Su piel fría como la nieve y sus ojos desprendiendo un color sangre vivo escaneaban a su siguiente víctima, una mujer joven de cabellos rubios que había ignorado cualquier advertencia de que su presencia andaba por las calles, y ella estando ebria. Carnada perfecta pensaba él.
Vestido con un traje elegante y su característico collar con el rubí colgando de su cuello le hacían relucir aquellos orbes rojos que no se desprendían de la mujer que se iba a morir en ese momento.
—Îti încalci regulile prea des, iubito?— su sonrisa se expandió dejando ver aquellos colmillos filosos que gritaban por sangre que succionar.
La rubia se volteó viendo a su acechador de arriba a abajo, sonriéndole coquetamente con sus mejillas pintadas de rosado por el alcohol que corría por sus venas.
A Sebastian poco le importó que pudiera ver su verdadero ser, a fin de cuentas, estaba borracha y pronto moriría. La gente tampoco podría hacer algo al respecto cuando escuchasen los gritos de dolor de aquella mujer exclamando piedad luego de ser mordida.
—Hola guapo, ¿has estado siguiéndome?— dijo la chica con sonrisa torcida, Sebastian agarró su mano acercándolo a él con una lentitud excitante, pero cuando ella se fijó en sus labios que poco a poco se abrían dejando sus colmillos al aire, toda pizca de alcohol fluyó hasta el suelo— que...
—Tuviste que obedecer a los que te advirtieron— murmuró haciendo brillar sus ojos sangre, tapó su boca, la estrelló en una pared hiriéndola de gravedad y clavó esos cuchillos dentales en su cuello, agarró sus muñecas evitando ser alejado de su presa y presionó su cuerpo para dejarla inmóvil, sus gritos sólo hacían que más sangre fluyera fuera de su cuerpo.
En cuestión de minutos sus gritos acallaron por falta de sangre, empezó a desplomarse pero otro grito lo hizo apartarse junto con la luz de una linterna que se acercaba al callejón, frunció el ceño y dejó a la rubia tirada en la entrada del mismo, escondiéndose en las sombras para observar.
Y en eso, la castaña de esa tarde había aparecido ante sus ojos, se sorprendió al verla desprevenidamente ahí ya que nadie nunca había salido a investigar de qué se trataban aquellos gritos que sus víctimas provocaban, por lo que el interés creció.
—Ayuda...— susurró la mujer en el piso, con dos huecos enormes en su cuello e hilos de sangre saliendo de los mismo, extendiendo su mano a aquella luz que se acercaba.
—¡Sacrebleu!— escuchó decir de ella, su cuerpo pequeño se agachó a la mujer apunto de pasar a mejor vida tocando la parte donde había mordido— ¡madame! ¡¿se encuentra estable para poder ir al hospital?!
Suspiró gravemente el acechador, levantó su mentón mirándola con superioridad pero a la vez interés por aquella chica de ojos caramelo, sus colmillos más que nada anhelaban más sangre y esa noche la conseguiría.
Pero antes de poder saltar a ella, su voz lo detuvo.—¿Quién está ahí?— fijó sus ojos en su collar, una amatista rodeada de un aro de oro blanco, no podría tocarla y sabía bien quien le había dicho aquel secreto de las piedras preciosas para poder salvarse— ¡salga ahora, no tengo miedo en defenderme!— retrocedió en silencio escondiéndose entre los basureros para poder pasar desapercibido.
Su linterna iluminó todo el callejón, Sebastian se escondió mejor para no tener sombra ni nada por el estilo, y cuando se volvió a sumir en oscuridad, se asomó nuevamente para observar.
—Mademoiselle— llamó a la chica ahora muerta, tocó su cuello para examinar esos dos agujeros pero ya era demasiado tarde, se había desangrado.
Suspiró con tristeza, agarró el cuerpo de la chica y fue a la entrada del bosque a escarbar con sus propias manos la tierra, Sebastian la siguió desde las sombras viendo con sorpresa cada una de sus acciones, desde escarbar hasta hacer una cruz de palos para enterrarla en el bulto de tierra marrón.
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Derrame
FantasyUn hechizo que lo transformó en bestia, sin amor y sin amigos que lo acompañasen por las eternidades que lo condenarían a seguir como un chupa sangre. Sebastian, aquel conde que tanto se hablaba en Rumania, tendría que encontrar aquel amor que había...