Cinq.

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Un día Martes, JungKook despertó de su siesta con los mensajes de un desesperado SooBin.

Un día Martes, JungKook despertó de su siesta con los mensajes de un desesperado SooBin

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¿Qué se suponía que debía responder a ello?

                        
A JungKook no le gustaban las fiestas, de sólo pensar que seguramente habrían muchas en ese reducido lugar, hizo que su piel clara se oscureciera a un profundo color azul marino en sus mejillas del puro disgusto.

                         
Aunque, por otro lado, no se veía capaz de perder la oportunidad de ver al chico de la piel anaranjada.

                         
Dejó el telefono sobre la mesita de noche luego de borrar los mensajes, bajó a comer algo rápido y cuando subió, tecleó algo para SooBin.

                         
No quería aceptar que quería conocer más a fondo el por qué SeokJin siempre estaba sonriendo. Pero JungKook no era así, JungKook no sonreía todo el tiempo y le sería difícil acostumbrarse a ser amigo de él.

                         
El significado especial del mejor amigo del chico azulado, SooBin, era la paciencia y la paz. Por ello se llevaban tan bien.

                         
SeokJin era diferente.

                         
Era ese extraño y juguetón chico anaranjado con pecas en las mejillas y unos preciosos hoyuelos que se veían cuando sonreía.

                         
Y JungKook era ese ser invisible que no hacía nada interesante, alguien sin ninguna característica que pudiera gustarle a alguien.

                         
Esa tarde, JungKook se decidió a tocar el piano toda la noche.

                          Esa tarde, JungKook se decidió a tocar el piano toda la noche

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Colours [KookJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora