21. Soñar de nuevo

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El año terminó de la manera más sencilla y común, como terminaban todos los días, de todas las semanas, de todos los meses que lo conformaban. Todos tenían nuevos planes en puerta y quizá aquella ocasión se iban a dar la oportunidad de soñar, otra vez.

Hae estaba tumbado en su sillón pensando qué propósitos pondría en marcha, nunca antes lo había hecho y no sabía por dónde comenzar. Mientras admiraba como una araña en el techo hacía su labor, el celular timbro. Se abalanzó hacia él como lo hacen los porteros en la cancha cuando el balón se acerca con la intención de ser un gol, pero cuando lo encendió vio que era un mensaje de alguien encantador, sí, pero no de la persona encantadora que esperaba.

Heechul había escrito:

Ya que terminaron las festividades y todos hemos vuelto a lo mismo de siempre pero con una vida distinta, me gustaría platicar contigo. Soy un vagabundo así que dame fecha y hora, yo elijo el lugar ;) besitos.

Donghae pensó en su día de descanso y respondió casi de inmediato, el pelinegro aceptó y acordaron el lugar de reunión. Un emoji besucón de Hee dio por terminada la conversación y el castaño continuó con lo que estaba haciendo, aunque la araña ya había desaparecido.

Heechul esperaba al castaño en la parada de autobús, cuando éste llegó caminaron a un restaurante de fideos cerca de la casa del pelinegro. En cuanto se sentaron ordenaron la comida y un poco de Soju, Donghae se rio porque recordó cuando Hyukjae le dijo que algún día comería carne asada con Heechul mientras bebían Soju, lo único que le hacía falta a aquella predicción era el día, ese soleado martes no se parecía a un domingo.

A pesar de que se llevaron bien desde el inicio, su cercanía aumentó significativamente. Eran más íntimos, confiables y sinceros el uno con el otro. Heechul comenzó la plática preguntando por los trabajos de Donghae, habló un poco de cómo se sentía con el cambio de empleo, platicaron sobre trivialidades, sueños y propósitos, Donghae también aprovechó para hacer preguntas y pagarlas con otras.

— ¿Cómo lo haces?—preguntó Donghae —no, mejor dicho ¿cómo lo soportas?

Heechul se encogió de hombros y respondió.

—No conozco otras maneras, siempre ha sido así. Hace mucho que no me afecta. Si sonríes nadie se mete contigo, está científicamente comprobado.

—Tú eras mi única esperanza, verte feliz siempre me daba esperanza— repitió con tristeza Donghae.

—Pues uno no siempre puede ser feliz 24/7, a veces está bien lloriquear un poco.

—Yo sabía que no eras todo felicidad, pero sentía que era posible sonreírle a la desgracia.

Heechul se le quedó mirando mientras pensaba, al cabo de un rato respondió.

—Lo es, cuando estoy con ustedes jamás finjo. Eso sólo lo hago frente a personas que pueden lastimar intencionalmente— se quedó en silencio unos minutos y luego agregó—podría decir, incluso, que le sonrió bastante a mi desgracia, no fue fácil, pero valió la pena.

Una chica, que comía en una mesa contigua no había dejado de mirarlos desde que se sentaron, al fin de un rato captó una mirada de Heechul, se levantó y se acercó hasta su mesa.

—Hola, perdón que interrumpa, los he visto desde hace rato y me preguntaba si podría tomarles una foto....es para una tarea— Heechul río, asintió y miró al castaño que se había perdido en la conversación.

— ¿Podrían juntarse un poco más?—preguntó la chica.

Heechul abrazo por los hombros a Donghae y justo en el momento en que el flash salía besó rápidamente su mejilla. El otro era una explosión de vergüenza y sorpresa.

— ¡Gracias!— musitó la chica y se fue hasta su mesa donde sus acompañantes reían emocionados al ver la foto.

—No le digas a Hyukjae—indicó Heechul.

— ¿Huh?— preguntó Hae recuperándose de la sorpresa.

—Va a golpearme por dejar que te fotografíen sin tu permiso.

— ¿Por qué querían una foto?

—Porque soy muy guapo—río— no lo sé, siempre que vengo aquí y me las encuentro me piden fotos, son muy graciosas. Me agradan, además, son inofensivas.

—Diles que no tengo dinero, así que no les conviene chantajearme. Ah, y ya tengo una vida difícil, por si quieren hacerme vudú.

—Lo más cercano sería que hicieran artilugios para que te enamorarás de alguna, pero lo veo difícil—contestó Heechul mientras regresaba a su sitio.

—Muy difícil, casi imposible— confirmó Donghae y una sonrisa amplia y dulce se instaló en su rostro.

—Hablando de esos temas... Tengo que aclarar una cosa—Heechul puso su rostro más serio y solemne—Sólo diré que si lo lastimas te cortaré los dedos.

Donghae puso los ojos como platos, estaba sorprendido y asustado. El cambio repentino de tema y humor lo sobresaltó.

—Wow, no pensé que funcionaria— Heechul río y recuperó su expresión alegre, una gran sonrisa se dibujó en el rostro, Hae se relajó, pero el pelinegro continuó— ya en serio, si lo lastimas, no te cortaré los dedos, Donghae. Te arrancaré la cabeza...—soltó mientras examinaba detenidamente al castaño— y otras partes de tu anatomía. Esto, querido Hae, no es una amenaza, es una advertencia— y guiñó.

Vaya, era incluso más aterrador cuando amenazaba mientras sonreía. Donghae se ruborizó y asintió con la cabeza.

—No me refiero a que no discutan, o a que haya desacuerdos, son humanos, después de todo, eso ya sabrán resolverlo ustedes, me refiero más bien a que lo subyugues, a que no lo tomes en cuenta o le robes el brillo, a que lo hagas desaparecer. Entonces, en ese momento, considerate más que muerto.

Donghae lo miró sin parpadear, después asintió. Bebió agua y dijo

—Aceptar lo que sentía por él fue difícil. Negué mis sentimientos porque creí que no tendría tiempo de explorarlos, pero fueron más fuertes que yo. Sentía que no lo merecía, que no tenía nada que darle a cambio de todo lo que él podía ofrecer. Me sentía insuficiente, sin embargo, después de darle un millón de vueltas al asunto lo entendí. Hyukjae me gusta, no solo porque es una persona hermosa y fantástica, me gusta porque quién es. Él no suspende mi realidad, al contrario, me ayuda a enfrentarla. Cuando tomo su mano siento ganas de dejar de correr contra el tiempo, él me hace querer detenerme y respirar. Pero lo realmente importante es que me conoce, sabe quién soy y aun así me quiere. No tengo que llenar ningún espacio vacío, él no necesita que yo complete su vida, él es un hombre completo, no tengo que protegerlo, aunque quiero y lo voy a hacer. Puede sonar egoísta si quieres, pero saberlo tan entero me quito un peso de encima, porque lo único que tengo que hacer es amarlo y créeme, eso ya lo hago.

Sí en el pasado le hubieran preguntado a Heechul quién era merecedor del amor de Hyukjae, habría dicho que nadie. Todos los imbéciles que había conocido eran eso, imbéciles. Jamás le dijo qué hacer, ni le prohibió sentir lo que él quisiera, porque ¿quién era él para decidir por su amigo?, pero tenía muy claro que Hyukjae era demasiado para esos hombres quejumbrosos y molestos. Sin embargo, sí en ese momento le hubieran vuelto a hacer esa pregunta su respuesta era tan clara como el agua. El sujeto que estaba frente a él era el equivalente a su mejor amigo y ahora que estaban juntos, el mundo era un lugar mejor.

 El sujeto que estaba frente a él era el equivalente a su mejor amigo y ahora que estaban juntos, el mundo era un lugar mejor

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The Lucky Ones [EUNHAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora