que parecía estar detrás de Jimin ahora se encontraba a solo pasos de distancia acompañado de otros dos.
— ¿Pensaste que podrías doblegarme y quedarte tranquilo? — Preguntó JaeBum sarcásticamente. YoonGi rodó los ojos mientras se relajaba en su asiento y veía los temblorosos alfas que estaban detrás de JaeBum.
— ¿Qué quieres? — Cuestionó fastidiado mientras le veía. JaeBum rió sin gracia.
— Pues ponerte en tu lugar. ¿No es obvio? — El pálido arqueó la ceja divertido mientras veía de arriba abajo a los dos alfas que poco a poco se separaban de JaeBum.
— Pues si me permites decirlo, mi lugar está jodidamente cerca del rico omega de Boa que perseguías como un arrastrado. — JaeBum gruñó. — Y segundo, cuando quieras venir a intimidad a un alfa más desarrollado que el pobre lobito que maulla dentro de ti, consíguete otros acompañantes que no sean tan patéticos como tú y que no te dejen solo con tan solo segundos de haber llegado. — JaeBum parpadeó confundido mientras veía hacia atrás y notaba que estaba solo con la mirada de varios de la cafetería sobre él. — Con permiso, iré a buscar algo bonito, tan bonito como Jimin. — Mencionó divertido mientras veía al intento de alfa que intentó retarlo.
...
El omega se dejó caer sobre el verde pasto mientras se acomodaba lo más cómodo posible sobre este y cerraba sus ojos perezosamente disfrutando de la tranquilidad del lugar y de la sombra que le regalaba el gran roble en donde solía ir cuando quería estar solo.
JungKook asombrosamente lo había dejado solo para ir a rebotar con el animado tigre llamado TaeHyung y aquello lo tenía un poco triste. Nunca en sus tantos años de amistad se habían dejado de lado, pero tampoco pelearía por ello. Para Jimin la felicidad de su amigo conejito era igual de importante que la suya, así que siempre lo apoyaría.
Y si aquel tonto tigre rompía el corazón de su pequeño amigo, lo asfixiaría sin duda alguna.
— Lamento interrumpir pero también quiero un poco de sombra de este árbol. — Jimin sonrió al reconocer el aroma que envolvía al tigre y lentamente abrió sus ojos observando al mayor que le veía fijamente. — Tus ojos brillan como la luna, son bonitos. — Jimin no pudo evitar sonrojarse. — ¿Puedo quedarme contigo?
— Claro, puedes tomar asiento en cualquier lado, incluso arriba de mí, no hay problema. — Mencionó guiñándole el ojo. Aquello arrebató una gran carcajada por parte del pálido y Jimin se sintió maravillado ante la frescura que el mayor traía consigo mientras tomaba asiento a su lado para luego recostarse en el verde pasto.
— Eres tan descarado. — Se burló el pálido.
— ¿Es eso algún problema? — Cuestionó Jimin parpadeando inocentemente y acomodándose de forma que el mayor pudiera verle. YoonGi imitó la acción del menor viéndolo frente a él y detallando cada detalle de aquel omega que de cierta forma tenía atraído a su tigre interior.
— De hecho me gusta. — Confesó el pálido. — Me gusta tanto como me gustas tú. ¿Es eso algún problema? — Cuestionó el pálido usando las mismas palabras del omega. Jimin rió divertido.
— Depende de cómo te guste. — Susurró relamiendo los labios. YoonGi rio viendo con apremio aquel seductor acto. Solo llevaba pocas semanas en aquella universidad y pocos días conociendo al omega, pero de algo estaba seguro. Jimin era una pequeña cajita de sorpresas, tan multifacético y atrayente que poco a poco lo estaba envolviendo.
...
¡Hola! ¿Cómo andan?
Gracias por leer, votar y comentar: Rare!
Me alegra que les guste esto tanto como a mí.
¡Nos leemos pronto!
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Rare » Omegaverse Yoonmin.
FanfictionCuando Min conoce a Park, ambos saben que hay una gran química entre ambos, incluso al ser de especies diferentes. Hay miedo por parte de ambos; pero quizás solo tienen que dejar eso atrás y ser raros juntos. » Couple principal: Yoonmin. Mención...