Más que amigos ||C.V. Y TÚ||Terminada||

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¡Doble actualización! Les aviso por si Wattpad los trajo primero a éste.

Unos golpes en la puerta interrumpieron mi sueño, mire a mis lados, Joel estaba a un lado y Chris del otro, ambos estaban dormidos.

Mire mis muñecas, las cuales tenían marcas rojas adornadas alrededor. La puerta volvió a ser tocada.

—¿Quién es? —pregunte colocándome la playera de Christopher.

—Hija, abre la puerta, he traído la cena —«Oh no».

Mire la cama donde aquellos chicos estaban plácidamente dormidos sin nada más que unos boxers.

—Mamá, ya he cenado —dije colocándome las bragas.

—¿Puedes abrir la puerta? —maldije caminando al armario para sacar un short y ponérmelo.

—Un segundo mamá, estoy buscando mi celular —le dije.

—¿Para que? —pregunto.

—Humm, para apagar la alarma es que hicimos una pijamada con Joel y Christopher y no quiero que se despierten —le dije, entonces abrí la puerta intentando que no pudiera ver a los chicos de mi cama.

—Espero que estén en camas separadas —dijo mi madre mirándome.

—Si, Joel está en el pequeño sofá y Christopher está en el suelo. Ambos están exhaustos —dije, entonces mi mamá me miró con la ceja arqueada.

—¿Por qué? —me pregunto.

—Hemos estado jugando y literalmente estábamos corriendo alrededor de la casa, llame a Aarón para que venga con una de sus amigas pero me canceló así que hicimos fiesta con Christopher y Joel —mentí.

—Oh... ¿Christopher está sin playera? —me pregunto, yo asentí.

—Si, tiene un fetiche raro que le prohíbe dormir con una playera puesta —le dije, mi madre me miró no tan convencida.

—¿Puedo pasar? —pregunto.

—No, ambos están dormidos por completo y no quiero despertarlos. Te recomiendo que pases más tarde —le sonreí.

—¿Me estas ocultando algo?

—No, mamá, ya tengo diecinueve, no tienes porqué preocuparte —le dije.

—Esta bien —mumuro para caminar hacia su habitación, cerré la puerta con seguro y apoye mi cabeza contra la puerta.

—Humm... —gimió Christopher, lo mire y tenía los ojos cerrados. «¿Estaba soñando algo erótico?»— Humm... Chocolate —murmuró.

«No, no era nada erótico».

Bufé y camine hacia la cama, me recosté en el medio de ambos y sonreí.

—Creo que haremos tríos más de seguido —murmuré y abrace a Christopher por la cintura.

(•••)

Martes por la tarde me encontraba en el Starbucks con Zabdiel tomando café, el maestro sexy había dejado mucha tarea y que a duras penas la había terminado, Christopher me había regalado una caja de bombones que me acabe en la mañana, lo que provocó que me doliera el estómago.

—¿Cómo estás? —me pregunto Zabdiel animado.

—Muerta —murmuré.

—¿Por qué? —me pregunto tomando de su café.

—¿Me regañarías si te digo que hice algo que no sé si está bien y que la mayor parte de mi se arrepiente?

—¿Has matado a alguien? —preguntó yo negué con la cabeza— Entonces no te arrepientas —me sonrió.

—Me he acostado con dos chicos —murmuré.

—¿Tienes novio? —me pregunto y negué con la cabeza— Bueno, estás viviendo tu soltería —dijo.

—El mismo día —murmuré.

—¿Crees que te estás volviendo ninfómana? —me pregunto divertido.

—El mismo día, al mismo tiempo —le dije entonces entendió.

—¿Y no me invitaste? Estoy decepcionado, me hubiera gustado el cuarteto —me dijo, hice una bolita con la servilleta y se la tiré— ¿Sabes? Esta bien, quieres disfrutar de tu sexualidad —se encogió de hombros.

—Zabdi, me gustó y no sabes cómo.... Pero, ¡Dios! Esta mal —le dije, el negó con la cabeza.

—¿Sabes? Una vez en el internado me folle a dos maestras al mismo tiempo... No tiene nada de malo, es divertido

—Pero uno de ellos me gusta y el otro es algo como un ex —le dije.

El bufó.

—¿Y? Tú solo los follas y ya, cero compromisos —me dijo.

—¿También puedo follarte a ti? —le pregunté divertida.

—Tienes mi número para cuando te sientas sola —me sonrió.

—Humm... Tentador —le sonreí.