22. Oportunidades

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"Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de él, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en él. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo.

Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, porque todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad, y otra, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos durante esa hora.

Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón."

Michael Ende

Heechul al fin asumió la dirección de la empresa. Kim Enterprises tenía un nuevo presidente que vestía un traje rojo, una bufanda de colores y un bolso de mano con un gato impreso en él. Estaba extasiado. El mundo, ahora sí, le pertenecía y lo iba a disfrutar al máximo.

Su oficina, contra todo pronóstico, parecía sumamente cómoda, estaba decorada con cosas personales, colores alegres, muebles sencillos y las ilustraciones de Seohyun adornaban la mayoría de las paredes. Acababa de concluir el primer mes de trabajo reclinado en su sillón.

—Señor Kim— habló su secretaria a través del teléfono.

— ¿Sí?— respondió.

—El señor Lee ya está aquí, ¿quiere que lo invite a pasar?

—Por supuesto— informó y salió detrás de su escritorio para ocupar un gran sillón verde.

—Compermiso— habló Donghae mientras cruzaba la puerta y la cerraba tras de sí— Su empresa me envió un correo citándome aquí para...

—Siéntate— invitó Heechul, con su voz normal y su risa encantadora.

Los ojos de Hae estaban abiertos y su expresión congelada. Su amigo había omitido algunos detalles sobre el nuevo trabajo...

—Tierra llamando a Donghae...

— ¿Tú?— dijo el castaño caminando hasta el sillón verde mientras lo señalaba. Cuando se sentó volvió a decir — ¿Cómo es que conseguiste este puesto?

—Mi padre decidió jubilarse, alguien tenía que dirigir el imperio— respondió y se encogió de hombros.

—O sea que si eras millonario, después de todo.

Heechul negó con la cabeza

—En ese entonces mis padres lo eran, pero ahora— señaló al rededor— yo también podré serlo. Pero no te he citado aquí para eso, hay algo más importante que quiero decirte.

— ¿Me vas a pedir un riñón?— Bromeó Hae, Hee río pero negó.

—Como sabrás, ésta empresa es dueña de muchas tiendas de conveniencia— Hae arrugó el ceño— de restaurantes— el castaño asintió— y de bares...—Hae contuvo la respiración— Recientemente abrimos uno en el centro de la ciudad, a pesar de que tiene poco tiempo, es realmente exitoso y estamos contratando personal.

—No es cierto...—susurró Donghae.

—Bueno, no, tienes razón— Heechul rodó los ojos— Jongwoon se volvió el gerente de ese bar...— Donghae estaba sorprendido, Jongwoon era uno de los mejores bartender del país, maldita sea—Es un muy buen amigo mío, lo conocí hace tiempo, en un bar, precisamente— Heechul sonrió y se perdió unos instantes en sus recuerdos— pero aquí lo importante es que su lugar quedó vacío. Sé que eres un principiante, que tu entrenamiento como barista sólo es para el café, pero creo en ti, en tu talento y en tu dedicación. Jongwoon estará encantado de entrenarte ¿qué dices? ¿Te subes al barco?

The Lucky Ones [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora