//CAPÍTULO ONCE//

56 5 13
                                    

Narrador/a: Violet Evans

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Narrador/a: Violet Evans.

Mamá vuelve a gritar mi nombre mientras Davi esta en frente de mi invitandome a salir en este preciso instante como si fuese lo más normal de este mundo. Realmente no se en que planeta vive este chico pero definitivamente no es en el mismo en el que vivo yo.

—Davi no es tiempo para jugar, mamá va a subir en cualquier momento, además estan sus guarda espaldas por todos lados. Por favor vete—Le suplico. No niego que me gusta esa actitud toda determinada de quererme llevar con él (Ignoren que dije eso) pero justo en este momento ¿Por qué me pasan estas cosas a mi?
Estoy rogando a Dios porque algo sobre natural suceda en este instante.

—Solo acompañame ¿Cual es el problema?—Me pregunta sonriendo.

¡Dios!

—Davi ¿A caso no oyes cual es el problema?—Señalo mi puerta.

¡Oh por Dios! Mamá subiendo las escaleras. Davi me da una mirada divertida y tira de mi brazo hasta llegar la ventana.

—Es una pésima idea ya que ODIO LAS ALTURAS!—Davi me sostiene de una forma inesperda y baja por la enrredadera de mi ventana hasta llegar al suelo. No se que clase de deporte practica o que ejercicios hace pero literalmente me llevó cargada hasta tocar suelo.

—No veas, todo esta bien, no veas—Me repito con los ojos cerrados.

Estoy pidiendo que estoy sea una pesadilla. Abro los ojos...y esta justo frente de mi con una sonrisa que no comprendo. No es una pesadilla aunque tal ves si una escena que no olvidaré nunca.

—¿Te parece gracioso esto?—Le pregunto fingiendo mal humor aunque por dentro me muero por decir que si quiero ir con él ¡Demonios! ¿Que me sucede?

—Te rescate del Castillo.

¿Qué? Esta sonrojado y yo debo estar mas roja que el mismísimo color.

—¡Violet...

Oh no, esto va de mal en peor.

—Evans...

Mamá esta llamandome desde mi ventana de una forma poco usual.

—Difont'i! No lo diré dos veces, entra a la casa en este preciso instante—Ella tiene un semblante aterrador y la comprendo, ver a su hija en la calle junto a un extraño con la imagen de querer escapar no debe ser nada atractivo, mucho menos con mi historial...

Davi me sostiene del brazo y me hace seña para que corra con él ¿Qué se supone que deba hacer? Mandame una señal ¡Dios!

Y sí, creanme que la mandó. Comenzó a llover de una forma repentina, había sol hace un momento y justo ahora está lloviendo con brisa y demás. Creo que es momento de irme a casa...

—¡CORRE!—Davi sigue con ese espíritu aventurero loco y me sostiene de mi mano arrastrandome con él a donde muy seguramente es mi fín pero como también esto loqui corro con él.

A mi ritmo [1er libro T.R] POR EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora