LA CHICA

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EL INICIO


*Version Alejo*
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10 de agosto

Me desperté alrededor de las 6:30 A.M y me quedé ahí, viendo el techo de la habitación, pensando con qué cosas me iba a tener que enfrentar hoy. Me levanté por ahí de las 7 A.M, era un día común y corriente o era lo que yo creía.

Entré al baño, me lavé los dientes mientras me miraba en el espejo y me afeitaba, bajé un poco de música y me preparé el desayuno. Tomé el desayuno mientras veía las noticias, pronosticaban lluvia para la tarde, pero era un hermoso día en Madrid, no creía que iba a llover. Subí, me bañé, alisté, cogí las llaves del carro y me fui al trabajo. Llegué al hospital, saludé a mis colegas y después de un rato de platica cada quien a su oficina, atendía unos pacientes y cuando llegó la hora del almuerzo decidí ir solo a mi restaurante favorito, ese día estaba de maravilla, solo que quería tener un rato para mí.

El camino al restaurante fue muy largo, nunca me había pasado, era como si una fuerza del más allá estuviera retrasando el propósito. Al llegar me senté en el lugar de siempre, era un restaurante muy cálido y a la vez elegante, era un lugar de dos plantas, yo siempre me sentaba en la planta principal, en el de abajo, en las mesas que estaban afuera, así podía beber algo al aire libre y ver a la gente pasar. Le pedí al chico que me atendió unas patatas bravas y un jugo de mora bien frío, no tenía mucho apetito.

El chico fue dejó la orden y al rato vino a dejarmela, comencé primero por la patatas, cuando estaba terminandolas, una tableta de "Tafíl" cayó en mi jugo, yo nada más me quedé sorprendido mirandolas en el vaso y volteé a ver hacia arriba y ahí estaba ella. Al voltear estaba una chica con la boca abierta súper asombrada al igual que yo, mirándome, estaba agarrada del muro que había en la terraza de arriba, inmediatamente me gritó...

-Chica- Uyyy ya bajo, dame tantito. [Apenada y aturdida]

Yo me quedé en blanco, no supe ni qué decir ni cómo actuar, estaba ahí pero a la vez no. Cuando la vi venir a mí, solo podía ver su rostro, era hermosa, sentí como una descarga eléctrica bajaba y subía por todo mi cuerpo. Al llegar a la mesa la pobre se veía demasiado avergonzada y nerviosa.

-Chica- Uyyy muchacho, perdóneme. No sé qué estaba haciendo, solo volteé y no vi más las pastillas en la mesa. Qué pena de verdad, yo siempre ando en las nubes y cuando no, ando súper inquieta por eso me las dio mi mamá, debí de tomarme una, qué tonta. Déjeme que le traiga otro jugo.

No dejaba de hablar, yo solo me le quedaba viendo y notaba sus gestos a la hora de hablar, pude notar que no era de España, tenía un acento que me atontaba, era maravillosamente hermosa.

-Alejo- Señorita, no se preocupe. Fue solo un accidente. ¿Anda sola?

-Chica- Sí, es que pasé por algo para comer mientras mi mamá está en el médico.

-Alejo- No debería andar sola si es la primera vez que va a usar este medicamento, la primera vez es muy fuerte. No debería tomarlo, venga siéntese por favor, yo sé de unas cosas para saber llevar la ansiedad.

-Chica- Ahhh sí?

-Alejo- Sí, soy doctor.

Pasamos toda la tarde charlando, le avisé a mis colegas que no iba a poder llegar y salimos del restaurante nos fuimos a caminar por ahí, a unas cuantas cuadras del restaurante quedaba el parque, fuimos por un helado, mientras ella me contaba un poco de ella, me dijo que era de México y que estaban por unas semanas para que su mamá tomará su tratamiento, pero que ya estaba a punto de vencer la enfermedad.

Por ahí de las 3:15 P.M comenzó a llover, me quité mi abrigo y se lo puse en la espalda, la abracé y nos fuimos corriendo a mi carro. Llegamos empapados, escurriendo pero muertos de risa, eramos como dos adolescentes escapándose del colegio. Subimos al carro y ella llamó a su mamá para decirle que ahora llegaba y que no se preocupara, fui y la dejé en el hotel donde se hospedaban, antes de seguir le grité...

-Alejo- ¡Oye! No me dijiste cual es tu nombre.

-Chica- Me llamo Paulina. [Gritando desde el hotel, bajo la lluvia]

-Alejo- Alejo! Soy Alejo.

-Chica- Fue un gusto Alejo. Muchas gracias, la pasé de maravilla.

-Alejo- [despidiendome con la mano] El gusto fue mío [Hablando en voz baja]

Llegué a casa como nunca había llegado, me sentía diferente, estaba enamorado. Me había enamorado de alguien que conocí hace algunas horas. Ella era especial y lo sabía.

Al llegar la noche, cené y me acosté. Arrescotado a la cama pensaba, qué tonto fui, no le pedí su número, solo sé su nombre, pero puedo ir a buscarla al hotel, aunque...voy a parecer un desesperado y algo raro. No podía dejar de ver su hermosa sonrisa y escuchar su voz en mi cabeza. Sabía que ese día iba a ser un gran día pero tan bueno como lo fue. Fue nuestro primer encuentro pero no el último.

𝑴𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒑𝒆𝒄𝒕𝒊𝒗𝒂 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora