The Lucky Ones [EUNHAE]

14. Necesito ayuda

Los días siguientes pasaron con normalidad, la única diferencia fue que Donghae y Hyukjae se mensajeaban con mayor frecuencia, éste último había tenido que reponer su día libre y se ahogó el resto de la semana con trabajo extra. Heechul enfermó de un resfriado a causa de un aguacero que lo sorprendió sin suéter y sin paraguas, así que Hyukjae pasó todo el fin de semana en su casa, cuidando de él.

Ese tiempo sirvió para que conversaran sobre muchos temas, entre ellos, Hyukjae le había contado a Heechul el momento de la cocina, su amigo saltó, sonrió y gritó todo lo que pudo, posteriormente le contó con detalle la salida de ese martes pasado, en la que había confirmado sus sospechas. Al principio, Hyukjae no estaba seguro de nada, esas emociones eran nuevas para él. Se había enamorado antes, claro, había tenido un par de relaciones fallidas, pero todo lo que Donghae la había hecho sentir tan sólo con mirarlo era distinto.

—Ya deja de fingir, eso fue una cita— dijo Heechul.

—Fue una salida casual, en la que los dos nos divertimos mucho.

—No tiene caso que lo niegues, querido— y lo único que él recibió fueron muchos almohadazos, hasta que empezó a toser desesperadamente. —De acuerdo, de acuerdo, pero que conste que yo siempre lo supe. Se les notaba de lejos.

— ¿Qué?— preguntó Hyukjae sorprendido.

—Que te gustaba — respondió con obviedad— fue fácil, un día llegaste hablando de un castaño con ojos chocolate, tú, que no te enteras ni de cuando tienes sombra— se encogió de hombros.

—Pero, éramos amigos— se defendió.

—Lo siguen siendo, de cualquier forma. Una cosa no tiene que ver con la otra— Heechul volvió a rodar los ojos, Hyukjae se quedó pensando— de Seohyun hablas distinto.

—Claro que no, estás loco.

—Ya deja de negarlo, igual te diste cuenta que te gusta, sólo disfrútalo, que importa si fue amor a primera vista o a sexta, te gusta y estoy seguro que tú también a él, así que, dale— animó mientras guiñaba un ojo.

Hyukjae sonrío, al fin había encontrado el camino perdido en todas las conversaciones con él, entonces Heechul la abrazo, como si con ello tratara de decir que lo tenía a su lado, que no tenía que preocuparse de más, él gritaría desde donde estuviera ¡FIghting, Hyukjae! las veces que fuera necesario. Hyukjae no era muy adepto a ese tipo de afectos, era un poco renuente, pero amaba recibirlos de gente cálida como él.

—Acabas de aplastar mi pastelillo, Hee— soltó en broma, mientras miraba su mano con un pastelillo, efectivamente aplastado.

—Acabas de arruinar un momento maravilloso— la soltó y comenzó a caminar fuera de su habitación—creo que mejor me iré a echarle porras a Donghai, necesitará paciencia y valor si quiere enfrentarse a esta difícil empresa que será conocer bien a Hyukjae, sentimientos de piedra, inteligencia emocional de un saco de patatas y tacto de una roca, Lee— refunfuñó.

Hyukjae corrió y se colgó de sus hombros, tomó su antebrazo para seguir caminando juntos hasta la cocina, sí, se le daba fatal todo lo que tuviera que ver con emociones y momento "mágicos", pero eso no significaba que no sintiera nada, después de todo lograba saber qué era lo que estaba pasando siempre que se lo contaba a su mejor amigo. Así de poderosa era su amistad.

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Donghae se veía inquieto, había momentos en que sus labios estaban apretados, como si se estuviera obligando a callar, Seohyun lo notó de inmediato y no pudo evitar preguntar si todo estaba bien.

—Creo que necesito tu ayuda— solicitó Donghae.

— ¿Por qué, qué pasó?—preguntó Seohyun con preocupación.

—Me gusta alguien— soltó, ¡por fin!

— ¿Eh?— respondió la chica con un gesto de sorpresa e incredulidad.

—No pongas esa cara, esto es serio, ¿sabes cuánto ha pasado desde la última vez?

—Por eso me sorprende...

—Mira quién habla— la miró con reproche— tú sabes que hay lujos que no podemos darnos. No tenemos tiempo de nada, ni siquiera de saber qué está pasando por nuestro cerebro— bajo la mirada— jamás presto atención a lo que siento. Es más fácil...

En ese momento se acordó de su regalo de cumpleaños, una cita maravillosa en el libro que Hyukjae le había obsequiado: "mi trabajo no me deja tiempo para ello. Porque para vivir de verdad hay que tener tiempo. Hay que ser libre. Pero yo seguiré toda mi vida preso de [algo que odio]", frunció el ceño. No.

—Sin embargo, hay alguien que logró agitar tus emociones— le respondió ella.

En ese momento ambos pensaron en la misma persona, Seohyun sonrío y Donghae agachó la cabeza asintiendo, hubo un momento de silencio.

Donghae recordó por qué había aceptado salir ese día con Hyukjae, sabía bien por qué recordaría esa cita para siempre, pero también tenía muy presentes todos sus problemas diarios, los fantasmas de las decisiones pasadas y la innumerable cantidad de fracasos tras de sí.

—De todos modos, no puedo ofrecer nada, no soy un hombre emprendedor, ni tengo un título universitario, que se traduce como si no existiera. Tengo que matarme para vivir y me amargo la vida yendo a un lugar que odio porque necesitamos el dinero, con todo eso encima, ¿qué sentido tiene?— concluyó Donghae.

—Auch— respondió Seohyun agachando la mirada, porque en el fondo su amigo tenía razón, ¿qué podían ofrecerle a alguien más? Ni siquiera el tiempo de estar juntos. Su situación los había orillado a abandonar muchas cosas. ¿Hasta qué punto seguirán sacrificando su vida por una situación que ni siquiera valía la pena?

—Sabes qué, Hae, ¿no crees que ya hemos sacrificado demasiado, no has pensado que ya hemos dejado tanto de lado que nuestras emociones, son algo que deberíamos conservar?, es decir, por qué no podemos enamorarnos de alguien, ni siquiera tenemos que ser correspondidos, la unilateralidad también es válida y te hace sentir cosas increíbles. Lo único que podemos disfrutar es lo que nos sucede de vez en cuando. Es cierto, nuestra vida ya tiene demasiadas complicaciones como para sumarle otra, pero siempre hay algunas que valen la pena.

Yo pienso que vale la pena intentarlo, además, ¿hace cuánto que no te sentías de esa manera? ¿Vale la pena ignorarlo a causa de esto? —señaló alrededor, como señalando la vida— Además, si es la persona en la que estoy pensando, creo que tiene muy claro quién eres, el amor está basado en acuerdos y respeto a las diferencias, que probablemente él ya haya aceptado. Nos conocimos días antes de tu cumpleaños, pero se siente como si lleváramos años juntos. La posibilidad de riesgo es menor. No sé, Hae, no estoy en una mejor condición que tú, pero esa es mi opinión. La decisión es totalmente tuya.

Antes de que Donghae saliera le agradeció con la mirada, se reconfortaron una vez más, como hacían siempre y él se fue a su trabajo nocturno. No podían negar que Seohyun tenía un punto, pero también era cierto que la vida que tenían era todo, sí fingían que podían contra el mundo, terminarían en la calle, no trabajaban para ser felices, trabajaban para sobrevivir.

Los no privilegiados tenían que pagar un precio a cambio de un techo, comida y agua caliente, que no siempre era monetario. Porque toda la juventud y los sueños a los que habían renunciado también eran contables.