AMELIE
*2 días después*
Esta sí me la pagas.
Me levanté rápidamente del suelo, con la mirada fija en la mujer de vestido negro, esta sonreía con arrogancia mientras movía las manos, dejando ver magia entre sus delgados dedos.
—Concéntrate, Amelie— dijo.
¿Concentrarme?, eso es lo que hago, pero no siempre lo logro. Los susurros se han vuelto más fuerte y a veces me nublan por cortos y largos momentos. La gran diferencia ha sido que parte de mi mente se queda aquí; soy consciente de lo que hago, a pesar de que mi mente este consumida por la oscuridad.
—Eso hago— sacudí mi ropa sin quitarle la mirada de encima.
—No lo parece— me lanzo un rayo, el cual esquivé por poco —. Te has acostumbrado a que muchos no te ataquen por tu cara bonita y tus encantos, pero ¿que crees?, a mí no me causas nada.
Gruñí notablemente molesta.
Sorprendentemente Delailah había cumplido lo que había dicho, durante estos días se había vuelto lo más parecido a una mentora para Rainer y a mí sobre nuestros dones. Es impresionante lo que podíamos hacer, quiero decir, desde pequeña he sabido que podía hacer cosas que otros no, pero esto es otro nivel de conocimiento, y ni decir de las cosas que Rainer puede hacer. Mierda, si se nos diera la gana podríamos calcinar un país entero.
Miré a la demonio fijamente. —Veremos quien pierde ahora, querida.
Dejé que la magia fluyera por todo mi cuerpo, recorriéndome como una ola de energía abrumadora, como nunca antes dejé que fuera. Mis ojos se tornaron completamente rojos y las manos llameantes de fuego, sin duda Delailah me había ayudado bastante a sacar mi potencial. Los ojos de la demonio estaban completamente negros; observándome, al segundo ya estaba cerca de mí, intentando lastimarme con dardos de magia.
Vamos, Amelie, demuéstrale de lo que eres capaz.
Lo bloquee rápidamente y estiré una de mis manos al suelo, la tierra se abrió levemente dejando salir lazos de hierba venenosa que se enroscaron en sus piernas y manos. Delailah al verse inmovilizada comenzó a quemar la hierba, pero con un hechizo rápido la empujé contra los árboles; encarcelándola por completo, la hierba siguió creciendo, enroscándose por todo su cuerpo hasta el cuello. Sonreí con burla al ver que la pelinegra no lograba liberarse.
—Lazo del diablo, excelente jugada— dijo mirándome.
—Para que veas que soy más que una cara bonita.
Si ella creía que solo me quedaría con lo que ella nos explicaba, está muy equivocada. Quien haya dicho que los libro no enseñan como la práctica, estaba equivocado, se necesitan de ambos para ser mejor. Rainer y yo no hemos dedicado a leer los libros que la demonio nos dejó, descubriendo cosas increíbles y que hemos estado poniendo a prueba estos días.
—Piensas soltarme, niña— preguntó al ver que el lazo del diablo seguía enroscándose.
—Aún no termino, querida— sonreí de la misma forma burlona que ella.
Me acerqué hasta estar una frente a la otra, cerré los ojos y me concentré en su mente, segundos después Delailah ya estaba quejándose de dolor.
Había aprendido que los dones oscuros venían con unas cuantas sorpresas, una de ellas era el control mental que podía tener el los sobrenaturales como sobrenaturales oscuros. Podía hacer que sintieran lo que yo quisiera con un pensamiento o que hicieran actos simples, incluso podría llegar a manipularlos completamente a mi antojo, pero necesito más practica para eso.
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Lazos Oscuros [Libro 1]
FantasySoy una abominación de la naturaleza, una fisura en el gran orden natural de las criaturas. Una extraña y única creación. Desde que tengo uso de razón mi familia se ha dedicado a protegerme, se han asegurado que el "mal" que siempre los ha perseguid...