"Mi chica de ojos oscuros que brillan como relucientes estrellas del cielo, Mi chica de ojos oscuros que rompe tu corazón de la forma más cruel, mi chica de ojos oscuros que me observa como su único tesoro, mi chica de ojos oscuros...La única que ti...
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No despegué en ningún momento mis ojos del póster frente a mi, Buscaba que sus ojos claros hicieran contacto con los míos pero no era igual a la última vez.
No tenía ni la menor idea de que tenía que hacer para poder revivir lo ocurrido momentos antes de ser interrumpida por los golpes en la puerta, ocasionados gracias a mi madre; avisando que iba a estar en el salón de belleza.
Era Frustrante no poder sentir lo mismo, no ser capaz de percibir su esencia.
Quité mi vista del póster que tenía escrito "THE DOORS" Junto a una fotografía de la banda tomada en 1968, la sonrisa de Jim Morrison era hermosa y el pensar que hace apenas unos instantes estuve a punto de besar sus labios me provocaba escalofríos.
Me levanté del frío suelo de mi habitación para caminar directo a la cocina donde mi padre estaba recargado en una encimera mientras bebía su café al compás de Don't Let Me Down de los Beatles.
Me sonrió y estiró su brazo para pasarme una taza roja con un poco de té de canela.
—No fue una buena noche por lo que veo.—Oh padre si supieras que fue una de las mejores de mi vida.
—Eso parece. —Traté de verme Tranquila y poner mi mejor cara.
—Bueno, Deben ser los nervios por la universidad.—La universidad, lo había olvidado, mañana comienzo con mis clases. Estaba por responder cuando me detuve al escuchar una voz proveniente de la radio.
"Sólo porque ustedes lo pidieron, aquí tiene a The doors con Riders on the storm... Disfrútenlo."
No creía que la sonrisa de mi padre pudiera verse más grande pero me equivoqué, Dejó su taza junto al resto de platos sucios y caminó con dirección a la radio subiendo el volumen con determinación.
Yo además de observar sus movimientos y beber mi té, me dediqué a escuchar el resto de la canción. La voz de Jim Morrison siempre me pareció muy seductora, No estoy segura que fue exactamente lo que me hacía pensar aquello, quizás lo ronca que podía llegar ser.
Cuando terminé el té, regresé a mi habitación, me acosté de un salto en la cama y abracé la almohada que tenía a mi alcance, me coloqué los audífonos y presioné [Play] en mi lista de reproducción.
Por alguna broma del destino Riders on the storm se escuchó nuevamente y me limité a reír al notar la coincidencia que se estaba generando.
Cerré mis ojos dejándome llevar por la voz y melodía de la música, una fuerte corriente de aire se hizo presente, intenté taparme con mis sábanas pero me fue imposible porque estas no estaban.
