//CAPÍTULO VEINTISÉIS//

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Narrador/a: Jackson Pierce

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Narrador/a: Jackson Pierce.

Llega siempre un momento en nuestras vidas en el que nos preguntamos ¿Por qué a mí? La mayoría de las ocasiones es innecesaria la pregunta, cuánto más la respuesta, yo en particular me lo he preguntado desde que era muy pequeño, siempre recurri a esa pregunta para refugiarme y de cierto modo resguardarme, teniendo una excusa así para defenderme ante la vida cuando no lograba algo, aunque no soy de los que se rinden. Crecí con mi madre en una pequeña cabaña alejada de la ciudad, solo eramos ella, mi hermano menor y yo. Papá nos dejó cuando mi hermano menor nació y para el entonces yo solo tenía cinco años, cuando cumplí díez mamá consiguió traslado en su empleo por lo que nos mudamos a la mejor ciudad del mundo, París, en donde más adelante conocí el verdadero amor "El baile" recibí una beca en una de las mejores academias de toda Francia en donde ingresé a los quince años de edad, me convertí años después en un profesor de ballet... Y aunque he logrado mucho en la vida en tan corto tiempo de vida, sigo preguntándome ¿Por qué a mí? ¿Es que acaso hay algún culpable? Crecí básicamente sin la figura partena teniendo que ayudar a mamá desde muy temprana edad en las cosas de la casa como, cocinar, limpiar, cuidar y llevar a mi hermano al colegio, todo eso sin dejar de estudiar, no éramos pobres y agradezco por ello, pero tampoco nos sobraban las cosas, tuve que ganarmelas a medida que crecía. Hace dos años casi tres conocí a quién cambió mi mundo por completo, conocí al amor de mi vida, y una vez más tuve que preguntarme ¿Por qué a mí? La pregunta surgió un año después de haberla conocido; ella era perfecta y creo que yo también lo fuí en su momento para ella, no fué una relación común ni fácil pero desde que descubrimos que ambos estábamos enamorados luchamos por ese sentimiento ¿Saben? Ese sí fue un amor de esos imposibles, en dónde la niña de los padres millonarios es intocable y si alguien si quiera la mira, esta muerto, yo lo sabía pero sin embargo hice todo lo que estuvo en mis manos para que ella se quedara a mi lado, pero una vez más y no muy parecido a la ficción, nos separaron y ¡Vaya! Que es para siempre, entonces justo en ese momento me pregunté una ocasión más ¿Por qué a mí? La misma pregunta que se hizo presente un año de habernos separado y me doy cuenta que ella ya tiene a alguien más en su vida ¿Se supone que hay un tiempo estipulado para superar al amor de tu vida? No la juzgo, no podría porque aunque me duele aceptarlo yo también busqué mil formas para olvidarla, pero hoy años después no consigo la manera de sacarla de mi mente. Otra vez y tal ves por última la pregunta vuelve destrozandome en mil pedazos, atacando más fuerte que nunca y tal ves ni siquiera me refiero a mí, hablo de mamá, de mi hermano menor que está en Grecia, de Isabel que es mi actual compañera, hablo de incluso de ella, porque aunque no lo sepa en algún momento lo sabrá y peor aún cuándo llegué el momento será tarde, de esto hablo, porque el cáncer no te destruye a ti, si no a los tuyos, a todos los que quieres los hace pedazos que es peor aún, entonces una vez me permito el derecho de preguntar al ser sobrenatural un Dios si existe realmente ¿Por qué, por qué a mí? Solo hoy, quisiera poder escuchar su respuesta. No estoy culpando a nadie de lo que sucede pero si quiera entender ¿Realmente hay una finalidad de bién en todo esto? Realmente lo dudo mucho...

A mi ritmo [1er libro T.R] POR EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora