A mi ritmo [1er libro T.R] POR EDITAR

//CAPÍTULO VEINTIUNO//

Narrador/a: Violet Evans

—Exacto, solo repite la serie una vez mas quiero verla completa—Dice Maggy. Estamos ensayando (Como cosa rara en mi vida) después de enviar ese correo tuve que bajar a practicar con mi instructora y hemos pasado todo el día así para esta hora ya estoy agotada <Floja>.

—Como mande—Le digo en respuesta rodando los ojos. Repito la serie una vez más y me esta saliendo muy hasta que entra mi papá jalando la puerta del salón bruscamente.

—¿Se le ofrece algo señor Evans?—Le pregunta amablemente Maggy. Se nota que acaba de llegar, tiene un Blazers beige que juega con sus pantalones unos zapatos oscuros. La mirada del señor Evans permance sobre mí indicando que lo que sea que vaya a decir no es nada bueno.

—Dejame solo con mi hija, Maggy—Responde con paciencia, Maggy se encoje de hombros me pasa por el lado y cuando llega a la puerta papá le da una sonrisa tranquilizadora. Bien, no es malo <Si claro>

—¿Qué sucede?—Voy a la mesa del fondo y bebo de mi botella de agua, seco el poco sudor que tengo en mi cuerpo con una toalla blanca que también estaba en la pequeña mesa.

—Eso quisiera preguntar yo.

—¿Disculpa?

—¿Qué demonios sucede Violet? ¿No fuí lo suficiente claro esta mañana?

—No entiendo de que hablas...

—¡Ohh si! Claro que sabes—Me señala y habla con un tono que odio. Camina hacia mi y arranca la botella de mi mano de un balón inesperado.—La década me acaba de llamar.

Oh no...

—¿Y qué te dijo?—Pregunto después de tragar grueso. Por favor que no le haya dicho, que no le haya dicho...

—No sé, porque no me lo dices tu ¿He?

—Papá yo...

—Tú Violet no te gobiernas ¿No lo entiendes? No tienes ningún derecho de cancelar tu cupo de este año así como así, como si todo lo que hemos hecho tu madre y yo no valiese para nada la pena—Su respiración es tranquila como siempre, es lo que diferencia al señor Christopher Evans de la señora Megan Difont'i. Mamá es explosiva, papá es calmado y diplomático (Lo cual lo vuelve mas peligroso)

—Papá no es eso, valoro muchísimo lo que hacen por mi a diario y en los estudios, per...

—No parece—No me deja terminar.—Creía que no eras una niña mal criada de mami y papi, yo realmente creí que esa etapa simplemente había acabado pero tu nos sorprendes cada día ¿No es así?

—¿A caso me escuchas alguna vez en tu vida?—Alzo la vos desesperada. Me separo de él y camino sin rumbo, él solo me sigue con la mirada.—¿Alguna ves me escucharon cuando te dije que quería dejar el baile?—Tomo aire y me devuelvo a donde papá continúa de pie.—Cuando era pequeña si creía saber perfectamente que quería y no era bailar ¿Sabes? Pero nunca escuchas...