5. El regalo de cumpleaños

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Hyukjae salió de trabajar agotado, Heechul tenía una cita o algo similar, porque en cuanto cruzaron la puerta él se despidió y se fue de inmediato. Iba a casa a emperifollarse, siempre lucía guapo, pero cuando salía a divertirse trataba de verse mejor aún, si aquello era posible. Ese día necesitaba verse más glamoroso para cenar pasta en un restaurante italiano.

Hyukjae sólo sonrió, su amigo era como el portador de un virus de alegría que se contagiaba con mucha facilidad, casi como la gripa. Él por otro lado no tuvo más remedio que irse a hacer lo de siempre, caminar por donde siempre hasta tomar el autobús de siempre para bajarse en la parada de siempre, entró a la cafetería, encontró una mesa vacía y se dirigió a ella, no sin antes buscar a Seohyun con la mirada para saludarla, cuando la encontró le sonrió y le hizo un gesto con la mano que ella correspondió.

—Cappuccino grande, ¿igual que siempre?— preguntó Seohyun con un tono alegre cuando se acercó a tomar la orden.

—No, hoy me siento aventurero y quiero un macciato caramel, con mucho, mucho caramelo.

— ¿Fue un día pesado?

—Ni que lo digas, los lunes siempre son agotadores.

—Aquí últimamente todos los días son lunes y viernes, largos, agotadores y terribles.

—Servir en un lugar tan concurrido es una verdadera refriega— respondió Hyukjae mientras se sobaba el cuello, tenía algunos días sintiendo pesadez en los hombros.

—Te traeré un té, seguro que eso alivia el estrés y la tensión— después se retiró a la barra.

Hyukjae estaba contento y agotado, pero sentir que podría estar haciendo una amiga nueva lo inundó de felicidad, rebuscó entre su mochila los tan acostumbrados audífonos y se los colocó para esperar a que vinieran con su orden.

—Aquí tiene, joven— murmuró Seohyun, Hyukjae se retiró los auriculares.

—Muchas gracias... por cierto ¿sí le compraste calcetines a tu amigo?

—No, no me dio tiempo de ir, pero es su cumpleaños hasta las 11:59, así que veré que se me ocurre.

— ¿Ah, es hoy?, seguro que debe de haber en la plaza.

—Hoy termino mi turno hasta la noche, no sé si cuando salga podré encontrar algo abierto— Seohyun estaba afligida.

—Puedes hacerle un cupón o algo así, que diga "vale por unos calcetines", se lo das hoy y los compras después— resolvió Hyukjae.

— ¡Sí!— Seohyun pensó un momento— tienes razón, le haré varios cupones a cambio de tareas de la casa, gracias... Muchas gracias Hyukjae, esa es una gran idea y no tendré que gastar y él estará agradecido. Ah, que buen regalo de cumpleaños le espera, pero debo volver a trabajar te veo después, ¿sí?

Hyukjae asintió sonriendo y Seohyun volvió a la barra.

Al poco rato un montón de chicos cantaban la canción del feliz cumpleaños mientras rodeaban a uno de los que atendía en la cafetería, Seohyun apareció con un pastel pequeñito con una vela encendida, el chico soplo y todos aplaudieron. Pronto regresaron a sus quehaceres pues la cafetería había empezado a abarrotarse. De un momento a otro ya no había espacio en aquel lugar, lo bueno es que Hyukjae tenía dos bebidas, por lo tanto tardaría un poco más en marcharse y no se sentiría culpable de ocupar un sitio por demasiado tiempo.

—Yo opino que vayas, si ya comieron un día juntos, seguro que no le molestara— dijo Seohyun.

—Que no, no me gusta importunar a los clientes. Éstas personas deberían de ponernos una mesa con una silla sólo para que podamos sentarnos a comer, después de todo esta tienda les da muy buenas ganancias, se llena como si fuera un hormiguero casi toda la semana— respondió Donghae irritado.

The Lucky Ones [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora