El deber que viene al proteger el honor. Aunque su pareja destinada no existe ellos son lideres de manadas, honorables y dispuestos a cumplir con su deber ¿Aceptarían solo 90 días para conocer a la persona con la que pasaran el resto de su vida?
Pu...
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[Capítulo 12]
PUESTA EN ESCENA
➡️ Primer Acto: Caos.
HongJoong
Toda mi casa, toda mi familia, todo lo que mis ojos llegaban a captar era el más horrendo y puro caos.
Estaba en la tierra de los sueños justo antes de que todo esto iniciará, tratando de poder descansar después de todas estas semanas donde estuvimos como locos. Me costó mucho lograr que Seonghwa dejara de levantarse intermitentemente para ir a revisar a su hermano y calmar su pulso para que cerrara sus ojos. Le prometí que todo estaría bien a partir de eso, se lo prometí, pero me equivoque.
Los gritos de Yeosang no nos despertaron de inmediato, aunque fueron lo suficientemente potentes como para incomodar nuestra paz.
Entonces la explosión que Yun produjo ocurrió. Y eso sí que nos hizo salir de la cama.
El crujido de la puerta al romperse nos levantó de un salto, corrimos como si el infierno nos persiguiera al pasillo donde nuestra familia se reunía apresuradamente.
La oración a las personas les ocurren cosas que no están preparadas para afrontar nunca me había parecido tan necesaria como lo era en este momento. Pues por primera vez desde que lo conocí, pude ver como mi esposo se rompía frágilmente frente a mí.
Los ojos de Seong buscaron desesperadamente entre los presentes, cerciorándose de que todos estuvieran a salvo. Gritaba nombres entre todos los cuerpos que corrían tras nosotros, tres personas no respondieron al llamado, lo cual fue la primera alarma en todo esto, nos movimos un poco más hasta el centro de la explosión. Jongho había salido impulsado en el aire cruzando su puerta, chocando contra el barandal que separaba las escaleras, casi al borde de caer al primer piso. Este se levantó aunque no de inmediato cuando llegamos a su lado, empezando a gritar una advertencia de que no entráramos a la habitación.
Demasiado tarde, pues ahí fue cuando el lobo de Yunho nos brincó encima para mantenernos alejados de la alcoba, fue cuando mi alma por fin golpeó de lleno mi cuerpo.
Y de nuevo, caos.
Jale a mi esposo atrayéndolo junto conmigo al piso, este se aferraba a la alfombra en un intento de volver a entrar y así poder acercarse a su hermano o a Yeosang. Completamente un error por donde yo lo veía. Tuve que taclearlo, sus manos viajaban de un lado a otro para quitarme de encima y poder levantarse. Jalaba sus brazos para mantenerlo prisionero, pero sabía que eso no funcionaria.
