Colours [KookJin]

DIX-SEPT.

Afuera llovía a cántaros, pero ninguno de los dos chicos se dio por enterado hasta que observaron la ventana de la casa del mayor.

                   
Se sentaron sobre la alfombra, SeokJin miraba con admiración las gotas que caían en el vidrio, imaginaba que ellas hacían una carrera y jugaban a alcanzar la meta que eran los charcos bajo la enredadera de rosas que SeokJin había hecho florecer.

                   
JungKook pensaba que la lluvia era melancolía y pesadumbre. Totalmente lo opuesto al chico de su lado.

                   
SeokJin abrazó a JungKook intentando que el frío no se colara por la piel azulada de su acompañante. Y ahí fue cuando JungKook descubrió que SeokJin no sólo parecía un Sol, si no que era cálido como uno. Su piel era cálida, como ese color que la acompañaba.

                   
Se vio muy a gusto entre los brazos del chico de la euforia y pronto cayó dormido. SeokJin tuvo que armarse de todo el autocontrol que tenía para no comenzar a molestarle o hacer ruidos para despertarlo, era una de las desventajas que tenía el poseer su espíritu de tanta energía.

                   
SeokJin no recordaba exactamente lo que había pasado en los días anteriores ¿Se había desvanecido por un instante? ¿Había muerto? ¿O simplemente se había sumergido en un sueño profundo para recuperar fuerzas? Lo único que podía ver con claridad, era a él mismo encerrado en una habitación blanca muy pequeña, pero al apagarse las luces, esa misma habitación se llenaba de colores fosforescentes como si estuviera con un tipo de éxtasis en el organismo.

                   
Y ahí fue cuando el beso de JungKook llegó para darle esperanzas y sacarlo de esa locura interna.