El deber que viene al proteger el honor. Aunque su pareja destinada no existe ellos son lideres de manadas, honorables y dispuestos a cumplir con su deber ¿Aceptarían solo 90 días para conocer a la persona con la que pasaran el resto de su vida?
Pu...
"Nunca podemos juzgar la vida de los demás, porque cada uno sabe de su propio dolor y de su propia renuncia. Una cosa es suponer que uno está en el camino cierto; otra es suponer que ese camino es el único."
Paulo Coelho.
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Hyunsuk.
|Campamento Parte II: No con mi familia. / Tuyo.|
Tomo una de las carpetas que están sobre el escritorio en un intento de calmarme antes de que Yeosang aparezca.
He tratado de pasar menos tiempo a su lado desde esa mañana en el campamento.
De solo pensar en cómo desperté ese día rodeado entre las piernas y brazos de San y Mingi, me da un retortijón de calor.
Después de pasar toda la noche escuchando sus lamentos al no poder estar con sus parejas, por fin se habían dormido y me habían dejado descansar.
Al amanecer San se levantó dispuesto a preparar el desayuno para los demás, una tarea que estaba siendo costumbre suya desde hace poco, Wooyoung en persona fue a buscarlo para ayudarlo, pero tanto él como yo terminamos sentados en una silla bajo el toldo mientras San ponía manos a la obra.
Los demás fueron saliendo poco a poco de sus respectivas tiendas, HongJoong y Seonghwa no se inmutaron en esconder sus sonrisas de oreja a oreja, lo que nos dejaba la sensación de que la noche les trajo algo más que dulces sueños.
Ho por otro lado, salió de su tienda apresurado por tomar un bol de cereal y engullirse un paquete de galletas mientras esperábamos a qué el verdadero desayuno estuviera listo. No entendía la razón de su apetito pero parecía que podía comerse una ballena justo ahora.
Yeosang había sido el último en salir, estirándose mientras caminaba hacia nosotros.
Sin percatarme de mis acciones abrí mis brazos extendiéndolos en una invitación de ser apresado por ellos.
En cuanto vio mis intenciones Yeosanie había corrido con los suyos de la misma forma, dejándome envolverlo con mis extremidades mientras permanecíamos sentados en la silla.
Wooyoung nos miraba receloso, aunque no por mucho, pues mi vampirito le saco la lengua y le quitó una de las mantas que lo envolvían para cubrirnos a nosotros.
— Tengo frío — me había explicado Yeosanie como si nada, aunque eso me dio la primera pista de que algo extraño estaba ocurriendo.
