No Quería Besarte (Completa)

5. Confusiones

-Porque estaría mal?

-Estamos en guerra... tu eres el hijo del señor del fuego... y...- Abrió sus ojos, se maldijo por recordar un pequeño pero demasiado importante detalle, Ang, el había tenido la epifanía de querer confesarse sus sentimientos antes del primer ataque a la tierra del fuego, y se odiaba por estar pasando por todas estas confusiones románticas mientras sus vidas corrían peligro constantemente. - Debo irme... no puedo pensar en esto ahora.

Salio de ahí corriendo como pudo, pero en cuanto llego al mar, se metió en el nadando, no dejo que nadie la siguiera, pero Zuko se quedo allí mirando hacia el cielo que estaba comenzando a mostrarse.

Respiro profundo mientras un par de lagrimas corrían por sus ojos, había avanzado miles de kilómetros con Katara, pero ahora parecía que nunca mas podría tenerla en sus brazos. Como era posible que una chica tan valiente y hermosa pudiera darle una oportunidad, después de haberle causado tanto dolor en su vida.

Cayo sobre sus rodillas, pero ahora llorando, acaso la única manera de redimirse era desapareciendo? debía irse de la vida de ellos?? Ya había cumplido su misión con el Avatar y nada lo ataba al mundo.

Levanto su cabeza notando una luna llena y hermosa que le recordaba el triste final del amor de Zoka con la princesa de la luna, sentía que no tenia permitido rendirse, sintió como ese coraje nacía de sus sentimientos por ella, por esa fuerza que le daba.

Comenzó a moverse, un paso tras otro, eran un gran impacto de valor para el, sentía que no debía arriesgarse tanto, que aun se encontraba frágil tras la perdida de su tío y el abandono total de su creencia como hijo del señor del fuego.

Buscaba otra clase de redención al ayudar al avatar, y ahora era momento de tratar de seguir adelante, su camino ya no era caminando, era corriendo, necesitaba encontrarla, hablar con ella aunque sea un poco mas, algo en su interior le estaba gritando que lo intentara y otra parte mas profunda le pedía ser paciente, que ella misma decidiera su camino.

Pero al cabo de casi una hora de caminar por las playas cercanas, encontró a Katara, pero no sola, estaba acompañada del avatar, miro desde lo mas lejos que pudo, pero notaba como el siempre la había visto con segundas intenciones.

Era por esos mismos sentimientos que no se acercaba, pero en este momento que había sentido ese ardor en su pecho, todo había desaparecido cuando ella lo beso, el se había prometido nunca intentar nada, el respeto que le tenia a Ang era muy grande.

Pero Katara había destruido esa barrera y rezaba dejarla así... Temía mirar esa imagen de ellos dos solos. Ang estaba ahí junto a ella, queriendo abrazarla y hablando como podía, ya no quería ver, sentía que su pecho estaba ardiendo otra ves, quería llorar como en su infancia ahogado pero liberando todo su dolor, salio corriendo de ahí, tratando de volver a la playa de su casa.

Mientras que Ang miraba en dirección hacia donde estaba Zuko, Katara se encontraba frente a el.

Katara había salido de la cueva y se metió en el mar, terminando en una de las playas próximas, pero había sido encontrada por el avatar.

Cuando se encontraron ella estaba al borde del llanto, Ang se asombro y termino por acercarse para abrazarla, ella no lo acepto desde el primer momento, no quería a nadie mas cerca y estaba harta de pensaran por ella.

-Katara, que sucede? - Intento hablar de una manera mas tranquila, al notar que no quería estar cerca de nadie y mucho menos de el.

-Solo quiero estar sola Ang...

-Acaso Zuko te hizo algo? - Katara se agito, recordó como ella fue la que lo beso, no tenia porque hacerlo, con darle un golpe incluso, lo hubiera calmado, pero lo beso, y ese beso decía demasiado de todo lo que estaba pasando por ella misma.

-No, Zuko no hizo nada... es solo que yo me sentí mal, me cuesta demasiado estar con el.

Era verdad, le costaba demasiado tenerlo cerca, pero ya no era por miedo a que la lastimara de una manera física, ahora su corazón parecía que se partiría, no negaba que guardaba un cariño impresionante por Ang, que le había abierto su corazón, pero no podía llegar a estar segura de amarlo, nunca le había nacido besarle, solo recordaba el laberinto, la forzosa sensación de que estaba mal hacerlo, y recordar al inicio de la invasión, como el al besarle no había respetado nada de lo que le pedía.

Cuando lo miraba a los ojos no encontraba ese respeto por el amor que ella podía darle, sin embargo, ella había besado a Zuko, porque le nació hacerlo?

Temía que la respuesta sea demasiado fácil, otra ves le rompía el corazón a su amigo, no podía solo aceptarlo, debía estar sola, porque tenia sucederle todo este lió de amores en tiempos de guerra e incertidumbre.

-Lo siento Ang, pero no puedo quedarme, quiero estar sola....- No podía mirarlo a los ojos y admitir que deseaba estar con alguien mas, el tenia demasiada expectativa de que ella estaría con el, pero no era así, odiaba que asumieran cosas sobre ella misma.

Ang trato de acercarse una ves mas, al menos para robarle un abrazo, sentir su aroma mezclado con el agua salada.

Pero no le dio el tiempo para hablar, ella había escapado, el comenzaba a temer que tal ves no saldría victorioso en la conquista de su amiga.

Por primera ves en mucho tiempo estaba sintiendo un rencor y celos en su pecho que odiaba, pero que deseaba sacar, termino por hundirse en la misma playa que se encontraba, el mismo sabia que necesitaba tiempo para el antes de la batalla.

Katara volvió a esa playa, a esa cueva donde sabia que el podría seguir estando... o tal ves no, al llegar no se encontraba mas nadie, que clase de expectativa estaba teniendo al pensar que el podría estar ahí, esperándola.

Dio una vuelta sobre sus pies, para salir de ahí, pero termina por chocar contra algo, no era una piedra o pared de la cueva, era algo mas blando, que olía muy similar a alguien que conocía...

-Katara.. porque estas aquí? - Esa voz, no había duda de quien era, pero porque estaba otra ves con el ahí?

-No....- No sabia como terminar esa frase, porque estaba ahí, era algo que temía responder, todos esos sentimientos desbordándose por la persona equivocada, ella misma se había jurado odiar a quien ahora deseaba tener entre sus brazos.

-No que...? - El se acercaba dos pasos y ella retrocedía tres, no importara en que dirección, para ella seguía siendo peligroso tenerlo cerca.. Comenzaba a sentirse intimidada por las reacciones que el buscaba en ella de una manera demandante y deseosa por respuestas.

Noto como su mirada se suavizo mientras que buscaba la suya, era tan cruel verla y no poder hacer nada, seguía obligándose a si mismo a restringirse las ganas de tomarla de una ves.

-No lo se Zuko... yo... lo siento, no lo se, mi cuerpo solo se movió en esta dirección, por un momento pensaba que no sabia a donde mas ir. No pensé encontrarte aquí.

-Pero si pensabas encontrarme aquí, verdad? 

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