EL INICIO III
*Versión Alejo*
.......................Pasó una semana y aún no era capaz de ir a buscarla. Salía todas las tardes y pasaba por el restaurante y el parque para ver si la encontraba o incluso si la veía de lejos, no me importaba que no se diera cuenta de mi presencia, lo que quería era volverla a ver, ver esa hermosa sonrisa de nuevo, pero nunca la vi.
Un domingo, finalmente cuando me di por vencido, pensaba que seguro ya se había ido, me senté en una cafetería, la cual no frecuentaba y escuché su voz, fue como si me dieran un puño de choques eléctricos, mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal. Inmediatamente volteé y ahí estaba, sentada en una de las mesas de atrás con una señora, pensé que probablemente era su madre, no lo dudé y me acerqué a la mesa. Mientras me dirigía hacia ellas noté que la señora me miró y le dijo algo, no pude descifrar qué era pero ella volteó hacia mí y sus ojos agarraron un brillo que ni mil diamantes en un cofre de cristal podrían imitar.
-Paulina- Alejo? ¡Hola! [nerviosa]
-Alejo- ¡Hola Pa…Paulina! ¿Cómo estás? [nervioso]
-Paulina- Bi...Bien, gracias! Y ¿tú?
Estaba muy nervioso, nunca antes me había puesto nervioso con una chica. Siempre que salía con alguna era caballeroso pero nunca me comportaba como un bobo, algo tenía ella que me ponía los nervios de punta.
-Virginia- ¡Hola! Me llamo Virginia, soy la mamá de Paulina. Me presento, ya que al parecer no lo va a hacer, anda en las nubes.
-Paulina- ¡Mamá! Basta, que me pones nerviosa. [hablando en voz baja]
-Virginia- Ay Paulina, él es quien te pone nerviosa. [Riendo] Los dejo, voy a hacer unas compras. Te veo en el hotel en la noche. No llegues tarde eh. La cuidas por favor. [Mirándome fijamente]
-Alejo- Sí señora, no se preocupe. Estará muy segura conmigo.
Se va Virginia*
-Paulina- Perdona a mi mamá, a veces es un poco imprudente.
-Alejo- Me cayó bien, incluso mejor.
-Paulina- Ahhhh sí?
-Alejo- Hahahaha
-Paulina- Muy chistosito ah. [Riendo]
Me encantaban las señas y muecas que hacía al hablar, era muy expresiva con su cuerpo, era increíble. Pasamos por un helado y luego la llevé a ver una película, vimos una comedia. Sus carcajadas fueron lo mejor de la noche, por entonces.
Salimos del cine por ahí de las 7 P.M y nos dirigimos al hotel, en el camino charlamos y al llegar, antes de que bajara del auto me bajé corriendo y abrí su puerta, la tomé de la mano y la ayudé a bajar, nos despedimos.
Pasaron 5 minutos, los cinco minutos más importantes de mi vida, la seguía y le decía la verdad o la dejaba y me olvidaba de ella. Fue entonces cuando frené el auto y me devolví, entré al hotel y la vi a lo lejos, iba a tomar el ascensor, pude alcanzar a ver a qué piso se dirigía, corrí y tomé el otro ascensor, llegué al 8 piso y estaba ella esperando ese mismo ascensor en el que yo iba. Solamente nos miramos y ella se acercó a mí y me besó.
-Paulina- Lo siento, no sé qué me pasó. [Alejándose]
Solo tapé su boca con mi dedo y lo fui bajando lentamente por sus labios, la tome de la cintura y nos encerramos en el ascensor, era como estar bailando en las nubes. Después de besarla, la pegué sobre la pared…
-Alejo- Me enamoré de ti, Paulina. Nunca me había pasado esto. Te robaste mi corazón desde el primer momento. Desde arriba eras una chica más pero cuando te vi caminar hacia mi te volviste de nada a todo.
¡No puedo dejar de pensar en ti Paulina!-Paulina- Yo también, me enamoré de ti y no sé cómo pero no puedo dejar de pensar en ti desde aquel día.
-Alejo- Nunca pensé decir esto pero “gracias Tafil”. [Riendo]
-Paulina- [Riendo]
-Alejo- ¿Cuándo te vas?
-Paulina- En una semana.
-Alejo- Quédate conmigo, acá en España.
-Paulina- No puedo, mi familia está en México.
-Alejo- Entonces, yo me iré contigo.
-Paulina- ¿y tu trabajo? ¿tu vida?
-Alejo- Puedo trabajar en México, allá tengo amigos.
-Paulina- Mira, lo nuestro no puede ser, es solo una fantasia. Tu vida está acá, en España y la mía en México
-Alejo- Es que eso no me importa. ¿Entiendes? ¡No puedo perderte!
Ella solo me besó de nuevo, me miró fijo a los ojos y se fue sin decir nada. Las puertas del ascensor se cerraron y mi corazón también. Mis fuerzas se desvanecieron y me dejé caer en el ascensor mientras, mordía mis labios, saboreando los de ella.
Fue un adiós, pero no para siempre, iba a hacer lo que fuera por ir a buscarla y ser parte de su vida y ella de la mía.
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𝑴𝒊 𝒗𝒊𝒅𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒐𝒕𝒓𝒂 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒑𝒆𝒄𝒕𝒊𝒗𝒂
RomanceTodos amamos a Majolina, pero...¿Si existiera otra persona en la vida de Paulina? ¿Si la hace ser más ella?¿Si la hace sentir única y auténtica? incluso más que María José, ¿no te gustaría averiguarlo? Esta es una historia completamente distinta a l...