QUINZE.

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SeokJin creía que cada persona tenía un propósito, que podía cumplir gracias a sus dones especiales.

                         
Y su propósito, siempre fue hablar con JungKook. Tener una amistad con JungKook. Querer a JungKook.

                         
Lo vio ahí, se veía tan pequeño con su cabeza apoyada en sus brazos sobre las teclas del piano.

                         
SeokJin movió sus manos y deseó con todas sus fuerzas, hasta que pequeñas margaritas crecieron por distintos lados del piano.

                         
Encendió las luces y JungKook despertó sólo con esa acción.

                         
Buscó por la habitación y encontró la figura del chico alto por el que se había sentido tan triste.

                         
Sus mejillas se tiñieron de un azul marino, JungKook tenía el mar en su rostro y era lo mejor que SeokJin había visto en su vida. Mientras que JungKook admiraba como un atardecer se formaba en las mejillas de SeokJin.

                         
Tuvo el impulso de volver a llorar, pero el mismo SeokJin no se lo permitió porque lo envolvió en un abrazo más cálido que el sol.

                         
-Hyung, gracias.

                         
-¿Por qué, SeokJin? Soy un asco, nunca vi el amor en las cosas que hacías por mi.

                         
-Pero por ti estoy aquí ahora. Tu hiciste que volviera a sentir eso, que mi corazón se sintiera bonito otra vez.

                         
SeokJin llevó la pequeña mano azul de JungKook sobre su pecho.

Colours [KookJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora