Colours [KookJin]

DOZE.

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JungKook cargó al chico de cabellos caramelos dentro de su casa, para que descansara más cómodamente.

Lo arropó muy bien en su cama y se quedó sentado a su lado hasta que se quedó dormido.

¿Qué podía hacer para ayudarlo?

Él era el culpable después de todo.

Miró sus manos con detenimiento, notando sus dedos más claros de lo normal. Se resignó, debía actuar con rapidez o ambos saldrían lastimados irremediablemente.

-Espero que SeokJin no se moleste por esto si llega a enterarse.

Y acercándose más al menor, se inclinó sobre su cuerpo y besó sus labios, a penas rozándolos. Tuvo ganas de llorar por un segundo, porque había experimentado tantos sentimientos con ese simple toque, que ahora se sentía morir.

Se levantó muy a su pesar y abandonó  la habitación cubierta por el brillo de sus propias luces al rededor. SeokJin dormía plácidamente, aún con un pequeño tinte azul en las puntas de su cabello.

Algo pareció florecer en el interior de JungKook, como las flores que SeokJin tenía en su jardín. Pero sin duda, lo más impresionante fue que después del pequeño dolor que sintió en uno de sus brazos al llegar a su hogar, descubrió un dibujo impreso en su piel.

No tenía claro que significaba, y menos cuando a la mañana siguiente, al momento que fue a verificar que SeokJin estuviera bien. . .

Él no se encontraba por ningún lugar.