Hyukjae bajó apresurado del autobús que lo acercaba a su casa, el invierno estaba más próximo que nada, pero seguía lloviendo ¿por qué el clima es tan extraño?, pensó. Estaba listo en la parada de autobús para echar a correr, cuando sintió un toque en la espalda, giró con brusquedad y casi golpea a Donghae con la sombrilla si no hubiera sido porque lo reconoció antes de tiempo. Éste abrió mucho los ojos y después los cerró esperando el golpe que jamás llegó. Pasaban de las diez de la noche.
—Me asustaste — reprocho Hyukjae.
—Lo lamento mucho, te vi cuando bajaste pero me ignoraste olímpicamente— respondió.
—Tal vez necesite comprarme gafas nuevas.
Donghae río porque Hyukjae no usaba lentes, al menos no que él supiera.
—O puedes dejar de ser tan distraído— agregó él mientras colocaba un dedo en la frente de Hyukjae y empujo levemente.
— ¡Oye!—replicó él afectado, golpeándolo en el hombro—espera... ¿qué haces aquí?— preguntó.
—Vivo por aquí—respondió Donghae burlón.
Hyukjae rodó los ojos
— ¿Te tocó descansar de la tienda?
—Algo así, mi compañera tenía dificultades y me pidió cambiar mi descanso con el de ella— dijo y se encogió de hombros.
— ¿Pero por qué estás aquí, en la parada?
—Pasaba por aquí cuando empezó a llover y cómo no tenía nada por hacer me di el lujo de esperar hasta que la lluvia pasara— respondió Donghae con simpleza.
Hyukjae asintió, a él le gustaba mirar llover, sobre todo por las tardes. Era un tiempo que usaba para dejarse llevar y no pensar en nada, lástima que ese día tenía hambre y ganas de correr a cobijarse con una manta y tumbarse en el sillón.
— ¿Quieres que te acompañe a tu casa?—ofreció Hyukjae, señalando el paraguas
—No es necesario— Donghae nunca cargaba con paraguas, andar apresurado y con un objeto tan estorboso como ese le producía irritación, de cualquier modo jamás se resfriaba por lo tanto no veía el sentido— si quieres te acompaño yo a la tuya, igual me queda de paso.
Hyukjae lo miró y entrecerró los ojos.
—Mentiroso—sonrió— mejor dime que te apetece acompañarme.
Donghae se puso colorado, no estaba acostumbrado a ser tan directo y sorprendentemente, siempre que quería hacer algo por Hyukjae terminaba excusándose, como si necesitara convencerse de algo.
—Me permite acompañarle hasta su hermoso hogar, distinguido caballero—agregó fingiendo extrema elegancia, bromear era la única forma que conocía para salir del bochornoso momento.
—Claro que sí, joven vasallo, pero sólo tengo un paraguas para enfrentar esta tormenta, tendré que pegarme mucho a su lado, si no queremos mojarnos, claro, ¿eso le parece bien?— Hyukjae le siguió el juego.
—Oh, será un honor, permítame— él abrió el paraguas entre risas, se juntaron lo más que pudieron y comenzaron a avanzar calle abajo.
— ¿Te gusta la literatura antigüa?— preguntó Donghae
—No he leído mucho, en realidad, pero uno que otro libro de caballerías sí que ha pasado por mis manos, o por lo menos escuchado. ¿Y tú?
—Leí algunas obras cuándo estaba en el instituto— pensó un momento y continuó— Si los perros ladran significa que seguimos cabalgando, ¿no es así Sancho?
ESTÁS LEYENDO
The Lucky Ones [EUNHAE]
FanfictionDonghae tiene dos trabajos para poder pagarse una vida cómoda, la vida no lo ha tratado necesariamente bien y a muy temprana edad comprendió que "seguir su sueño" era mucho más difícil de lo que las personas decían, sobretodo, si no contaban con pri...