A mi ritmo [1er libro T.R] POR EDITAR

//CAPÍTULO VEINTICINCO//

Narrador/a: Violet Evans.

—¡Tienes que beber otra vez!—Grita Samir bastante ebrio. Che ríe y bebe una segunda vez, ya nos hemos acabado cinco botellas. Después del concierto y llegar aquí Davi me dijo que mamá me había dado permiso de quedarme "A dormí aquí" así que aquí estamos jugando uno de esos tipos juegos de beber y preguntar, a este punto hasta yo estoy ebria y no me gusta para nada tomar.

—Okey okey. Tu turno Violet, lanza una pregunta—Añade Grace de brazos cruzados. Esta despeinada, con una pijama blanca y con el maquillaje corrido.

—Bien...—Hago una mueca de que estoy pensando en algo.—Momento más incómodo que hayan tenido que presenciar con una pareja—Suelto sin saber que preguntar.

—Una vez salí con un chico que tenía novia pero yo no lo sabía, así que un día fuimos por un helado y si novia llegó gritándole y bueno, muyyy incómodo—Responde Grace riendo y bebiendo un pequeño sorbo de la botella que esta en medio de nosotros. Todos formamos un pequeño círculo en la sala de la mansión, las botellas vacías estan tiradas en diferentes lugares y las llenas permanecen en el medio de todos con pequeños vasos de bar.

—Salí con una chica que en medio de una fiesta quiso literalmente violarme a la semana de habernos conocidos—Añade Samir y completa con una pregunta.—¿Quién demonios se acuesta con alguien a la semana de haberse conocido?—Cuando terminó de hacer la pregunta todos los ojos cayeron en alguien muy específico. Volteo a ver de quién de trata y es del guitarrista, todos lo ven con cara de "Él" él lo hizo. Samir ríe y después bebe.

—Okey, okey. Mi momento incómodo fué en la academia, tenía especie de una relación con una hermosa guitarrista y un día la vi besarse con otra chica ¿Pueden creerlo?

—¡Asqueroso!—Chilla Grace haciendo una mueca de vomitar.

—Ya Samir lo dijo ¿No?—Dice Davi cuando esperamos por su momento incómodo. Su respuesta me da a entender que esta muy molesto.

—¡Relajate!

—¿Relajarme? Ustedes conocen la historia no hace falta que se las repita  cada vez que se emborrachen todos—Se levanta de sopetón y sube las escaleras. Todos se miran preocupados.

—Creo que debería de subir...—Sigo a Davi por las escaleras hasta que entra en una habitación. Se sienta en el borde de la cama y me siento a su lado.

—No quiero hablar—Dice con molestia. Su respiración es acelerada y sus ojos ven un punto fijo.

—No tienes que hacerlo—Davi permance ahí sentado viendo a la nada, y yo acompaño su silencio. Los minutos se vuelven eterno y se tornan incómodos tanto que se me ocurre irme y dejarlo ahí hasta que vuelve hablar.

—Ella... realmente me enamoré—Dice después de un buen rato. Juega con sus dedos.—Solo teníamos una semana de habernos conocido pero era como si la hubiese conocido de toda la vida, yo no esperaba que ella se me entregara el día en el que lo hizo pero tampoco me negué—Sus ojos comienzan a relajarse, suelta un suspiro largo que le permite relajarse.—Ella...—Ríe con amargura.