Rare » Omegaverse Yoonmin.

[01]

— ¡Eres un completo desvergonzado Park Jimin! — Gritó la omega furiosa cuando observó al omega de cabellos verdes y ojos grises. Jimin rió sin ningún ápice de remordimiento, ya podía imaginar por donde venía la queja de la castaña y aquello simplemente le daba más risa.

— Para tu novio fui su mejor fantasía sexual, no me hiere lo que dices. — Mencionó encogiéndose de hombros, restándole total importancia a la queja de la castaña. Los cuchicheos y risas no se hicieron esperar dentro del cafetín mientras la castaña abría y cerraba la boca molesta ante la burla que estaba recibiendo por parte de sus demás compañeros y desconocidos.

— ¿Eso es todo lo que tienes que decir? — Mencionó entre dientes la castaña. Jimin negó.

— Ya sabes como soy. — Mencionó viéndola fijamente. — Dices que me gusta joder con todo lo que se mueve ¿no? ¿Entonces por qué dejas a tu perro sarnoso en celo cerca de esta víbora? — Inquirió con falso tono amable. — Solo tenía ganitas y él estaba ahí dispuesto para todo. — Rió formando un pequeño puchero como último. La castaña zapateó en su lugar y salió del cafetín bajo la risa de los presentes en el lugar.

— Jimin-hyung. — JungKook a su lado le observó divertido. El omega de conejo simplemente no podía evitar reírse ante todas las cosas que había escuchado por parte del mayor. Jimin parpadeó juguetonamente hacia el omega. — ¿En serio te acostaste con el tarado de Kim? — Jimin resopló con un bajo asentimiento.

— Dije que tenía ganitas y él estaba ahí como todos los idiotas que me siguen. — Gruñó de forma adorable el omega. — Lo peor es que tuvo el descaro de preguntarme si nos veríamos de nuevo. — Rió divertido el de ojos grises bajo la atenta mirada del conejito que parecía verlo como si fuera una especie de dios en la tierra. — Le dije: ¿Deseas que mi animal interno apriete tu cuerpo hasta que quedes tan gelatinoso como la gelatina? Obviamente salió corriendo como todos. — Rió.

— Eres un caso serio Jimin-ah. — Rió el conejito. Jimin negó.

— Soy único como mi especie. — Movió las cejas animadamente mientras un suspiro escapaba de sus labios. — Tú bien sabes lo que quiero. — Expresó con desánimo mientras reposaba su rostro en una de sus manos. JungKook asintió mientras dejaba de lado sus zanahorias y veía al mayor de ambos.

— Llegará algún día, lo verás. — Animó JungKook mientras acariciaba el bonito cabello que tenía su hyung. — Mientras recuérdale a tu animal interno que no soy su presa, soy su amigo. — Jimin rió por las ocurrencias del menor mientras veía con desagrado las zanahorias en la mesa.

Odiaba los vegetales con su cuerpo y alma.

...

YoonGi gruñó cuando salió del carro, a su lado TaeHyung silbó ante la majestuosa edificación, su animal interno se encontraba de cierta forma interesado en el lugar y él no era quien para frustrar su emoción por recorrer el lugar.

— ¿Seguro que eres un tigre? Pareces un perro cuando tiene tiempo sin salir de casa. — Gruñó el pálido. TaeHyung no se vio afectado por las palabras del mayor.

— Teníamos tiempo sin salir de Daegu. — Movió animadamente las cejas el menor. — Algo me dice que nos esperan cosas buenas dentro de este lugar y mi tigre quiere explorar y marcar su territorio de una buena vez. — YoonGi negó rodando los ojos.

— Lo último está fuera de los límites, era en Daegu que podíamos hacerlo porque éramos la raza dominante de la provincia, aquí en Seúl hay diversidad de especies y no podemos ir por la vida queriendo ser los dueños de un sector. — Gruñó. — Ahora toma tu camino que yo seguiré el mío. — TaeHyung negó inmediatamente.

— Mamá dijo que no te perdiera de vista en ningún momento. — Alertó el menor. Aunque eran hijos de padres diferentes, TaeHyung sentía el lazo que su animal interno sentía por el mayor y no lo dejaría solo en un nuevo lugar. — Sé que nuestros animales les gusta estar solos, pero tú y yo podemos romper esa estúpida regla y estar juntos en este lugar desconocido.

— Recuérdame porque viniste también. — Mencionó con desánimo el mayor. Tae rió.

— Porque mamá quiere que seamos unos tigres bonitos y bien portados, especialmente tú. — Se burló el menor. — Y como mamá es nuestra adoración. — YoonGi rodó los ojos. — Le haremos caso, así que mueve tu trasero Min que quiero ver qué hay de nuevo en este lugar.

...

Jimin y JungKook observaron curiosos el revuelo de omegas en los pasillos, habían demasiados olores en el pasillo y aquello aturdía al animal de Jimin que sentía que debía salir y ahorcar a más de uno si con ello volvía a tener el lugar dominado.

— Hay dos alfas nuevos. — Mencionó JungKook llamando su atención. Jimin observó con atención el lugar. No había nadie nuevo rondando por los pasillos. — Mejor vamos al salón, allá no debe de haber tanto alboroto y tu animal interno deseara quedarse tranquilo dentro de ti y no ahorcando personas tontas. — Jimin rió mientras negaba, ambos estuvieron a punto de ir al salón cuando la presencia de dos desconocidos se hizo presente por fin por el pasillo.

Jimin observó con atención a los recién llegados, uno vestía con ropas holgadas y un gorrito que cubría su singular cabello naranja, tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras veía con curiosidad el lugar. A su lado iba uno de baja estatura, quizás igual a la de él, vestido completamente de negro y con la piel más pálida que había podido ver en su vida. Su cabello también era de un lindo color naranja, llamativo en gran manera.

Cuando sus miradas cruzaron, Jimin sintió que la faltaba el aire. Solo fue cuestión de segundos para identificar al pálido como su pareja. Pero el aire dominante que expedía el pálido con facilidad lo hacía sentirse chiquito e indefenso aunque su animal interno fuera todo lo contrario.

— J-Jimin-h-hyung. — Chilló JungKook. Jimin salió de su ensoñación buscando a su mejor amigo a su lado. Grande fue su sorpresa cuando notó al menor detrás de él como si buscara esconderse.

— ¿Qué pasa JungKook? — El menor negó observando.

— Ese alfa me observa como si fuera su nuevo juguete masticable. — Jimin frunció el ceño mientras regresaba su mirada hacia los recién llegados. Para su sorpresa el pálido ni siquiera se detuvo a verlo más de dos segundos cuando ya había seguido su camino dejando atrás al de sonrisa contagiosa.

— Kim TaeHyung. — Se presentó animadamente el menor de los alfa. — ¿Me presentas a la bolita de pelo que se esconde detrás de ti? — Pidió con curiosidad. Jimin rió cuando sintió el saltito de miedo que pegó su amigo tras él.

— No creo que sea buen momento, es un conejito muy nervioso. — Comentó guiñándole el ojo. Tae asintió.

— Bueno, espero que sea después. — Comentó casualmente para luego seguir el camino que había tomado el pálido. Jimin observó en silencio la partida del menor.

— También espero que sea después y tu acompañante esté contigo. — Sonrió con emoción mientras veía el pasillo e ignoraba los gritos alarmados de su mejor amigo.

...

¡Hola!

Llegué actualizando, gracias por leer, votar y comentar en la primera parte de esto, me alegra el hecho que esto llamara su atención.

Espero que siga teniendo su atención y muchas gracias por el cariño a mis historias.

¡Nos leemos pronto!